Capítulo 15

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"Quizás no vine a proteger tu cuerpo, sino a proteger tu corazón..."

  Supongo que es innecesario decir que la persona que estaba a la entrada  de mi casa era Sungyeol, que traia un par de libretas y un lapiz en mano.  Tenía una sonrisa coqueta pintada en el rostro, aunque al mirar a Myungsoo su sonrisa se transformaba a una de odio.
- Sunyeol... ¿qué haces aquí? - dije mientras daba un paso más de que Myung para evitar disputas.
  - ¿No te lo dijo Heema? - respondió sorprendido - ¡Aishh esta niña  enamorada! ni quien la viera - susurró. Y de pronto recordé el beso, las  piernas me flaqueaban y el corazón galopaba. Aún no sé quien es el  dueño de esta broma.
- Pasa, hablen adentro - pronunció Myung un poco serio. Me pregunto por qué se odian tanto.

  Después de ir a mi cuarto a recoger unas libretas para los apuntes me  encontré con Yeol en la terraza de mi casa, yo me senté en el comedor,  pero él no quizo bajarse de la hamaca. Siempre le ha gustado estar allí.
- Y bien... - pronuncié dudosa. Yeol apuntó a las libretas abiertas.
  - Copia los apuntes - contestó al tiempo que cerraba los ojos y se  arrullaba en MI HAMACA. - Por cierto, fui a visitarte al hospital - .
  Y nuevamente recordé el beso. Joder. Joder. Joder. Joder. Lo miré de  reojo, y él no pareció inmutarse. Bueno, quizá no fue él. Ahora me queda Myungsoo y... ¿Shindong? Pudo ser capaz de eso... No, porque ahora anda  con Heema. Pero que ande con Heema no significa que haya dejado de  quererme, ¿ o si?. Espero, realmente espero que si. Aunque sea quien  haya sido, no me parece justo que se aprobeche de mi de esta manera.

- Li... ¿Te sientes bien? - gritó Yeol sacandome de mis revueltos pensamientos. Y que susto me sacó.
  - Lo siento, si, estoy bien - pasé saliva. Claro que estoy bien, solo  me estoy volviendo loca por una estupidez ¿no? Porque un beso es eso,  solo un beso. No es para tanto. A menos que me haya besado un vagabundo,  ahí pues si. - Ah, ¿a qué hora dices que fuiste a verme? - pregunté,  nerviosa por cualquier respuesta.
- Cuando llegué estabas dormida  ya, ayer en la noche. Me enteré de que hoy salias y no queria que  pensaras que no me importas, asi que fui - joder, joder, joder, que  alegria me da escuchar eso. Bueno, no.
- Ahh - dije, y me puse a apuntar.

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  Después de que Sungyeol se fue, Myungsoo decidió llevarme a las oficinas de  gobierno para seguir nuestra investigación acerca de mi madre. El aire  acondicionado me traía una atmosfera demasiado intranquila y un poco de  mareos, pero no podía dejar pasar esto. Todo por mi mami.

-  Buenas tardes señorita - dijo Myungsoo con aires de grandeza, seguramente  alguna tactica especial para no dejar pasar a esta empleaducha. La  chica se levantó los lentes para recorrer visualmente a aquella alta  creatura que acababa de dirigirle la palabra. Al parecer Myung había dado  justo en el blanco.
- ¿Que puedo hacer por usted jovensito? - contestó coqueta. Myung suspiró.
  - Necesito sacar un acta, para encontrar a una persona - La señorita  suspiró a regañadientes, quizá pensando que habia perdido una  oportunidad, o tal vez porque tenia flojera al pararse.
- Bien, digame el nombre de la persona por favor - respondió a regañadientes.
  - Cho Nyuh Li, sexo femenino - La secrearia puso el nombre en su  computadora, picó unas teclas, y al instante la impresora sacó dos hojas  tamaño oficio. La chica tomó las hojas y las extendió hacia Myung Soo.
  - Aqui tiene, vuelva pronto - soltó con voz provocadora, Myung hizo una  mueca al tiempo que tomaba mi mano. Ambos hicimos reverencia y nos  fuimos.

- ¿Que tal aquella coqueta mujer? - reí por lo bajo. Solté su mano y paré mi caminar.
- A que te gustó, aunque sea un poco - .
- Oh no, muchas gracias por la oferta - respondió, al tiempo que anarcaba una ceja - ¿Celosa? -.
  - ¿Enamorado? - Myung corrió hacia mi para luego levantarme sobre su  hombro y llevarme colgando hacia el auto. Yo solo podía gritar, y  patalear. Pero bueno, si me llevaba cargando ¿para que caminar?

Ya en el auto, nos dirijimos a la casa para comer y planear nuestro siguiente movimiento.
- ¿Qué comeremos eh? - preguntó Myung, mientras daba la última vuelta para entrar a la casa.
  - Ramen, te recuerdo que no hay despensa - respondí, él abrió sus ojos  tanto que me obligó a soltar una carcajada. No me dí cuenta que ya  habiamos aparcado, hasta que ví a Myung del lado de mi puerta, seguramente  pensando en vengarse por reirme de él.Así que brinqué de asiento al de  conductor, abrí la puerta y salí corriendo hacia la casa. Traté de abrir  la puerta con todo lo que me venía a la mente, hasta que Myungsoo hizo  sonar las llaves a mi lado. Abrió la puerta, y antes de que yo pudiera  salir disparada huyendo me tumbó al piso y comenzó a hacerme cosquillas.  - ¡NO! ¡Myungsoo sueltame! ¡Por favor! ¡AHAHAH! - gritaba con las pocas  bocanadas de aire que me quedaban, pero el chico ni se inmutaba en  escucharme. Hasta que le dí un buen empujón que lo mandó al otro lado  del piso, y entonces pudimos estar en paz. Me paré, me arreglé la ropa  (podría mencionar que traía la blusa ya... unos cuantos dedos abajo  de... ya saben), y caminé hacia la cocina. Olía delicioso. Myungsoo se  paró tras de mi.

- ¿Huele rico cierto? Y tambien, sabe  delicioso - dijo en mi oido. Mi piel se erizó al instante por la  cercania. - ¿Por que no pruebas? -.
Esta actitud nuevamente me hizo pensar en aquella situación. El beso. Joder.... Esto es terrible.
- ¿Tu hiciste todo esto? - Myungsoo rió siniestramente.
  -Yo hago muchas cosas sin que tu te enteres - respondió, por favor  diganme que esto no tiene doble sentido. - ¿Comemos? - preguntó  juguetón, como si se burlara de mi. Solo me limité a asentir. Myung  puso los platos en la mesa y se sentó. - ¿No vienes? - gritó desde el  comedor. Asi que caminé a la mesa y me senté frente a él. - ¿Estas bien?  - me dijo con tono preocupado. Joder. Tengo que olvidar esta estupidez,  no puede ser que piense en ello todo el dia.
- Si, es que me mareé un poco - contesté al tiempo que tomaba los palillos y comenzaba a comer - Oye, esto está delicioso - .
  - ¿Traes las actas? - asentí, fui a la barra y tomé las dos hojas para  entregarselas a Myungsoo. - ¿A donde deberiamos ir primero? -
- Supongo  que con la persona que está en Seúl ¿no crees? - mi acompañante asintió,  parecía hambreado. Tomé el acta de la señora Cho Nyuh Li de Seul y miré  la dirección. Supe a donde tendriamos que ir.

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  La primera direción estaba por el centro de la cuidad, el trafico  estaba horrible y hacia mucha calor. Asi que decidimos hacer de esta  busqueda un paseo turistico para no resentir el mal clima. Cruzamos los  jardines tomados de la mano y compramos algunas bebidas para  refrescarnos. Hasta llegar a la dirección que decía en el acta, que era  la dirección de sus padres. Porque... en tu acta de nacimiento no dice  mucho sobre ti, sino de tus padres.

- ¿Que hay de tu acta de nacimiento? - dijo Myungsoo. Yo hubiera pensado lo mismo.
  - Fui registrada hasta los cuatro años, y lo peor de todo, con un  nombre de niño - contesté agobiada, esta era la peor pregunta que  podrías hacerle a Kim Yoon Li. Myung detuvo el paso y me miró anonado.
- ¿Tienes nombre de niño? -.
  - Sé que es dificil de creer - comencé a decir - Pero mira, te lo  pondré fácil, Yoon Nyuh es nombre de mujer, y Yoon Li de hombre,..  ¿Quedó claro? ¡Ahhh esto es vergonzoso! -  susurré ya irritada.
- Vaya vaya vaya - dijo Myungsoo con sonrisa triunfante.
  - Olvidemos eso ¿quieres? - dije, pero ya no caminabamos. Miré la casa  que teniamos enfrente y lo supe, ya habiamos llegado. Myungsoo tocó la  puerta, y por un momento sentí las intensas ganas de salir corriendo.  Una señora, ya pasada de la tercera edad, abrió la puerta. Myung y yo  hicimos reverencia, y por si las dudas, más abajo de lo normal.

- Buenos dias señora - dijo Myung - Estamos buscando a una persona, no sé si usted la conosca -.
- ¿Quien? - contestó la viejita.
- Cho Nyuh Li - me adelanté a decir. La señora hizo una mueca, bajó la mirada y suspiró.
- Ella... ya no está aqui, en este mundo quiero decir -
- ¿Usted la conocía? - preguntó Myungsoo al tiempo que tomaba mi mano como señal de fuerza.
  - Es mi hija... Ella, era una persona muy alegre. Pero fue muy triste  la forma en que murió. Está en el estatal. Eso es todo lo que puedo  decir - La viejita sonrió, hizo una pequeña reverencia como despedida y  cerró la puerta. Myungsoo me miró.
- ¿Quieres ir a verla? - asentí  levemente, al tiempo que el rodeaba con sus brazos mi pesado cuerpo. -  Aún queda un acta - susurró.

ANGEL - Kim Myung Soo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora