Del Brazo Y Por La Calle.

CAPÍTULO 5

-¡Eres una estúpida!- Fue el grito que resonó, junto con una bofetada, en la recamara de Elisa Leagan.- ¿Cómo es posible que hayas dejado a Nicholas, para venir a buscar al mugroso chofer?-

-Por favor mamá- suplico Elisa- ¡no soporto a la familia de Nicholas, son unos corrientes! Además quería ver a Albert-

-¿Qué? ¿Querías ver a Albert? ¿Qué clase de respuesta es esa?-

-Pues...pues, yo no quiero a Nicholas madre, ¿qué quieres que haga?-

-¿Y exactamente que clase de respuesta es esa?- Sara se le quedó viendo a su hija, entre cerró los ojos, quería tener el poder suficiente de entrar en su cabeza y saber qué estaba pensando. Elisa esquivo la mirada de su madre, y ahí llegó la comprensión.-¿Fuiste tan estúpida de enamorarte del chofer?- Elisa vio a su madre, abrió sus ojos lo más que pudo, ¿cómo se había dado cuenta?

-No me veas así que no hice nada extraordinario. Ya lo sospechaba- dijo derrumbándose dramáticamente en la cama- Era lógico, por algo no querías ir de buena gana a Florida. Por eso, de repente, me dijiste que te irías, lo viste con Mary, y pensaste que él iría detrás de ti. ¿Cómo es posible que hayas hecho eso? ¿Qué parte de "puedes tener las aventuras que quieras, siempre y cuando no te enamores", no entendiste?- dijo con lágrimas en los ojos.

-¡Ya madre! ¿Y a ti qué más te da? ¡Tu ya tienes tu futuro asegurado, por eso te casaste con Richard, ¿O no? Lo que yo haga o deje de hacer no es tu problema. Ya soy lo suficientemente mayorcita para que te metas en mi vida!! Y para que lo sepas, SÍ, sí estoy enamorada de Albert, y no voy a descansar hasta que el admita que siente algo por mí- En este punto Elisa ya estaba bañada en lágrimas.

Milagrosamente su madre había pasado del llanto a la risa-¿Admita qué está enamorado de Ti? ¿Qué admita que? Te tengo noticias querida hija, él nunca admitirá nada, porque no está enamorado de ti. ¡Me estás diciendo que te rechazó! ¿Qué crees que signifique eso? Hija entiende- ahora cambió de táctica- yo lo hago por tu bien, Nicholas te quiere, y sí, sé que su familia no es como nosotros, pero tiene el dinero suficiente para sacar adelante el legado que nos dejó tu padre- ahí estaba, Sara sabía que con la mención de su padre sacaba cualquier cosa de sus hijos.

-¿De mi padre? ¿Qué quieres decir? Además el legado de mi papá, como tu le llamas es un hotelucho asqueroso, en donde ni siquiera se paran las moscas-

-¿Y no lo ves? Cuando tú te cases con Nicholas, podrás disponer del dinero necesario para restaurar el hotel y hacer que vuelva a sus días de gloria. Piénsalo, hazlo por tu padre. Yo lo haría pero sabes del acuerdo prenupcial que firmé y aun cuando Richard quiera darme algo, tendría que aprobarlo la familia de la muerta, y eso sería como una humillación para mí.-

-Está bien madre.- le dijo secándose las mejillas- de todas maneras, creo que ya se está consolando con Candice. Ayer estaban juntos-

-¿Con Candice?- Vaya, vaya eso sí que era novedad, pensó Sara- Y...¿Estaban juntos como...?

-¡No! Estaban platicando, pero tal vez a él le guste- terminó la chica bajando la mirada, quería volver a llorar pero no quería que su madre la viera.

-Vamos no te entristezcas, estoy segura que no pasara nada entre ellos. Pero sí pasará algo entre Nick y tú. Háblale e invéntale cualquier cosa. Pero tranquilízalo. Ah y ten mucho cuidado no creo tener que recordarte, que Candice y Nick son amigos, y si ella se llega a enterar de lo que tuviste con Albert, estoy segura que terminará diciéndoselo. ¿Puedo confiar en ti?-

-Claro que sí, ya lo sabes. Ahora por favor, ¿me puedes dejar sola? Tengo que llamar a Nicholas y decirle que me secuestró pie grande- dijo sarcásticamente.