CAPÍTULO 12

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¿Jiminnie sabes cuál es la felicidad más grande? - Los ojos de mi mami brillaban de una manera extraña, no se veía feliz, acerqué mis pequeñas manitas a su rostro para luego besar su mejilla y negar con mi cabeza.

– No lo sé mami, fui muy feliz cuando me compraste mi auto de carrera. – Respondí sin entender sus palabras, mami me sonrió con aquella brillante sonrisa que hacía que mi pechito se calentase, sonreí al sentir sus labios besar mi diminuta nariz.

No, bebé. Esa no es la verdadera felicidad, la verdadera felicidad es aquella en donde sientes que tu corazón explotará de sensaciones, donde tu cuerpo se sentirá tan cálido, pero a la vez sentirás que todo lo que tienes está en peligro por sentirte así, no querrás que nada malo pase para no arruinar ese momento, pero al final siempre ocurrirá algo, debes disfrutar cada momento bebé, debes ser feliz siempre. - Nada de lo que decía mami lo comprendía, todo se escuchaba muy complicado.

– ¿Tú te sientes así cuando estás conmigo? - Mi voz son bajita, sentí como los brazos de mami me abrazaban.

– Siempre me siento así contigo, te quiero mucho mi Jiminnie, mami te ama ahora y siempre. Nunca lo olvides...-

Mis ojos se abrieron de la sorpresa. ¿Por qué recordé eso?

Mi cuerpo se sentía caliente y bajo una sensación sofocante, pero por alguna razón me gustaba, traté de moverme y fue imposible.

Unos pequeños brazos me tenían apresado, giré mi rostro encontrándome con el rostro de Jungkook escondido en mi cuello, podía ver claramente su perfil. Mi ceño se frunció levemente al ver una pequeña cicatriz en su mejilla izquierda, llevé mi mano a aquel lugar tocándolo levemente, por alguna razón me molestaba que tuviera aquella marca, no por el hecho de que se viera fea en su rostro sino más bien por el hecho de no saber cómo o quien le hizo aquella marca.

Alguien se atrevió a lastimarlo.

Mi mano siguió moviéndose por su rostro, subiendo a su cabello el cual acaricié levemente consiguiendo que Jungkook comenzara a removerse. Vi un pequeño puchero formarse en su labios mientras se movía de mi lado, al momento en que hizo aquello la sabana que cubría su cuerpo se bajó, dejando al descubierto su cuerpo desnudo.

Mi vista quedó en su cuerpo, y un balde de agua fría recorrió mi piel. Mi estómago se cerró, una sensación de asco y malestar me envolvió. Intenté pronunciar alguna palabras, pero mi cerebro se desconectó, y sólo podía pensar en el horror que había cometido.

– ¿Q-que fue lo que te hice? – Susurré cuando por fin encontré las palabras adecuadas. Todo su cuerpo se encontraba marcado de una manera brutal que me encogió el pecho. Su cuello contenía marcas de dientes y succiones dejándolo con toques violáceos, sus pezones se veían aún peor, marcas de dientes que torturaron su piel sin ningún cuidado lo albergaban, se veían tan vulnerables y dañados.

Seguí bajando encontrándome con su estómago, sus caderas y muñecas contenían marcas de dedos que apresaron su cuerpo para someterlo con rabia. Mis ojos se cerraron levemente sintiendo la culpa invadir mi piel, cada una de sus marcas comenzaron a doler en lo más profundo de mi pecho.

Alcé mi mirada depositándola en su rostro el cual se veía agotado y más pálido de lo normal, mis ojos se posaron en sus labios, su labio inferior se veía rojizo con un pequeño corte.

– S-soy un maldito hijo de puta. Te hice lo mismo que esos imbéciles te haría soy igual o peor que ellos...- Gruñí con rabia. Mis ojos se cerraron con fuerza mientras cogía mi cabeza entre mis dedos, un intenso dolor me atacó, sino hubiese estado en la cama me hubiese caído del dolor, migraña.

PLEASE SAVE ME TONIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora