C i n c o

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Editado <3

RECUERDEN QUE ESTÁ ESCRITO EN ORDEN NO CRONOLÓGICO, ESTO ES EL FUTURO, NARRO SU VIDA DESORDENADA. SIEMPRE ESPECIFICARÉ CUAL ETAPA DE SU VIDA ES,

⚠️ ¡PRESTEN ATENCIÓN! ⚠️

Cuarto año.

—¿Ahora sí puedo entrar?— preguntó Draco por enésima vez. Reí divertida y abrí la puerta que conectaba nuestras habitaciones.

—Es que no sé qué ponerme..— dije, acercándome a él para darle un corto beso. Aprovecho esto y puso una mano en mi cintura, con la otra acomodó un mechón de pelo detrás de mi oreja.

—Te ves hermosa con lo que sea.— me sonroje y lo golpee en el hombro jugando, Draco caminó hasta mi cama y se lanzó en ella.

—No solo quiero verme hermosa... quiero verme decente.

—Solo ponte lo que te guste.— dijo, rodó los ojos y se puso una almohada en la cabeza.

—Esta bien.— refunfuñé antes de mirar el armario. Me fijo en mejor vestido y suspiro sacándolo, tendré que ponérmelo hoy y también la noche de Navidad. Entre a la habitación de Draco para cambiarme y cerré la puerta, oyéndolo maldecir del otro lado pues su plan de hacerse el dormido no funcionó.

Reí un poco y me puse el vestido, luego entré a mi habitación y me senté en la cama como indio cuidando de que no se viera mi ropa interior. Golpeé a Draco en uno de sus muslos para llamar su atención.

—¿Qué?— preguntó con la cara hundida en una almohada, ahora sobre su espalda mientras abrazaba mi oso de peluche con su brazo.

—Necesito que me peines.— reí. Se sentó detrás de mi, extendiendo sus piernas a cada lado de mi cuerpo y tomando el peine de la mesita de noche.

—Recuerda que no podemos usar magia fuera de la escuela, tonta. Tendré que hacerlo a lo muggle.— refunfuñó y yo aproveché la situación para burlarme de él.

—Con razón tu cabello se ve tan mal, bebé.

—Claro, ríete. Pero al menos yo si estoy peinado.— la puerta se abrió de golpe y sin avisar dejando ver a una Narcissa que se quedó algo anonada ante la escena que dábamos.

—Yo solo... quería decirles que ya estamos esperándolos en la mesa.

—Gracias, madre. Enseguida bajamos.— murmuró Draco totalmente concentrado en mi peinado, miré algo sonrojada a Narcissa y esta me hizo una señal de silencio con su mano. Extrañada mire hacia el frente y luego se escuchó el flash de una varita, reí un poco cuando entendí lo que había pasado y sentí como Draco abría el Buró y se ponía delante mío.

—Mira mi obra maestra.— reí burlonamente tomando el espejo y me miré.

Ese momento incomodo en el que tu novio te peina mejor que tú.

—No está nada mal para un principiante.— murmuré.

—Oh vamos, primera vez en tu vida que vas peinada sin tener que decirlo con comillas.— Rodé los ojos y me puse de pie. Caminé hasta la puerta pero Draco no me dejó salir acorralándome contra la pared. — Llevas tres horas sin besarme.

—¿Y...?

—¡Es demasiado! bésame.- puso la boca de trompita y cerró los ojos. Me acerqué a su mejilla y la bese, antes de abrir la puerta y salir.

—Ahora no tengo ganas.— dije burlona mientras trataba de escapar de él.

—Ni hablar. ¡Me besas porque me besas, Weasley!

La Weasley FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora