En el transcurso de los 3 días intento salir 2 veces por día, una antes del amanecer y otra al caer la noche, pero todos sus planes se veían frustrados al oír el teléfono y casi de inmediato la contestadora –“¿No te preocupa lo que le pueda pasar?”- era el mensaje que se oía cuando intentaba salir, era la única barrera que le estorbaba.
Quiso burlar la seguridad, pero ya que no razonaba al 100% debido al miedo, le resulto bastante difícil.
Al fin el ansiado viernes llego, traía un suéter puesto de color gris que le quedaba extremadamente grande y holgado, casi hasta llegar hasta las rodillas, jeans entubados y desgastados con unos tenis igual de viejos.
Una de las últimas instrucciones que recibió del secuestrador era que no fuera muy llamativa, que pasara completamente desapercibido. Cubrió su oscuro cabello con la gorra del suéter sin dejar rastro de él.
Después de su encierro, salir era lo único que quería y a la vez no. Tomo un taxi hacia el lugar indicado, llegando con 10 minutos de anticipación, la espera parecía interminable, como si el tiempo pasara más lento de la habitual. Hasta que paso un hombre joven común y corriente como cualquier otro, con una chaqueta escolar típica de algún jugador y una gorra roja.
Caminaba cabizbajo, como si quisiera proteger su identidad, al pasar al lado de Nikki le metió la mano al bolsillo del suéter y le dejo un sobre dentro. Desde un punto de vista común parecía que el muchacho había chocado accidentalmente con Nikki.
Sin perder tiempo se dio la vuelta, para tratar de distinguir al muchacho y seguirlo a donde quiera que fuese, seguro iría donde uno de sus jefes, pero este ya se había perdido entre la multitud, después de todo era una de las calles más concurridas a esa hora.
Decepcionada por no haber conseguido información más relevante se apresuró a llegar a casa, dentro de ella se encerró en su habitación, se preparaba mentalmente para lo que pudiera contener el sobre, hasta que su curiosidad y un arrebato de “valentía” lo hizo abrirlo.
Dentro había una hoja doblada en 3, la desdoblo y en ella estaba escrita una carta. Ella esperaba algo típico de una carta de suspenso, donde el criminal hacia una nota con letras sacadas de revistas, o algo parecido.
Una vez más se decepciono, el trozo de papel era todo lo contrario.
Estaba escrita con una letra fina que denotaba elegancia y posiblemente estatus, podría jurar que hasta se encontraba perfumada con un aroma crítico dulzón.
-“Este estúpido quiere jugar conmigo”- fue lo único que pensó y comenzó a leerla:
Lejos de Londres podría estar,
Intenta encontrar este lugar
Ven, acércate y lo
Encontraras, ten cuidado pues puedes fallar.
Recuerda muy bien lo que estás buscando
Por qué en juego lo puedes poner
O ¿es que acaso lo quieres perder?
O ¿es que acaso no sabes qué hacer?
Lamento que esto sea corto, pero esto así debe ser.
-¿Pero? ¿Qué es esto?- se dijo Nikki indignada, no era una nota, solo contenía puras líneas sin sentido alguno, escritas cuidadosamente en verso, lo único que creía que le ayudaba era el inicio.
-“Lejos de Londres podría estar”- repaso mentalmente, ya no era tan tonta, ahora se sentía libre, libre de aquel miedo que le causaba aquel maniático que ni siquiera conocía.
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Una pequeña obsesión
Mystery / Thriller¿Qué tan lejos llegarías por recuperar a quién más te importa? ¿Sacrificarías todo? ¿Todo? Todo significa decir adiós a tus padres, a tu casa, a todo lo que conoces. Dejar todo atrás por la persona que más te importa en este mundo. Inclus...