Dos: Verdades

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Aunque ahora tenía un amigo en quien confiar, seguía sin ganas de ir a la escuela. Estaba dentro del baño cuando por fin tuve el valor de volverme a ver al espejo. No había rastro de la chica alegre que fui hace unos años; en lugar de eso me encontré con una desconocida. Dos surcos oscuros delataban que mi cama me había traicionado y no había podido dormir, había perdido peso, mi pelo estaba crespo de las puntas, ya ni siquiera tenía forma. Todo ese tiempo me había consumido poco a poco. Lucía enferma, y aunque no lo estaba también me sentía así. "¿Cómo llegaste hasta aquí Yulia?", me preguntaba una y otra vez, "¿Qué te paso?" "¿Quién eres?" pero nunca había respuesta. No quería ir a la escuela, pero tampoco soportaba estar ahí sola, donde todo me recordaba a Nadia, donde me enfrentaba diariamente a mis demonios.

Vitya y yo nos volvimos inseparables. Aunque todos le hablaban y lo querían conocer, él no me hacía a un lado. Muchas veces intentaron convencerlo de alejarse de mí, pero nunca hizo caso a los comentarios de los demás y siempre me defendía. Inclusive Elena se había entusiasmado con él. Un día la escuche decir "Vitya es mas atractivo que Vladimir, ¡ops tendré que remplazarlo!" Y sus amigas comenzaron a reír. Ese día sentí miedo, había conseguido un amigo y si a Vitya le gustaba Elena me quedaría sola de nuevo; y quién no se fijaría en ella, era popular y hermosa; estaba perdida.

Vitya llegó poco antes de que iniciara la clase.

-Yul necesito un favor-

-Dime Vit-

-Pero no quiero que te molestes conmigo-

Aquí venía, lo sabía, me dejaría por esa estúpida pelirroja.

-Dime-

-Necesito que me acompañes mañana a una cena con mis papás-

"¿Qué? ¿Una cena? ¿Por una cena me iba a enojar?" Puse cara de interrogación, no entendía nada.

-Pero, necesito que seas mi novia; sólo en frente de ellos lo juro, no tenemos que besarnos, ni nada; bueno, quizá sólo nos tomemos de la mano-

-¿Tu novia?... Vitya ¿Por qué no le dices a Lena? Seguramente ella estaría encantada y no tendrían que fingir mucho, se muere por ti-

¿Por qué dije eso? No lo sé, pero lo dije. Creo que me aterró que mi amigo se interesara en mi en plan romántico. Hay muchos hombres que en cuanto se enteran de tus preferencias saltan haciendo alarde de sus cualidades para ver si te cambian de opinión, como si el convencerte fuera un reto, y de lograrlo presumirlo como muestra de su hombría.

-Yul, Lena no me interesa, y, pues te lo diré así...- Vitya comenzaba a sonrojarse y yo a ponerme cada vez mas nerviosa, "¡Hay no, por favor!" pensaba cuando Vitya me tomó de las manos y se acercó a mi oído.

-Digamos que me gusta mas Vladimir que Lena-

Abrí los ojos tan grandes como pude de la impresión. Si que me sorprendió.

-¡No!, ¿en serio?- Por fin respiraba normalmente ¡puf! Que alivio sentí.

-No estoy jugando Yul, de verdad necesito tu ayuda, si mis papás se enteran me matan.-

-Vit ¿por qué no me lo dijiste antes?, ¡claro que cuentas conmigo!-

-Gracias Yul, pero por favor no le digas a nadie-

-Vitya ¿a quién le voy a decir? ¿A Elena? – dije riéndome

-No claro que no-

Genial, ahora mi mejor y único amigo también era gay. Al día siguiente Vitya me llevó a casa. Según el quería prepararme para conocer a sus papás. Creí que me hablaría de ellos y de su relación la cual prácticamente era nula, pero, en vez de eso, me arregló el cabello y me maquillo. Era la primera vez que lo veía de esa manera, emocionado por peinarme, me trataba como si fuera una muñeca y él jugara conmigo. Era cómico verlo con el cepillo quejándose de los nudos en mi cabello.

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