simplemente mía
Dos semanas solas me harán bien, dos semanas servirán para sanar mi corazón. Dos semanas lejos de ella simplemente… dolerán.
¿Por qué todo se fue a la mierda? ¿Por qué simplemente no podemos estar como antes? Ese beso fue deseado por las dos, no debió tener esa reacción. Ni siquiera las chicas se molestaron o algo por el estilo. Solo ella y su miedo.
No la culpo, soy consciente de que mi madre hablo con ella, con ambas, pero maldita sea, ambas deseábamos ese beso, y al menos yo por mi parte no me arrepiento. No porque fui su primer beso. Solo de recordarlo hace que mi corazón lata con tanta intensidad que siento que se saldrá de mi pecho. Con ese beso inicio todo.
Pero todo cambio, ella simplemente se alejó, pidió espacio. Y ahora, ahora me cambio por ella. ¿Acaso no nota el maldito dolor que me provoca todo este tira y afloja? ¿Acaso no siente la misma necesidad que yo? ¿Acaso no me extraña como yo?
He llorado en las noches por ella hasta quedarme dormida, para seguir llorando en sueños, por ella. ¡Todo por ella y ni cuenta se da!
Suspiro pesadamente, recostada en mi cama, dejando que mi mente vuele hasta esa tarde.
Flash back
-¡Nos vamos a morir! –prácticamente grito Camila.
-Cálmate, en cualquier momento nos sacan –contesto una nerviosa Mani.
-¿Estas rezando Ally? –pregunto Dinah intentando contener la risa.
-¡Si! No quiero morir aquí, soy demasiado joven. ¡Dios aun no por favor! –suplico mirando el techo metálico del elevador.
-¿Qué ocurrió? –pregunte por el intercomunicador de emergencia.
-El golpe de calor provoco un apagón en toda la ciudad, estamos trabajando para abrir manualmente las puertas del elevador y poder sacarlas lo antes posible –respondieron del otro lado.
-¡Vamos a morir! –volvió a gritar Camila.
-Lolo la calmas tu o le doy un golpe en la cabeza para que reaccione –una nerviosa Dinah comento, en cierto modo ese tipo de comentarios que estaba haciendo Camz me estaban poniendo nerviosa también.
-Hey Camz, tranquilízate –me acerque hasta donde estaba –en cualquier momento nos sacan, ya lo escuchaste –acaricie su cabello. Sentí un cosquilleo pasar por mis manos, estar cerca suyo cada vez era más y más difícil.
-Lolo tu viste esa película conmigo –se abrazó a mí –quedaban encerrados en un elevador y ¡Ay no! –grito prácticamente en mi oído.
-¡Auch Camz! ¡Calma! –me queje cerrando mis ojos y alejando lo más que podía mi cabeza de ella, sin dejar de abrazarla.
-Lo siento, es solo que tengo miedo –enterró su cabeza en mi cuello. Mi cuerpo reacciono haciendo que mi piel se erizara, intente ignorar eso.
-Tranquila, pero eso no nos puede ocurrir a nosotras –acariciaba lentamente su cabello –por que las personas del elevador eran malas, tenían un pasado oscuro si mal no recuerdo –intente hacer memoria –y que yo sepa, tú no eres una persona mala, y tampoco las chicas –voltee a verlas.
-Yo no estaría tan segura Lauren –me corrigió Dinah –tu haz sido una chica muy pero muy mala –me guiño un ojo, me sonroje.
-No tengo un pasado tan oscuro, un beso entre amigas no es nada –intente controlar el rubor cubría todo mi rostro.
Todas soltaron la carcajada inclusive Camila, era cierto. Hace un tiempo les había contado que jugando con Alexa y Vero terminamos besándonos, en más de una ocasión, pero nada más. Éramos mejores amigas y teníamos la suficiente confianza como para no provocar ningún conflicto.
-¿Cómo es besar a una chica? –me pregunto Camz aun entre mis brazos. Baje la mirada a su rostro, sus ojos eran tan penetrantes, traje seco.
-Anda Lolo, cuéntanos esos detalles –Mani me alentó.
-Yo opino que nos sentemos porque al parecer esto tardara mucho –hablaba Ally mientras se sentaba en el suelo.
-Entonces Jauregui, cuéntanos –Incito Dinah.
-Hmm pues no estoy segura que quieren que les cuente –hable mirando a cada una –besar a una mujer es como besar a un hombre, solo que sus labios son más suaves, más tiernos, más delicados –comencé a relatar conforme iba recordando los besos con Alexa –solo que debes saber controlarte, porque besar a una mujer es tan… diferente a la vez, que puedes perder la cabeza con facilidad –sonreí al recordar ese beso con Vero.
-¿O sea que tus besos no eran besos inocentes? –pregunto Camila, voltee a verla y otra vez esa mirada.
-Eran inocentes, pero una vez… -no podía contar esto mirándola a la cara –una vez me deje llevar con Vero, que terminamos recostadas sobre el sillón de su casa. Sentir el cuerpo de una mujer debajo de tuyo es… asombroso –trague seco, no debía recordar eso teniendo a Camz entre mis brazos, ella provocaba lo mismo que Vero en ese beso sin siquiera tener sus labios sobre los míos, o su cuerpo debajo del mío.
-¿Tuvieron relaciones? –la voz de Ally soltó sorprendida, provocándome una carcajada.
-No, somos amigas nada más, mejores amigas –sonreí –después de un rato frene el beso y le dije que era hora de irnos al cine o llegaríamos tarde. De lo más normal, solo que ambas teníamos los labios hinchados, el cabello desordenado y bueno… cierto calor innecesario en ese momento.
En cuanto termine de hablar todas soltaron la carcajada, excepto Camila quien me miraba con tantas preguntas reflejadas en su rostro. Pero no quise darle importancia, de por si ella era la más inocente de todas. No dudo en que no entendiera la situación.
Después de mi anécdota, las chicas comenzaron a hablar de cualquier cosa para matar el rato, intentábamos comunicarnos con los de afuera mediante nuestros celulares, pero nadie tenía señal. Camila seguía entre mis brazos, no se había movido en ningún momento.
Las demás estaban ¿Dormidas? Enfoque bien mi mirada en ellas, no podía creerlo, de un momento a otro se habían quedado dormidas. Aunque es comprensible, últimamente ninguna ha dormido como antes, esto de ganar fama tiene sus desventajas.
-¿Tú también estas dormida? –sentí la voz de Camila en mi cuello.
-No –simplemente conteste con la garganta seca.
-No entiendo cómo pueden dormir –se alejó un poco para verme a los ojos.
-Están cansadas, tú también lo estas –acaricie su mejilla provocando que ella cerrara los ojos.
-Hmm si, un poco, pero prefiero hablar contigo –al abrirlos su mirada guardaba tantas preguntas.
-Suéltalas –simplemente le dije. Sabía que no había preguntado nada porque las demás habían desviado el tema, pero ahora dormían y era en cierto modo más íntimo para nosotras.
No lo pensó dos veces, salió de mis brazos y se sentó frente a mí. Admito que prefería tenerla abrazada a mí, junto a mi cuerpo.
-¿Cómo que calor innecesario? -¡Demonios! De todas las preguntas tenía que hacer específicamente esa.
-Hmm… -simplemente no sabía que contestar.
-Suelta lo primero que se te venga a la mente, entiendo si me hablan directo y no me avergüenzo –contesto dándome confianza, y a la vez provocando un rubor en mis mejillas.
-Si no nos hubiéramos detenido hubiéramos tenido relaciones, lo más probable –solté de la nada. Ahora era ella quien se sonrojaba.
Ninguna dijo nada, simplemente nos mirábamos. Una mirada intensa, demasiado profunda. No me controle y acaricie su mejilla aun teñida por el sonrojo.
-Me gusta cuando te sonrojas –susurre.
-Me gusta la intensidad con la que me miras –dijo de repente. Mi corazón latía rápido, el control se me estaba yendo de las manos.
-Quiero besarte –sin darme cuenta susurre.
-Hazlo –fue su única respuesta.
No lo pensé dos veces, porque sabía que me arrepentiría si así lo hacía, simplemente me acerque lentamente a ella, posando delicadamente mis labios sobre los suyos. Mi cuerpo exploto en miles de sensaciones.
Sentir sus labios era algo nuevo, nada comparado con besar a Alexa o Vero, era aún mejor. Poco a poco comencé a moverlos, a darle ritmo creando una sincronía casi perfecta. Sentí sus manos posarse en mi rostro, como impidiendo que me alejara. Sinceramente no pensaba hacerlo.
Estaba perdiendo el poco control que me quedaba con ella, lentamente pase mi lengua por su labio inferior pidiendo permiso para entrar en su boca y por fin hacerla mía, esos labios eran míos, yo era su primer beso y siempre lo seria. Aunque con su manera de besar pareciera que ya tuviera experiencia.
Sus labios se abrieron en cuanto mi lengua rozo su labio inferior. Adentrarme en ella, fue mi perdición, sentir su dulce sabor. ¡Adiós control! Sujete su cadera para atraer su cuerpo junto al mío. Se sentó sobre mis piernas, dejándome completamente loca.
Acaricie su cintura intentando atraerla más. Sus manos vagaban por mi rostro, mi cuello, enredando mi cabello. Necesitaba controlarme, pero no quería hacerlo.
A lo lejos escuchamos como alguien se aclaraba la garganta. Rápidamente nos separamos y ambas sentimos pavor, lo pude notar en su mirada asustada. Sus labios estaban hinchados, incitándome a besarlos nuevamente. Supongo que los míos estaban igual, pues sus ojos no dejaban de mirarlos.
-¿Entonces así besabas a Alexa? –era la voz de Dinah, acompañada por la risa de las demás.
¡Mierda se habían despertado! Sentí el cuerpo de Camila tensarse, aclare mi garganta también, acaricie su mejilla intentando tranquilizarla. Intento levantarse para sentarse a mi lado, pero se lo impedí, le ayude a que se acomodara en mi otra vez, pero ahora mirándolas a ellas. Nuestras mejillas estaban sonrojadas, tanto por el intenso beso como por la interrupción de nuestras amigas.
-No, así no –hable por fin.
-¿Qué cambia? –pregunto Mani, sentí la mirada de Camz en mí.
-Todo –la mire de vuelta y sin poderme contener, le di un suave y rápido beso.
-Por fin dieron el paso, ya se habían tardado –hablo Ally –ustedes dos hacen muy bonita pareja, tienen nuestro apoyo, ¿Verdad chicas? –volteo a ver a las demás.
-Claro, solo procuren no tener otra muestra de amor frente a nosotras –Dinah nos guiño un ojo.
De un momento a otro sentimos el aire fresco entrar por las rejillas de ventilación, había terminado el apagón y en cualquier momento saldríamos de aquí. Todas nos pusimos de pie y arreglamos nuestra ropa, en especial Camila y yo.
Antes de salir del elevador le guiñe un ojo, dándole a entender que en cuanto estuviéramos a solas hablaríamos de nosotras.
Flash back.
-Maldito recuerdo –maldije para mi misma.
Esa misma noche habíamos hablado y ambas decidimos ir despacio, pero eso no evitaba que de vez en cuando volviera a probar sus labios.
Nuestros encuentros clandestinos eran en cualquier lugar, simplemente era para robar un dulce beso de sus labios, esos labios me tenían loca. ¡Me tienen!
Muchos nos preguntaban que sí que había ocurrido mientras estábamos encerradas en el elevador, pero nadie decía nada, las chicas nos apoyaban. Y nosotras al recordarlo simplemente sonreíamos y nos mirábamos cómplices.
Pero todo cambio de repente. Todo se fue a la mierda.
Mi madre hablo con ella. Hablo con nosotras.
Flash back
-Siéntense las dos –nos ordenó mi madre, algo me decía que no saldríamos bien libradas de esta.
-¿Qué ocurre mamá? –pregunte temerosa.
-Eso me pregunto yo ¿Qué ocurre entre ustedes? –todo se detuvo, mi madre nos había descubierto.
¿Qué podía hacer ahora? ¿Negarlo o aceptarlo? Voltee mi rostro hasta observar a Camila, su mirada estaba fija en algún punto del suelo. Sin dudarlo tome su mano y armándome de un valor que no sabía que tenía mire a mi madre.
Trague seco. Su expresión era fría, me dio miedo.
-No pueden –simplemente dijo -¿Saben lo que le provocaría esto a la banda? ¿Lo saben?
-Nadie lo sabrá, será nuestro secreto por un tiempo –mi garganta seguía seca, apenas podía hablar. Mire a Camz buscando apoyo, ella simplemente asintió, sus ojos estaban llorosos.
-Yo quiero a Lauren –desvió su mirada de mi para observar a mi madre –y soy capaz de callar todo esto que siento con tal de estar con ella –sentí mi corazón a punto de estallar, ella era perfecta.
-Tendrán que enfrentarse a muchas críticas si alguien se entera, aun creyendo que ustedes son amigas, muchos ya hablan de “camren” –apretó la mandíbula -¡Ya están a la vista de todos! –grito, provocando que Camila me soltara.
-Tendremos cuidado mamá, lo prometo –sin darme cuenta las lágrimas ya caían por mis mejillas, no quería perderla.
-Seremos discretas –la mano de Camila sujeto la mía con fuerza.
Mi madre no hizo más que asentir con la cabeza y salir de la sala. En cuanto cruzo la puerta Camila se lanzó a mis brazos, sentir como sollozaba partía el alma. Sabía que ella sentía el mismo miedo que yo. Mi corazón me lo decía.
Flash back.
Luego poco a poco se fue alejando. Ya no había miradas cómplices en las entrevistas, ni se sentaba a mi lado. Prefería irse con Dinah, compartir con esa sus juegos, sus bromas, todo con ella. ¿Y yo donde quedaba? ¿En qué momento se acabó lo que teníamos?
Una tarde después de una entrevista la encare. Era el colmo pues al llegar al hotel me di cuenta que sus cosas ya no estaban en la habitación que compartíamos. En su lugar estaban las de Mani.
Flash back.
-¿Y Camila? –pregunte al ver que Mani sacaba algo de su maleta para dejarla sobre la que debería ser la cama de Camila.
-En la otra habitación, me pidió que cambiáramos, lo siento –se disculpó con pena reflejada en el rostro.
Tanto ella como las demás habían notado ese cambio repentino en Camz.
Salí de la habitación hecha una furia, mis puños estaban cerrados por el coraje. No tarde ni un minuto en llegar a la otra habitación y toque. Ella atendió.
-¿Por qué? –fue lo único que pregunte.
-Entra, aquí no hablaremos –me hizo pasar, pero con la misma Dinah y Ally salieron de la habitación dándonos un poco de intimidad.
-¿Por qué? –volví a preguntar, necesitaba esa maldita respuesta.
-Porque necesito tiempo –me miro a los ojos.
-¿Qué? –Estaba en shock -¿Cómo que tiempo? ¿Qué pasa? –intente acercarme, pero ella me freno.
-Eso, necesito tiempo alejada de ti, necesito aclarar mi mente –se cruzó de brazos desvió la mirada.
-¿Aclarar? –No podía creerlo -¿No me quieres? –pregunte con temor a la respuesta.
-Sinceramente, no sé qué es lo que quiero –mi corazón se rompió.
Salí de la habitación con lagrimas en los ojos y mi corazón roto.
Flash back.
¿Por qué me había hecho esto? ¿Por qué había jugado conmigo de esa manera? ¡Yo la amo! Y a ella parece valerle una mierda.
No sabe lo difícil que es verla sonreír con alguien más, ver como tiene complicidad con alguien más. La misma complicidad que tenía conmigo hace un tiempo atrás.
Me duele ver y saber que la única relación que tiene conmigo es puramente profesional. Inclusive en los shows se “olvida” de nuestro paso. ¿Por qué tuvo que ocurrir todo esto?
Sé que lo único que tiene es miedo. Sé que me extraña de la misma manera en que la extraño yo, pero es hora de que sea ella quien me busque. Me canse de suplicarle que regresara a mi lado, de que recuperáramos esa complicidad que teníamos.
Estoy cansada. La amo tanto que duele.
La amo tanto que el simple hecho de que pueda enamorarse de alguien más me mata. Me duele verla con Dinah, aunque solo sean amigas. Porque en su momento así iniciamos nosotras, primero como amigas, para después volvernos el amor de la otra.
Cierro mis ojos dejando que las lágrimas caigan libremente. Dejándome que el sueño me envuelva, rogando porque estas dos semanas sirva para sanar un poco mi corazón, y para que ella pueda abrir los ojos y se dé cuenta que no podemos estar separadas.
Que ella es para mí, como yo lo soy para ella. Que entienda de una vez por todas que a pesar de todos los impedimentos la amo y es mía.
Simplemente mía.