Dangerous Man|| Abraham Mateo

Capítulo 5 "Heridas"

3 meses después:

El camino a mi casa era eterno, caminaba y caminaba y no llegaba estaba mal, emocionalmente y físicamente no dejaba de pensar en todo lo que había pasado habían sido los peores  meses de mi vida estaba abatido, golpeado, cada cicatriz en mi cuerpo tenía un motivo. Llegué a la que había sido mi casa hace un mes toqué y mi abuela estaba ahí y me abrió la puerta:

—Mi niñooo—dijo abrazándome fuerte

Intenté corresponder a su abrazo pero no pude no tenía fuerzas ni me nacía abrazarla:

—Abuela no me toques por favor— Le pedí

Mi cuerpo estaba lastimado y mucho no soportaba el tacto con nada me causaba dolor:

—¿Hijo que te pasa?—Preguntó con lágrimas en los ojos

—No me pasa nada—contesté seco

—Pasa, vamos a curarte eso

—No es necesario estoy bien

—Te dije que te voy a curar y así va a ser Mateo— Contestó triste pero a la vez frustrada

No dije nada y asentí, me tumbé en el sillón con dificultad me dolía todo me quité lo que quedaba de mis zapatos mi abuela me ayudó a subir a mi cuarto puso la tina caliente:

"Hace tanto tiempo que no me baño con agua caliente"—pensé

Poco a poco fui entrando en la tina mi abuela privacidad para bañarme, el agua en contacto con mi cuerpo dolía gemía de dolor cada vez que mi piel tocaba el agua, tomé el shampoo y comencé a bañarme pensando qu estaba quitando toda la maldita suciedad de mi cuerpo y de mi alma lavé de mi cuerpo como si se me fuera la vida en ello y después de 30 minutos salí me puse solo unos boxérs y me puse una bata. Salí del baño y mi abuela estaba parada en la entrada de mi habitación:

—Siéntate— Me ordenó

No dije nada y me senté en la cama empezó a curar cada herida de mi cuerpo ardía demasiado:

—Auch— Me quejaba de dolor

—Ya casi esta

—Me dueleeee!!!!!—Grité

—Yo sé que te duele

Terminó de curarme me puse una pijama y bajé las sábanas de mi cama y me metí entre ellas acostandome de lado, mi abuela seguía inmóvil mirándome:

—No sabes cuanto me duele verte así—Dijo acercádose

No respondí nada

—¿Qué te paso? ¿Qué te hicieron?—Preguntó

—Ya te dije que nada—contesté sin expresión alguna

—¡¡¡¡No puedes decirme que no te hicieron nada, ve como estas!!!!—Dijo alterada

—¡¡NO QUIERO HABLAR DE ESO!!—Contesté molesto

—Quiero ayudarte a salir adelante a superar todo eso—dijo más calmada

—Y yo te dije que estoy bien que no me pasa nada—dije seco

—No quiero verte mal, mi niño—dijo intentando abrazarme

—¡¡¡NO ESTOY MAL, NO QUIERO HABLAR DE ESO, QUIERO ESTAR SOLO ASÍ QUE VETE!!!!—Dije levantandome enojado

Abrí la puerta índicandole que saliera y así lo hizo salió de mi habitación sin decir nada.

Los recuerdos vinieron a mi, fui deslizandome poco a poco por la puerta. Escondí la cabeza entre mis piernas  y lloré de angustia de desesperación, de coraje, me sentía mal conmigo mismo me sentía sucio estaba viviendo el peor calvario que un chico de 18 años puede vivir. Me levanté del piso y me fui a mi cama me recosté despacio no podía parar de llorar había sufrido tanto durante esos tres meses que estuve desaparecido para todos...

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