Perdón, el capítulo es un poco largo, y no se si llamarlo fuerte, espero les guste
XX FLASHBACK XX
Caminaba contento por las calles de Madrid, había sido un día increíble, había estado con Jade todo el día, tenía que procesar que casi perdía la virginidad con ella.
Me reí para mis adentros...
Después de rato me sentía observado, como si alguien me estuviese siguiendo, sentí nervios y comencé a caminar más rápido, pero de la nada una camioneta negra sin placas se detuvo en frente de mi y dos hombres con pasamontañas se acercaron a mi y me tomaron a la fuerza:
—SUELTENMEEE!!!—Gritaba
Trataba de forcejear, pero era inútil eran hombres enormes.
Uno de ellos puso un paño en mi boca poco a poco fui perdiendo el conocimiento volviendosé todo negro ante mis ojos...
Desperté en un cuarto obscuro, no se veía absolutamente nada. Todo era negro, de lo único que podía percatarme era de los chillidos de las ratas y del olor deplorable que había.
Y allí estuve encerrado al parecer varias horas, de pronto una pequeña puerta se abrió dejando entrar una luz que cegaba mis ojos. Dos hombres me levantaron del piso y me llevaron hacia afuera. Me lanzaron al piso con brusquedad provocando que me golpeara la cabeza.
Enfrente de mi había una mujer de aproximadamente 50 años, su aspecto era espantoso. Toda una bruja de pies a cabeza:
—Vaya, hasta que encontraron mercancía buena—rió la mujer
Me analizaba de pies a cabeza tratando de quizá encontrar algo:
—A este niño vamos a sacarle mucho provecho—decía riendose
—¿Q-u-e hago aquí?—logré decir
—Lo único que te puedo decir es que si te portas bien, y haces todo lo que yo te digo no te irá mal—respondió seca
Lo que yo no sabía es que nada de eso era cierto...
Me llevaron a otro lugar que no era el mismo a donde había llegado, era un sótano, lleno de jaulas y dentro de esas jaulas había chicos de mi edad. Todos estaban sucios, y alguno que otro asustado.
Abrieron una celda para mi y allí me metieron. La cerraron con llave y fueron directo a la celda del chico de enfrente, lo sacaron con brusquedad mientras el gritaba:
—¡¡¡NO, NO POR FAVOR NO!!!!—
Sus ojos demostraban dolor, y suplicaban que lo dejaran tranquilo, pero ellos no hacían caso.
No sabía en donde estaba, ni mucho menos que hacían con todos los chicos, y el porque siempre que sacaban a uno de su celda suplicaban que no lo hicieran.
Estaba asustado, si, pero trataba de no demostrarlo.
Durante toda la noche no pude dormir. Las manos me temblaban.
A la mañana siguiente y como era de esperarse, los hombres enormes vinieron por mi. Todos los chicos me miraban con compasión y tristeza. Se veían abatidos.
La mujer ya me esperaba, los hombres me sostenían con fuerza:
—Ya va siendo hora de que sepas a que viniste—rió—bueno, soy Mercedes, y has venido aquí a complacer mujeres. En pocas palabras a ser gigoló, pero por fuerza.
XX FIN DEL FLASSBACK XX
Abraham guardó silencio, sabía que le dolía contar todo lo que había pasado, sus manos temblaban. Así que tomé su mano fuerte, para que sintiera un poco de seguridad:
—¿Y que pasó después—logré preguntar
—Me prostituyeron vilmente, al día al menos 10 mujeres me buscaban, y no eran mujeres normales—empezó a temblar aún más—eran mujeres sádicas, les gustaba golpearme hacerme sufrir, para ellas sentir placer.
Y lágrimas comenzaron a caer de sus mejillas:
—No podía hacer nada, y eso era lo peor de todo . No eran tontos, previamente me ataban con fuerza de la cama. No podía defenderme, era horrible. Me hicieron esclavo sexual de mujeres mayores que yo. No sabes la repugnancia que causaban en mi. El asco que sentía por todas ellas.
Sus ojos irradiaban dolor, tristeza, enojo, impotencia. No podía verlo así. Era demasiado díficil para mi.
Segundos después se desabrochó la camisa que llevaba puesta dejando ver las miles de cicatrices que tenía en su pecho:
—La cicatrices hablan por si solas, me revelé muchas veces ante Mercedes, y lu único que recibía de su parte eran golpes, torturas, llegaba a quemar mi cuerpo, me picaba la piel. Lo peor que llegó a hacerme fue porque golpeé a una de sus mayores clientas. Y me quemó con ácido la espalda.
Estaba muy dolido, lo podía notar en su mirada, me soltó la mano y se resbaló dejando caer su cuerpo al piso. Puso su cabeza entre las rodillas y empezó a llorar desconsoladamente.
Con tacto amable y delicado me acerqué a el y lo abracé con fuerza, trataba de que su dolor disminuyera, pero el solo sollozaba sin parar...
Espero sus comentarios...
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Dangerous Man|| Abraham Mateo
RandomAbraham Mateo un chico que vivía la vida al máximo como cualquier muchacho de 18 años, vive con su abuela Dolores en España. No tiene familia o es lo que el creé, es un chico calmado y estudioso sueña con ser un gran empresario en un futuro, es el...