Henry adoptó una expresión abatida.
- ¿Qué sucedió? - Le preguntó, confundido.
Emma se sentó en una silla junto a la cama y lentamente empezó a contar todo lo que había sucedido. Cómo Regina había tenido recuerdos de ella en las minas y en el jardín, y cómo había echado a perder el plan de tratar de apresurar las cosas, dejando de lado las partes en las que ella era agresivo con Regina. Su voz temblaba y no podía llevar a cabo pequeñas lágrimas calientes que se le escapó a los ojos.
- Es que ... - dijo con tristeza - Yo sólo quería tener que volver. De cualquier manera. Pero eso no quiere ser.
Henry pareció sorprendido y dolido verla tan triste. El chico se acercó a ella y se secó las lágrimas con cariño.
Emma le tocó la mano y dijo:
- Lo siento, chico. No debería estar llorando delante de usted. Usted no tiene que sufrir por ello.
- Y tú tampoco. - Henry dijo, tratando de animarla - El plan no fue un fracaso total. Mi madre le recordaba! Bueno, quizás no lo que eres, pero están despertando lentamente sus recuerdos! ¡Nosotros vamos a conseguir!
Emma pensaba en ello, castigándose mentalmente por permitir tener más esperanza.
- Lo sé, pero ... A partir de este punto? Todavía no me creyó, ella todavía piensa que estoy loco, y no me deja más cerca de ella nunca más.
Henry suspiró pensativamente.
- Así que tal vez debería dejar de tratar de hacerla recordar. Tal vez deberías ... conquistar el nuevo Regina.
Emma no comprendía.
- Pero ... El objetivo aquí no es para romper la maldición?
- Sí, pero tal vez es sólo que se romperá! - Dijo, muy entusiasmado con su línea de razonamiento - La última vez que se rompió la maldición y me dio un beso de amor verdadero, ¿verdad?
- Te puedo dar otro en cualquier momento - dijo Emma, agachándose para besar al niño en la frente. Nada extraordinario sucedió.
- No funcionará - explicó Henry - Porque no estoy maldecido. La última vez, estaba bajo una maldición para dormir. Pero esta vez ... me no que tiene que besar.
Emma fue tomada por sorpresa.
- ¿Qué está tratando de sugerir?
- ¿Y si le das un beso del verdadero amor a mi madre ... Ella va a recordar todo y la maldición se romperá. - Dijo, sonriendo con suerte.
- Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que puedo romper esta maldición?
- Nosotros no podemos. - Dijo Henry - Pero tenemos que tener esperanza. Tal vez Regina ha recordado que antes de ser liberado de la maldición, tal vez ella dejó una toma de corriente como el oro deja en la maldición anterior.
- ¿Crees que lo pensaría?
- ¡Claro que sí! Mi madre es inteligente, y de gran alcance. Ella no sería maldita sin pensar en una manera de escapar, estoy seguro.
Emma se secó la cara. No quería dar falsas esperanzas, pero al mismo tiempo quería desesperadamente creer esa posibilidad. Confundida por sus sentimientos, decidió escuchar al niño, que no quería decepcionar. Henry amaba Regina, después de todo, y sería cruel de la que ella tome la esperanza de ella.
- Así que ... tengo que besar a Regina? ¿Eso es todo?
- No sé, pero es una posibilidad. Y debe ser beso de amor verdadero. Realmente la amas, ¿verdad? - Pregunta de Henry.