Capítulo 2: "¿Qué me pasa?"

503 44 3
                                    


Era una mañana muy calurosa, la ventana de la habitación donde dormía profundamente una bella jovencita pelinegra dejaba ingresar los rayos solares que se posaban sobre su larga cabellera negra.

Toc toc toc

Tocaron a su puerta, interrumpiendo el sueño de la bella joven.

Qué pasa, dijo la pelinegra levantándose alarmada de su cama. La jovencita al escuchar el sonido de la puerta dijo: ¡adelante¡.

Un gigantesco hombre ingresaba a la habitación mientras miraba con preocupación a su hija y le preguntaba: ¿ya te sientes mejor?, llame a la preparatoria para avisar que no irías, el examen final te lo tomaran mañana, dijo el gigantesco hombre.

Si padre ya estoy mejor, dijo la pelinegra sentándose al borde de su cama recordando la terrible noche que paso con la repentina fiebre que presento y ese dolor terrible en su cuerpo.

En tres días me darán los resultados de los exámenes e iremos al médico para ver que te sucede hija, dijo el hombre abrazando a la pelinegra.

En la preparatoria:

¿Qué raro que Milk no haya venido el último día de clases? Justo cuando tenemos examen final, decía preocupada la rubia a su amiga peli azul sin que el maestro lo notara.

Si a mí también me preocupa en cuanto tengamos receso la llamamos dijo al peli azul.

Mientras el profesor pasaba por los asientos repartiendo los exámenes.

El joven de cabello alborotado recibió su examen pero el pobre joven no podía concentrarse mirando el asiento vacía de la pelinegra, mientras pensaba: ¿Qué te pasó Milk?, ¿porqué no has venido?.

Horas después: "Habitación de Milk"

La pelinegra cubría su nariz con un pañuelo mientras miraba en sus brazos y piernas la presencia de pequeños moretones, luego la jovencita saco el pañuelo de su nariz y quedo sorprendida al ver rasgos de sangre en el pañuelo.

¿Qué me pasa?, pensó la pelinegra con tristeza, mientras se dirigía al baño a desechar su pañuelo.

Preparatoria: "A la salida"

Su padre dice que parece que le dio gripa, decía la peli azul.

Lo bueno es que está bien, de seguro en la tarde la veremos en el gimnasio, dijo Vegueta para tratar de dar calma a un triste joven de cabello alborotado.

Horas más tarde: "Gimnasio"

Qué bueno verte mejor Milk, decía el joven de cabello alborotado acercándose a darle un efusivo abrazo.

Si, ya estoy mejor, decía la pelinegra sonriendo con dulzura.

Milk, yo quería....., decía nerviosamente Gokú.

Si dime, dijo la pelinegra.

¿Escuchaste que en dos días es el baile de fin de ciclo?, dijo Gokú.

Si, dijo la pelinegra.

Estuve pensando en que si te gustaría que fuéramos juntos, ya sabes tú eres mi amiga y que mejor que ir al baile contigo que con otra chica dijo Gokú sonriendo.

Está bien, me parece muy buena idea, aunque no me gustan las fiestas pero como es la última vez que todos estaremos juntos acepto, dijo la pelinegra.

Bueno entonces ahora a entrenar, dijo Gokú.

Los jóvenes como siempre entrenaban juntos, Milk y Gokú estaban en uno de sus combates cuando de repente la pelinegra se detuvo y se cogió de la pared mientras respiraba agitada y empezaba a taparse la nariz con su mano.

Qué pasa Milk ya te cansaste, dijo Gokú acercándose a ella retirándole la mano, quedando asombrado ante la sangre que vio en la misma.

Te lastime, soy un estúpido, decía el jovencito de cabello alborotado alarmado.

No Gokú, ......trataba de calmarlo la bella jovencita.

¡Vamos a la banca! dijo el joven llevando a su amiga a la banca. Luego dijo: voy por el botiquín, antes de salir corriendo a la oficina de su maestro por el botiquín de primeros auxilios.

¿Qué me está pasando?, se preguntaba preocupada la pelinegra mientras veía venir apresurado a su atractivo amigo.

Gokú le coloco unos tapones nasales y con eso detuvo la pequeña hemorragia, luego el joven se percato de los moretones en la blanca piel de su amiga y le dijo con tristeza: Debiste decirme que no sea tan rudo contigo.

No Gokú tú no tienes la culpa, mi piel es tan frágil que al menor contacto se moretea así, dijo la pelinegra sonriendo para tratar de tranquilizar a su amigo.

Al día siguiente:

La bella jovencita pelinegra, a pesar del extraño cansancio que sentía últimamente fue a dar su examen final, luego se encontró con sus amigas en un centro comercial de la ciudad para buscar su vestido para la fiesta de fin de ciclo que sería al siguiente día.

Creo que con este rojo, te verás espectacular, decía la rubia mostrándole un bello vestido largo color rojo.

No yo creo que este azul noche es preciso para la ocasión, decía la peli azul.

O esté dorado, esta divino, agregaba la rubia.

No a mí me gusta más este, dijo la pelinegra señalando un sencillo pero bello vestido color turquesa.

Si esta lindo, dijo la rubia.

Y va con el tono de tu piel, dijo la peli azul.

Entonces será este, pronunció la pelinegra.

Ahora vamos por los zapatos, dijo la rubia.

Luego de haber conseguido el vestido, zapatos y accesorio para el baile la pelinegra y sus amigas fueron a tomar un helado.

Heladería:

Tres bellas jovencitas tomaban sus helados mientras platicaban.

¿Y ya pensaste que estudiaras Milk?, decía la peli azul.

Aún no, la verdad mi mayor pasión es las artes marciales y uno de mis grandes sueños es llegar hacer campeona nacional en este deporte, dijo la pelinegra.

No hay muchas chicas que se dediquen a ello, pero Vegueta me dijo que eres muy buena, de seguro llegaras a cumplir tu sueño dijo la peli azul.

Pero aparte de ello ¿no piensas seguir la universidad?, dijo la rubia.

Estuve pensando en medicina, tal vez sea una buena opción para más adelante, por ahora quiero concentrarme y practicar mucho para ser elegida como una de las representantes del gimnasio, dijo la pelinegra, cuando de repente empezó a volver a sentir ese extraño cansancio y dejo de hablar.

¿Pasa algo Milk?, dijo la rubia preocupada.

No, no es nada, debo haberme cansado haciendo las compras y como ayer no dormí mucho por estudiar para el examen, dijo la pelinegra para tranquilizar a sus preocupadas amigas.

"EL PODER DEL AMOR"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora