Bilbo Bolson, un hobbit de Bolsón Cerrado solitario ,pero con una familia bastante grande, famoso en toda La Comarca, educardo y reservado. A el no le agradaba la idea de las aveturas per todo cambió cuando llegó los enanos de Erebor y su lider Thor...
El sol brillaba entre la neblina de la mañana, por las hojas suaves de Lorien. Hoy seria el día que partiríamos de la ciudad elfica. La mayoría de nosotros estábamos en la orilla del río. Elfos guardaban equipaje con municiones, entre otros, en las largas canoas. Yo miraba el largo y transparente río, melancólica, pensando en aquellas personas que deje atrás o las que perdieron su vida. Una voz interrumpió mis pensamientos.
- Esta es la primera vez que visito Lorien- dijo Legolas a mi lado- pensé que vendría por unas de las reuniones de mi padre pero fue diferente. Aunque en este lugar empezó nuestro noviazgo- le sonreí.
- Jamas olvidare este lugar- dije mirando hacia el interior del bosque.
- Hablando de lo que sucedió en la noche, ¿Me harías una promesa?- preguntó serio.
- Por supuesto.
- Prométeme que siempre estarás conmigo- dijo.
- Siempre- le di un beso- creo que esa será nuestra palabra.
- Pan de Lembas, con un solo bocado puedes llenar el hambre de un hombre- intervino Legolas dandole una pequeña mordida al pan. Un elfo lo llamo y se retiro dejándome con mis amigos.
- ¿Cuantos comiste tu?- susurro Merry.
- Cuatro- dijo Pippin. Solté una sonora carcajada.
- Jamas aprenderás, Pip, eres un barril sin fondo- dije entre risas para que al terminar mi oración Merry se uniera a reír y después Pippin.
- ¡Todo ya listo!- grito un elfo. Todos nos acercamos y Galadriel y nos obsequió objetos a cada uno.
Para Aragorn una vaina hecha especialmente para Andúril, adornada con flores y hojas entretejidas de oro y plata y por numerosas gemas dispuestas como runas élficas en las que se leía el nombre y el linaje de la espada. La hoja que sale de esta vaina no tendrá manchas ni se quebrará, aun en la derrota. Además, un colgante con una piedra de color verde claro, montada en un broche de plata que imitaba a un águila con las alas extendidas. Para Boromir un cinturón de oro. Para Merry y Pippin pequeños cinturones de plata, con broches labrados como flores de oro. Para Legolas un arco como los que usan los Galadrim, más largo y fuerte que los arcos del Bosque Negro, y la cuerda era de cabellos élficos. Había también un carcaj de flechas. Para Sam una cajita de simple madera gris, sin ningún adorno excepto una runa de plata en la tapa. Dentro de la caja había tierra del jardín de Galadriel, capaz de hacer florecer las tierras secas y arruinadas. Y ademas cuerda elfica. Para Gimli tres cabellos dorados. Para Frodo un frasquito de cristal, que centelleaba cuando se movía, en cuyo interior estaba la luz de la estrella de Eärendil, tal como apareció en las aguas de su fuente. Y finalmente para mi un colgante que pertenecía a mi madre.
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