¡Wow! ¡Qué dolor de cabeza! ¡Demonios! ¿Cuánto había tomado la noche anterior? Pero… debía levantarme. Fue en ese momento en que sentí a alguien a mi lado, es más, el peso estaba en mi brazo y mi pecho… ¡Joder! ¿Qué había hecho? Ni siquiera quise abrir los ojos, a parte, el sol me cegaba, no quería ni ver quién estaba conmigo. No sé cómo alcancé el control de la persiana y la bajé… ¡Uff! por suerte estaba en mi departamento, ahora sí abrí lentamente los ojos, levanté un poco la cabeza y ví quien era.
¡Rayos! Hubiera sido mejor que no hubiera visto, ¿cómo demonios había llegado esa chiquilla a mi cama? No recordaba nada, bueno, rememorando, anoche había estado deprimida, después de pensarlo decidí ir a un bar de mujeres que me habían recomendado, no precisamente por lo bueno que era sino por lo discreto; al principio había tenido dudas pero cuando ella me vio y me sonrió la reconocí completamente. Era la misma chica del café que estaba a espalda de mi oficina, también había sido mesera en ese bar por lo que vi, se acercó y me dijo:
-Buenas noches…- Tenía una voz melodiosa y dulce, me gustaba.
-Hola… ¿Así que trabajas aquí también?
-Si. Los fines de semana. Para ganar algo extra. Las propinas son buenas.
-Es un sitio tranquilo.
-Hasta ahora. Dentro de una o dos horas se abre la pista de baile y ya verá.
-¿Ah si?
-Se divertirá…
-Espero.
-¿Como?
-Nada, nada.
-¿Su… su amiga?
-¿Alexa? -me reí- no lo sé… tal vez con su nuevo amor por ahí…
-Usted… ¿usted y ella…?- Vi en sus ojos una curiosidad tremenda y le dije algo sarcástica.
-Si lo que quieres saber es si éramos pareja…
-Yo… yo no… lo siento… Permiso… -retirándose-
“Creo que la había herido porque se había puesto colorada. Me sentí culpable, tome su brazo y le dije”
-No tienes porque disculparte. Más bien discúlpame por la grosería.-No… no…
-Si, discúlpame. Alexa y yo terminamos… por motivos… circunstanciales. Solo te puedo decir eso…
“La mire y tenia el rostro algo apenado.”
-Creo que debes ir a atender esa mesa… te llaman.
-Si… yo… cualquier cosa solo pídamela.
-Ok.
Y se alejó, mientras lo hacía pude observarla bien al fin, no lo había hecho nunca, porque cuando estuve con mi… ahora ex, nunca miré a otra mujer; había amado a Alexa como a nadie en mi vida, a pesar de lo que me hizo sentía que ella sería el amor de mi vida, fue en ese momento cuando me sentí completamente devastada, pensar que había perdido al amor de mi vida ;entonces a ese tequila le siguieron algunos más, hasta que como me dijo esa chiquilla, abrieron la pista de baile y una mujer que aparentaba de mi misma edad me vino a sacar a bailar, yo pensé y me dije que no le debía explicaciones a nadie, así que bailé, y bailé como nunca, y no fue la única con la que lo hice.
Cada vez que intentaba llegar a la barra siempre me jalaban de alguna mesa y me quedaba con el grupo que estaba allí, vagamente recuerdo que en un momento vi a esa chiquilla sin su traje de mesera y se acercó a mí.