Siete: Dudas

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Cuando llegamos a mi casa me fui directo a la cocina a preparar café. La temperatura estaba bajando rápidamente y Vitya y yo nos estábamos congelando.

-¿Y tus papás?- me preguntó entrando tras de mi.

-Aún no regresan, mi abuelita sigue enferma.-

-¿Entonces nos podemos portar mal?- dijo sonriendo sugerente.

-Sabes que no funcionaría-

-Lo sé, lo sé. No me funciona contigo- dijo riéndose

Nos sentamos en la barra de la cocina a beber nuestro café.

-¿Sabes que no estoy de acuerdo con esto?-

-Vit, no me gustan los hombres- respondí intentando hacer una broma.

-No hablo de eso tonta, me refiero a Lena-

-Lo sé- dije sin voltear a verlo.

-No puedo creer lo que estas haciendo. No eres mejor que ella-

¡Auch! Lo miré molesta.

-¿Por qué me dices eso?-

-Porque es la verdad, estas haciendo lo mismo que ella te hizo a ti.-

-Pero Vitya no puedo perm...-

-Nada, no vas a sacar nada de esto, mas que devaluarte como persona, y no quería que siguieras sin antes decírtelo-

-¿La estas defendiendo?-

-No Yul, te estoy defendiendo a ti, eres mejor que esto.

No sabia que responder a eso; la seguridad y las ganas de venganza se estaban disipando, pero sabía que tenía que ser firme o Elena me destrozaría.

-Te quejabas de lo bruja que se portaba contigo, pero estas igual. ¡Y aparte estas convirtiendo tu sexualidad en un circo!-

-Lo sé, ¿qué hago Vitya?, no me puedo echar para atrás, yo ocasioné esto; y me hace sentir mal, de verdad, pero no podía soportar que ella se burlara de nosotros por ser gays cuando es más lesbiana que yo.-

-Lo sé, sólo no seas tan perra con ella-

-¡Pero se lo merece!-

-Lo sé, pero si vas a ser su verdugo, entonces no eres la chica que conocí. Creo que ahora te prefiero con los nudos en el cabello- dijo antes de soltarse a reír.

Entonces comencé a dudar, Elena se lo merecía, eso estaba claro. Pero Vitya tenía razón me estaba volviendo igual a ella, en cierta forma.

-Sigo aquí- dije dejando mi tasa sobre la barra.

-También lo sé, por eso te lo dije-

-Pero no puedo dejar esto a medias, entiéndelo; mi orgullo esta de por medio-

-Hay Yulia, te vas a lastimar tu misma-

A la mañana siguiente cuando desperté estaba lloviendo. Hacía mucho frío como el día anterior. Me encantaba ver las gotas de lluvia recorrer el cristal de mi ventana; me senté sobre el baúl debajo de esta y saqué un cigarrillo. Tenía tiempo que había comenzado a fumar a escondidas de mis padres, pero nunca lo había hecho en mi habitación. ¿De verdad deseaba hacerla sentir así? Yo había pasado por lo mismo y sabía lo que se sentía estar sola. Alguna vez la quise mucho, ella me hacía sonreír, y había sentido lo mismo que yo hacia la misma persona. ¿Qué hubiera pasado si Nadia se hubiera enamorado de Elena? ¿Hubiera reaccionado igual que ella? ¿O me hubiera echo a un lado para que fueran felices? Me conozco y sé que hubiera agarrado a patadas lo primero que tuviera enfrente pero de ahí a hacerle la vida imposible a Lena... no lo sé.

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