PLEASE SAVE ME TONIGHT

Extra 1- pt1

Por fin lo habíamos atrapado, después de tanto tiempo, ese maldito viejo estaría bajo las rejas. La satisfacción que ese pensamiento me traía era algo increíble e irreal. Después de tantos años luchando por lo mismo al fin conseguíamos aquello que tanto anhelamos...

– M-maldita sea. - Sonreí al oír un quejido. Es un idiota, no le pedí que me salvara y aun así se interpuso entre esa bala y yo.

– Deja de quejarte, no pedí que me salvaras. –

– Bastardo egoísta. – Gruñó molesto, no preste atención a sus palabras sólo me acerqué a él. Pasé uno de sus brazos sobre mi cuello, mientras que mi mano se aferraba a su cintura, y lentamente comenzamos a caminar hacía mi automóvil. No pude avanzar mucho cuando siento una voz llamarme.

– ¡Yoongi! - Me detuve en seco al ver a Hoseok acercarse a nosotros.

– Vámonos. - Oí la voz cabreada de Zico, pero no presté atención a sus palabras. A veces era como un jodido mocoso.

– Me iré, quédate si quieres. – Escupió sus palabras mientras quitaba con mayor fuerza de la que debería mi brazo de su cuerpo, soltándose de mi agarre.

¿Qué jodidos le ocurre?

Dejé que se fuera.

– Todo se acabó por fin. Sino fuese por su ayuda no hubiésemos sido capaz de encontrar la información necesaria. - Asentí con mi cabeza, estando de acuerdo con sus palabras, después de todo la policía era un montón de idiotas inútiles. Aunque tal vez, Hoseok era el único imbécil que se salvaba.

– Sólo espero que no dejes que se escape, ese viejo maldito tiene mucho poder. Haz que pague, les dimos el tiempo para que hiciesen algo sino se encargan ustedes, seré yo quien lo atrape y lo haga sufrir. - Hoseok asintió con su cabeza, una idiota sonrisa se formó en su rostro. Mis ojos se abrieron de sorpresa al sentir como su mano acariciaba mi cabello.

– Creciste muy bien, mocoso. Pensé que te convertirías en un vago drogadicto, pero me hace feliz saber que no fue así. -

– Te alegra que no me convirtiera en un vago drogadicto aun sabiendo que me convertí en un asesino, vaya policía eres. - Una desastrosa risa salió de los labios de Hoseok, la cual para mi sorpresa fue contagiosa consiguiendo que ambos nos riésemos de manera despreocupada. Sentimos un nuevo disparo el cual nos puso en estado de alerta, dejando ver a uno de los aliados de Park. Iba a sacar mi pistola, pero no fue necesario la policía se encargó de atraparle.

– Es hora de irme, necesito llevar a un idiota al hospital. Si pasa algo con Park no dudes en llamarnos, estaré atento a todos sus movimientos, cuídate. – Murmuré sin esperar respuesta.

Debía llevar al idiota que me salvó al hospital, me acerqué a paso rápido a mi auto. Habíamos venido en uno solo, con objeto de no levantar sospechas. Al abrir la puerta del piloto me encontré con el cuerpo de Zico en el asiento contrario. Se veía exhausto, su piel sudaba demasiado, y parecía costarle respirar. Mi ceño se frunció por un momento sintiendo algo extraño en mi interior.

– ¿Estas bien? - Pregunté, no podía quitar esa sensación de pesar en mi interior.

– ¿Siquiera te importa? Ve a hablar con ese maldito policía, no quiero verte. - Mis ojos se abrieron de sorpresa al oír aquello, negué con mi cabeza sin saber que decir.

El silencio se formó entre nosotros, algo que me hizo sentir incómodo, quería mandarlo a la mierda, pero algo me lo impedía; tal vez el hecho que me salvo la vida, y me sentía en deuda con él. Un quejido salió de sus labios escuchar, aquello me hizo apretar el acelerador.