La miraba desde su asiento, como su cabeza descansaba en el hombro de esa señora que tan amable había sido al no moverla en cuando la sintió dormir casi sobre ella. Le dolía que no fuera a su lado y que no fuera ella quien cuidara de su sueño, pero de cierta forma lo entendía.
No, mentira.
No entendía porque seguía poniéndose de esa manera si sabía que todo lo que estaba haciendo era por el bien de las dos. «¡Él cree que estas en esta estúpida relación porque de verdad lo quieres!» Recordó lo que le había gritado en la última discusión que habían tenido.
Y tenía muchísima razón, LuisF era su amigo de años, pero no confiaba en él como para confesarle la verdad, además de que sabía que no le ayudaría con esto. Por lo tanto tenía que fingir que realmente estaban en una relación. Lo más difícil de todo eran los momentos cuando estaban a solas y él quería besarla, la mayoría de las veces pensaba algún pretexto y funcionaba, pero otras, bueno… Camila le besaba mucho mejor.
Diez minutos más tarde ambas chicas descendían del avión en busca de sus maletas para luego encontrarse por fin con sus familias.
-Camz… Camila –le llamo la chica de ojos verdes, no obteniendo respuesta –Camila te estoy hablando –la sujeto del brazo antes de salir del pasillo.
-¿Qué quieres? –pregunto sin voltear a verla.
-¿En serio vas a estar así? Sabes porque hago todo esto –susurro acercándose un poco para que nadie más lograra escuchar lo que decía.
-Sí, lo sé, pero tu entiende que todos tenemos un límite –se soltó del agarre de la mayor y camino en busca de su maleta.
Lauren pasó sus manos por su rostro intentando no gritar de frustración en ese mismo momento. Respiro profundo un par de veces y camino en la misma dirección que Camila. Como era de esperarse la menor ya había comenzado a caminar hacia ambas familias, prácticamente corriendo cuando vio a su hermana menor y a sus padres.
Sonrió al ver la escena tan tierna, giro un poco la cabeza y logro ver un poco más adelante a su propia familia. Su padre extendió los brazos mientras caminaba hasta ella, pero no lo soporto. Dejo la maleta sin importarle nada y corrió a sus brazos, lo había extrañado tanto.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas al sentir esa paz que su padre le brindaba, solo existían dos personas con las que podía sentirse completamente segura, él y Camila.
-No llores Lolo –sonrió su padre también con un nudo en su garganta amenazando.
-Te extrañe tanto –sollozo abrazándolo más fuerte.
Luego de su momento sentimental con su padre, abrazo a su madre de igual forma, para luego prácticamente brincar a los brazos de su hermana menor y volver a llorar por estar por fin a su lado. Escucho como alguien tosía detrás de ellas y recordó que alguien más los había acompañado. Su novio.
-Mi amor –hablo él mientras la abrazaba.
-Hola –simplemente hablo cortando el abrazo rápidamente para secarse las lágrimas.
-¡Hola Lolo! –escucho la suave voz de la menor de los Cabello mientras sentía como se colgaba en su pierna.
-¡Sofí! ¡Mira que grande estas! –casi grito mientras intentaba abrazarla sin lograrlo del todo.
-Sofí, compórtate mija –escucho la voz de Sinu –Querida… –la abrazo fuerte también.
-Sinu, ¿Cómo está? –la miro con una sonrisa después del emotivo abrazo.