O n c e

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Quería aclarar que la situación del mundo mágico no le afecta mucho a mi libro, pues en el quinto curso como muchos sabrán pasa una crisis, pero si me enfoco en eso no podría llevar a cabo la historia así que solo me enfoco en los personajes y no mucho en la historia de la diosa J.K Rowling.

Final de quinto curso.
Alek.

Suspiré al momento de cerrar mi baúl y repase la lista mental de cosas que tenía que buscar antes de irme, fue entonces cuando Blue llego a mi mente casi como un relámpago.

¿Quién de los dos se quedaría con él?

Blue es un gato, más negro que la noche y con los ojos más azules que el día, un regalo de... Draco, para mí.

En teoría el gato es mío, sin embargo pasa intermitente entre nosotros, algunas veces está conmigo y otras veces con él. Antes solíamos estar los tres juntos, en mi habitación...

Pero todo eso cambió cuando el me dejó...

Suspiré y salí de mi habitación hacia el gran comedor, donde desayunaríamos por última vez. Pase directamente hacia mi mesa y me paré frente a los chicos con decisión; aclarando mi garganta para llamar la atención de todos.

--Disculpa, Draco...

--¿Sí?-- preguntó él con tono irritado, mirándome fijamente con aquellos hermosos ojos grises y profundos.

--Yo quería preguntar dónde estaba Blue, tengo que meterlo en su jaula para llevármelo... --Obviamente no le preguntaría si me lo puedo llevar, después de todo fue un regalo de el para mi, por lo tanto, es mi gato.

--No te llevarás a Blue.-- aseguró riendo.-- No dejaré que mi gato se muera de hambre, Weasley.

--Oh, vamos. Nos conocemos demasiado como para llamarnos por nuestros apellidos. --comente con sarcasmo enfatizando, luego me cruce de brazos y continúe. --No te estaba preguntando ni pidiendo permiso, fue un regalo para mí, que yo recuerde.

--Di lo que quieras, yo pagué por él, por lo tanto es de mi propiedad hasta que se demuestre lo contrario.

--No quiero discutir, ¡solo dame a mi gato!

--No, traidora de la sangre.

Me volteé exasperada y decidí que sería mejor volver a la sala común, si el no me lo daba por las buenas, yo lo tomaría a las malas. Subí a las habitaciones de los chicos sin nada de disimulo, en este punto no me importa una mierda lo que pueda hacer si me encuentre hurgando en su habitación.

Nada más abrir la puerta vi a mi hermoso gatito acurrucado en la impecable cama de Draco, sobre una almohada tejida con el nombre del animal e incluso un collar de diamantes parecido al que tenía Lesath, la lechuza de Draco.

Tome a mi gato con decisión y le quite aquel caro collar, dejándolo sobre la cama salí de la habitación cerrando la puerta, luego de acomodar a Blue en su jaula encima de mi baúl cerré y me encaminé hacia el comedor, para desayunar.

De ninguna manera me llevaría aquel collar caro, que no me pertenecía. No le daría una razón más para burlarse de mí, y tampoco quería que mi madre me lo quitara si es que lo llevaba conmigo.

Estación King Cross.

Me baje del tren con Blue dentro de mi mochila que tenía un hechizo de expansión indetectable, decidida a que Draco no me lo quitaría por nada del mundo.

En un lado vi a Molly y el resto de Weasley's junto a Harry y Hermione que iba con sus padres, me quede observándolos sin saber muy bien que hacer cuando siento una mano en mi hombro, al voltearme veo a Narcisa que me mira con una sonrisa triste.

La Weasley FantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora