CAPÍTULO 20

6.7K 712 97
                                    


Destrúyelo, continúa con todo lo que estábamos haciendo. Hazlo pagar. - Mi voz sonaba ronca, estaba tan enojado, que no sé cómo fui capaz de detenerme y no matarlo.

"D-detente, p-por favor d-detente." Sus palabras vinieron a mi cabeza, escucharlo en ese momento me hizo sentir tan extraño, mi cuerpo se sintió tan cálido, por un momento me olvidé de todo y sólo quería abrazarle, sólo que quería cuidarle, protegerlo, pero como siempre nunca llego a tiempo, todo lo que ocurrió fue mi culpa...

¿Park estas ahí? - La voz de Yoongi me trajo nuevamente a la realidad.

– Sí. - Dije aquello para luego llevar mis manos a mi cabeza, las putas migrañas nuevamente volvieron.

– ¿Alcanzó a hacerle daño? - La voz de Yoongi se oía igual de molesta que aquella vez que le dije que mi padre seguía ensuciando el nombre del suyo.

– Sí, maldita sea Yoongi todo esto es mi maldita culpa. No debí llevarlo a esa casa, soy un idiota. - Un pesado silencio se formó.

– Yo me encargo, seguiremos igual que antes. El maldito hijo de puta no podrá vender ni siquiera un dulce, cuida al mocoso. – Masajeé más fuerte mi cabeza, intentando relajarme y alejar el dolor.

– Te lo encargo, adiós. - Iba a colgar cuando escucho nuevamente la voz de Yoongi.

– Una cosa más. Park nada de lo que paso fue tú culpa, adiós. - Y tras decir aquello colgó.

Suspiré resignado. Me dirigí a la cocina preparando algo de comer para Jungkook, después de todo no ha comido nada. En la noche quise levantarme y prepararle algo, pero no fui capaz de soltarle, se veía tan débil, tan vulnerable.

Me dirigí nuevamente a la habitación encontrándome con unos pequeños ojitos rojos e hinchados de tanto llorar, su mirada se veía perdida, al momento en que nuestras miradas se encontraron una pequeña sonrisa se formó en mis labios.

– No estabas. - Su voz se escuchó rota y acusadora, un sentimiento de culpa me invadió al verle tan indefenso. Me acerqué a él dejando la comida en el velador, para luego recostarme a su lado, tomé su cuerpo acercándolo al mío y finalmente abrazarle fuertemente. Jungkook de inmediato envolvió sus brazos en mi espalda.

– Perdón, no lo volveré hacer, solo fui en busca de comida, debes tener hambre.-

Jungkook negó con su cabeza, haciéndome leves cosquillas en mi cuello, inspiró profundamente paseando su nariz por mi cuello.

– No tengo hambre, sólo no quiero estar solo. - Su voz se escuchaba tan rota que sentí como mi corazón se encogía.

– No estás solo, Jungkook, estoy contigo. - Sentí como pequeñas gotas caían por mi cuello, ya no quería verle llorar. Mis manos pasearon por su cabello intentando reconfortarle.

– No lo hagas, no digas cosas para hacerme sentir mejor, dijiste que me mandarías de vuelta, tú también te desharás de mí, ¿p-porque todos me dejan? ¿qué es lo que hice mal? ¿por qué no mejor me matas? Jimin prométeme que antes deshacerte de mí acabaras con mi vida, quiero verla, quiero estar con mi madre, quiero volver a estar con la única persona que me amó. - Escuchar aquello heló mi sangre, mi respiración se cortó y mi corazón se sintió extraño, la sola idea de pensar en que Jungkook ya no esté aquí me producía pánico.

– No digas eso, jamás te haría daño. Jungkook puedo hacer todo por ti, menos el acabar con tu vida. - Sentí como las manos de Jungkook comenzaron a temblar, con sus manos apretó mi camiseta tratan de calmar su cuerpo, suspiró profundamente.

PLEASE SAVE ME TONIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora