Capítulo 10

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  "Estaba segura de lo que era el amor, hasta que te conocí..." (Nadia Gallardo)

- Buenos días Li, hora de ir a la escuela – dijo Myung despertándome. No había nada peor que eso, verlo despertarme para ir a la escuela como si fuera mi madre.
- No quiero ir – hice puchero. Él sonrió.
- Miralo por el lado amable. Saliendo seguiremos celebrando mi cumpleaños – me paré de un salto.
- ¿A dónde deberíamos ir? – él pareció meditarlo, hasta que una amplia sonrisa se asomó por su rostro.
- Hay una feria en... -
- ¡Genial! – grité mientras me paraba de la cama y me dirigía al closet - ¿qué debería ponerme hoy? – Myungsoo caminó hasta donde yo estaba, abrió el ropero, buscó entre la ropa y sacó una falda. Corrección: una mini falda de mezclilla. Las bolsas tenían pedrería brillante. Muy mona. Myung sonrió malicioso. – Creo que alguien me está imaginando dentro de esta falda – él me miró sonrojado.

- No sabes lo sexy que te vas a ver, nunca la había visto. Pero la noche en que te escapaste la encontré, en la fiesta te habías vestido muy decente – dijo serio.
- Estas orgulloso ¿cierto?-
- Si. Y ahora como recompensa te pondrás esto solo para mí –
- ¿Quién carajos ha dicho que voy a usarlo? – fruncí el ceño. Myung sonrió.
- Yo, yo lo digo – caminó hasta la puerta – cuando termines bajas a desayunar-
- Si papá –

Abrí el cajón de las blusas, para sacar algo que combinara con el conjunto. Y encontré una blusa azul zafiro con unas maripositas discretas en el área del estómago, lo suficientemente discretas como para dudar de ser mariposas. Luego caminé al baño, era el momento del maquillaje. Pero al ver mi rostro pálido, fue el momento de la verdad. Cruel como la verdad quiero decir. Lucía horrorosa. No podía permitir que Sungyeol me viera así. Era un cambio demasiado drástico para una semana sin clases. Si, una semana.
Al estar con Myungsoo el tiempo se pasa muy lento o rápido, dependiendo si estamos peleando o conversando. Llegó la hora del rímel, colorete y lápiz labial, quería algo suave, sofisticado, y combinable con la ropa que llevaba puesta. Y así era, todo con un orden. Primero la crema, luego el protector, y por último lo que daba vida al rostro, el color. Terminé de hacer mis cosas y salí del cuarto.

- Mil años después puedo verte – dijo Myung, luego me miró y quedó petrificado. Me miró de arriba abajo.
- ¿Qué está mal? – dije. Yo era una persona segura de mí misma hasta que conocí a Yeol, él incluso me quitó el habla.
- Me siento andrajoso – sonreí.
- Anda, ve a cambiarte en lo que desayuno – él me miró con el ceño fruncido.
- Dejarás que te lleve al instituto ¿verdad? – lo pensé.
- Prefiero irme en camión – pero él ya había cerrado la puerta del cuarto – perfecto - .

Myungsoo bajó unos minutos después de que terminé, traía unas llaves. Y esa camisa... Tomó mi bolso y se dirigió a la puerta.

- Hey ¿quién dijo que me llevaras? No quiero ir contigo – Myungsoo se volteó de golpe.
- ¿Por qué carajos eres tan complicada? – fruncí el ceño.
- No me grites, no somos iguales – Myung bajó la mirada, luego la subió y me miró a los ojos. La cercanía me ponía nerviosa. - ¿Qué? ¿Ahora vas a besarme? ¿No lo entiendes? Con eso no harás más que confundirme -
- Estoy al tanto de que te obsesionaste con Yeol, y no te culpo, si hubieras sido tú, creo que yo hubiera hecho lo mismo –. 
- ¿Si hubiera sido yo, o si hubieras sido yo? No tengo tiempo para juegos de palabras – Myung tomó mi brazo y me jaló a la puerta.
- Vamos Li, se hace tarde –

El camino fue incómodo. Nadie hablaba. Ni siquiera para pelear. Había hecho algo mal y debía recompensarlo. Pero no sabía cómo. El no saber algo me ponía de mal humor.
Llegamos, tomé mi bolsa y salí sin despedirme. Él solo agito la mano. Caminé pensativa hasta el salón.

- Así que Yoon Li sigue viva – dijo Yeol al verme entrar. Me daba alegría verlo, pero también pesadez, tengo tiempo de terminar odiando tu presencia querido, no me trates así.
- Hola – sonreí. La pelea con Myung me había dejado cansada. Yeol me abrazó. ¿Por qué hacía eso? Claro, él no lo entendía. Puse mi bolsa en la butaca de a un lado, como siempre. Heema apareció de la nada, poniendo su butaca al otro lado de mí.
- Tengo que preguntarte algo, pequeña desaparecida – dijo Heema risueña. La tomé del brazo y la jalé hasta afuera del aula. Asentí. - ¿Cómo lo supiste? Te adoro –
- ¿Saber qué? – fruncí el ceño.
- Que Shindong... tu sabes - ¿Enserio? ¿De verdad?
- Ah... si, bueno... yo... lo supuse, ya sabes – ella suspiró. Me había creído, no tenía caso decepcionarla. A fin de cuentas, lo importante era que le gustaba Shindong. Y por supuesto, el que lo conseguiría para ella. Suspiré, al mismo tiempo que el timbre daba comienzo a las clases.
.....

No hace falta mencionar que las asignaturas fueron aburridas, que las pasé en modo automático, y que de todos modos sacaba A, B y C en las distintas materias. Por alguna extraña razón, era la mejor en matemáticas, y Yeol, el peor.
- ¿Crees que podrías tutorearme? – lo miré confundida – Ya sabes, tú, yo, números, y tu maldito niñero salvaje – soltó una risotada. Fruncí el ceño.
- ¿Cómo lo has llamado?- reté.
- ¿Cómo será apropiado? Niñero, guardaespaldas, perrito faldero... -
- Basta Yeol – él me miró perplejo, pero yo me sentí así también. ¿Lo estaba defendiendo? Joder Li, ¿Qué carajos haces discutiendo con el amor de tu vida? Porque Sungyeol es el amor de tu vida ¿verdad? Es tu primer amor, de eso estoy segura.
- ¿En qué piensas? –salí de mi cabeza – Pareciera que has tenido un trance – bajé la mirada.
- Nos vemos luego –
No tenía ganas de hablar con él, sólo quería desaparecer.

......

- ¡Li! – gritó Myungsoo desde su convertible, aquel rojo que ayer nos había llevado a la playa. Lo miré, e instintivamente sonreí. De haber sido otro momento me hubiera hecho la que la virgen le habla, pero por alguna extraña razón, tenía ganas de verlo. Caminé hacía él. Me tendió la mano, y le puse mi bolsa. Lo meditó y lo aceptó, rodeando el auto para posteriormente subirse.
- ¿A la feria? – me miró de reojo, radiante.
- ¡A la feria! – aceleró. Así que como el viaje sería largo, saqué mi móvil y lo conecté a la bocina, haciendo soñar Gotta be you de 2ne1, una de sus canciones favoritas. Él cantaba las partes de Bom y Dara, y yo las de Minzy y CL. Por cierto él no estaba para nada desentonado. En realidad, disfrutaba más escucharlo cantar a él. Poco a poco nos íbamos acercando a nuestro destino.

Llegamos con un tema de Demi Lovato, Made in USA, una de mis canciones favoritas. Myung estacionó el auto cerca de una palmera, la cual por cierto estaba llena de cocos. Antes de bajar del auto Myungsoo tomó mi mano. Me estremecí, su rostro se ponía serio.

- Li... -
- ¿Si? - él bajó la mirada, mis nervios se ponían de punta.
- Tú... quieres... - Por favor termina ya. Espera, no quiero escuchar eso... ¡No!
- ¿Si? – dije nerviosa.
- Podrías... ¿Podrías ponerte el pantalón y los tenis que he traído para ti? Es que bueno... en verdad me encanta como se te ve esa falda y me volverías loco si te la pusieras todos los días, desde que te vi quería decirlo. La verdad es que estas muy buena y bueno yo.... – me miró a los ojos. Yo estaba en shock, perpleja, impactada.- Yo no quiero que otro hombre te coma en medio de la feria, aparte de que como caminaremos mucho, con pantalón y tenis estarás más cómoda – Lo miré desafiante. - ¡Mira! Yo también traigo los míos! – completó apuntado a sus tenis color café. Asentí. Demasiadas revelaciones por hoy. Myungsoo me pasó las cosas y bajó del auto, mientras yo me pasaba a los asientos de atrás. Me bajé la falda quedándome solamente en pantis. Luego pensé en que a través del vidrio Myung podría verme así. Aunque por alguna extraña razón, ese pensamiento me daba igual. Me terminé de poner los pantalones y abrí la puerta. Me estaba ahogando. Nuestro Myungsoo, acomedido, tomó un zapato y comenzó a desabrochar los cordones, lo cual me ayudó a terminar más rápido. Salté del auto y Myung cerró y puso los candados junto con la alarma. Nos aproximamos a la entrada principal, pero antes de seguir caminando, Myungsoo tomó mi mano, y sonrió. Ese gesto hubiera podido parecerme extraño, y nuestro Myungsoo hubiera recibido una paliza. Pero al contrario, yo..., simplemente no me incomodaba.


*Ámenme, por favor*

ANGEL - Kim Myung Soo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora