CAPÍTULO 3

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– Tienes un segundo para soltar a ese mocoso, él es mío. - Un silencio pesado se formó en el ambiente, el hombre de mi padre me miraba desafiante, apretó el agarre en el cuerpo del mocoso, dejando ver una mueca en su rostro.

– Siquiera te atreves a dejarle, aunque sea un rasguño juro que te mato. - Escuche una leve risa, supe de inmediato de dónde provenía, el infeliz de Yoongi siempre se divertía con todo esto.

– ¿Por qué debo entregártelo? - Una sonrisa se formó esta vez en mis labios.

– Eres imbécil o te haces, ya te lo dije: Ese mocoso es mío, me pertenece. - El idiota me siguió mirando fijamente, sus ojos eran desafiantes, no temía de mí, me encargaría personalmente de que lo hiciera.

– ¿Y si no quiero entregártelo? Después de todo este mocoso también nos pertenece, su padre nos lo acaba de dar para pagar lo que nos debe. - Miré el rostro del infeliz con el que hice la apuesta, en su rostro podía ver claramente odio y rencor.

¿Qué pasó entre ellos? Miré esta vez los ojos del mocoso y vi en su mirada tristeza, el miedo era algo que no lo tocaba, pero, si la tristeza, un inmensa tristeza y desolación.

– Fácil si decides no entregármelo te mato, sabes muy bien quien soy, de quien soy hijo y te darás cuenta de que si tengo que matarte lo haré sin ningún escrúpulo. – respondí sin más mientras llevaba mi mano a la cinturilla de mi pantalón sacando de ahí una pequeña pistola, la levanté para luego apuntarle.

– Tú decides, me das al mocoso o te vuelo los sesos. - Vi claramente duda implantarse en su rostro, ya no se veía tan confiando como antes, sus ojos ya no eran capaces de mantenerme la mirada. Maldito cobarde.

– Mátalo Park. - Asentí con mi cabeza ante las palabras de Yoongi.

– N-no espera, n-no queremos al mocoso. Llévatelo, es todo tuyo. - Su voz sonó nerviosa, soltó al mocoso para luego empujarlo hacia mí, tuve que abrazarle para que no se estrellase contra el suelo. Su cuerpo temblaba, ahí recién me di cuenta de que él si tenía miedo, solo que no lo demostraba.

– Desaparece de mi vista, si no quieres que me arrepienta y te mate. - Mi voz sonó igual de fría mientras afirmaba el cuerpo de ese mocoso.

– Sí señor, vámonos. – ordenó a los imbéciles con los que andaba y todos desaparecieron de inmediato.

Nuevamente el silencio se formó, quedamos solos.

– Yoongi súbelo al auto, aún tengo cosas que arreglar. - Yoongi por primera vez en lo que llevamos juntos hizo lo que le pedí sin reclamar, tomó el cuerpo del mocoso y se lo llevó. Al momento en que ambos subieron al automóvil me dirigí donde el infeliz que estaba tirado en el suelo.

– Justo a tiempo, si te tardas un minuto más hubieses perdido tu trofeo. - Sonreí ante sus palabras, llevé mis manos a su camisa arrugándola entre mis puños para luego levantarle.

– Eres un maldito hijo de puta, por esta vez perdonaré tu vida y pagaré esas estúpidas deudas, pero, no creas que lo hago por ti, ni por ese mocoso, te tendré vigilado si intentas algo te mataré. - Vi como una sonrisa burlesca aparecía en sus labios, me miraba con desprecio como si no tuviera miedo de mí, y eso me molestaba.

– No creas que te agradeceré, después de todo te acabo de regalar un culito virgen con el cual divertirte, eso paga lo que harás por mí. - Escuchar aquello me dio dolor de cabeza, solté su agarre para luego mirarle desde arriba.

– Eres un asqueroso de mierda, pero, tienes razón. Me divertiré mucho con tu hijo, después de todo para eso es, me lo apostaste como mi puta personal. – dije mientras movía mi pierna y en un rápido movimiento golpeé su abdomen sacándole todo el aire, sonreí al ver como se retorcía al igual que un pez en busca de oxígeno y por el dolor.

PLEASE SAVE ME TONIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora