Capítulo 4: "Separación"

451 42 3
                                    


El joven de cabello alborotado se encontraba cerrando la maleta que llevaría a su viaje familiar.

¡Hijo tenemos que irnos¡ decía una bella mujer de cabellera negra.

Ya voy mamá decía entristecido el joven de cabello alborotado.

Gokú bajo las escaleras de su casa con pesadez mientras llevaba en su mano su maleta, su padre se acerco y le ayudo con ella para acomodarla en la maletera.

Sube hijo decía un anciano.

Ya voy abuelo, dijo Gokú subiendo al auto.

En el camino:

¿Qué pasa hijo te veo triste?, dijo su padre.

El enano esta así por amor, dijo Raditz riendo mientras Gokú se sonrojaba.

¿Amor?, dijo su madre volteando a mirar a su menor hijo.

Si mamá tu bebe ya creció, dijo Raditz riendo.

Hijo solo nos vamos por un mes si esa niña te quiere como tú sabrá esperarte dijo su padre, enrojeciendo más al pobre jovencito que no sabía que responder.

¿Y quién es?, dijo el abuelo.

Son inventos de Raditz, Milk solo es mi amiga, dijo Gokú rápidamente.

Pues por alejarme de una amiga yo no me pongo así. Una cosa es que aún sea tu amiga porque tu así lo quieres pero tu estas enamorado de ella ¿o no enano?, dijo Raditz.

Cállate Raditz, decía avergonzado Gokú.

Milk Ox, la hija de Ox Satán, dijo el abuelo.

Si abuelo ella es mi amiga dijo Gokú.

Es una linda niña, me gusta para nieta dijo el anciano, mientras Gokú sonreía ante lo que dijo su abuelo.

Si gustas hijo puedo pasar por la casa de tu amiga para que te despidas de ella dijo su padre.

¿En serio?, dijo emocionado Gokú.

Y luego dice que solo es su amiga dijo Raditz haciendo reír a su familia.

Si hijo en serio, solo indícame como llegar, dijo Bardock aún riendo.

Si padre, si quiero pasara verla antes de irnos, dijo Gokú.

Casa de Milk:

Una bella jovencita pelinegra miraba entristecida através de la ventana de su habitación mientras con un pañuelo cubría su nariz.

Gokú me duele mucho esta separación, pensaba la pelinegra mientras retiraba el pañuelo con rasgos de sangre.

El timbre de la casa de la pelinegra sonó y su padre fue abrir la puerta encontrándose con Gokú que había pasado a casa de su amiga a despedirse de ella mientras su familia lo esperaba a las afueras de la casa de la jovencita.

¡Buenos días señor Ox¡ ¿Estará Milk?, quisiera despedirme de ella porque me voy de viaje con mi familia, decía Gokú con nerviosismo.

Pasa muchacho, ahora la llamo, dijo el gigantesco hombre yendo hacia la habitación de su hija.

Minutos después:

¡Gokú¡ dijo emocionada la pelinegra mientras corría a los brazos de su amigo.

Gokú la abrazo y le dijo al oído con tristeza: ¡vine a despedirme de ti¡.

¿Ya te vas? dijo la pelinegra.

Si, mis padres están fuera en el auto, solo pase a despedirme de ti, dijo Gokú dándole un beso en la frente, ¡te extrañare mucho¡.

Y yo a ti ¡Cuídate mucho¡ y llámame, dijo la pelinegra abrazando con mayor fuerza a su amigo.

Lo haré Milk, y sigue entrenando, ya sabes que dos de esos cupos tienen que ser nuestros decía Gokú sonriendo.

Así será; dijo la pelinegra.

Luego el joven de cabello salió de casa de la pelinegra y subió al auto de su familia. La pelinegra lo vio partir a través de la ventana de su sala mientras unas lágrimas rodaban por sus bellas mejillas, un pensamiento le vino a la mente: me duele mucho separarme de ti.

Horas más tarde:

Hija come, últimamente te veo inapetente, decía preocupado su padre.

No tengo hambre papa, hoy no iré a entrenar, dijo la pelinegra subiendo a su habitación.

La peli negar se acostó en su cama cayendo en un profundo sueño debido al cansancio que sentía.

El teléfono de la casa de la pelinegra sonó su padre fue a responderlo:

¡Alo¡ si con el habla, dijo el hombre.

Los resultado de su hija ya los tenemos, si gusta puede pasar a recogerlos hoy y de lo contrario mañana, decía una joven.

¿Qué tiene mi niña?, dijo el hombre preocupado.

Lamento no poder decírselo, eso se lo dirá el médico, dijo la joven.

Está bien gracias, mañana a primera hora paso por ellos para llevar mi niña con el doctor ese mismo día dijo el padre de la pelinegra cortando al llamada mientras una opresión se le formaba en el pecho.

En una bella playa:

El joven de cabello alborotado miraba el atardecer mientras una extraña opresión en el pecho no lo dejaba tranquilo.

A penas han pasado unas horas sin ti y me siento tan mal, como podré soportar estar dos meses alejado de ti, pensaba el joven de cabello alborotado mientras contemplaba caer la noche.


"EL PODER DEL AMOR"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora