CAPÍTULO 4

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– Tienes que decidir Jungkook, te acuestas conmigo o con ellos... - Mi cabeza estaba llena de pensamientos oscuros y tenebrosos, todo lo que él decía, cada una de sus palabras eran ciertas. Mi padre, él me había vendido, me había apostado, se había deshecho de mi como si fuese un objeto sin importancia...

Lo vi salir de la habitación, no sabía qué hacer ni que decir, me sentía atrapado, me estaba hundiendo en un agujero muy oscuro y no quería eso, tiene que haber una forma, tengo que escapar, mami no me dejes solo, ayúdame por favor.

Me levanté de la cama aun aturdido por todo, quería salir de ese lugar, pero, no sabía cómo, comencé a avanzar de manera lenta hasta la puerta cuando siento un fuerte estruendo. Él volvió, su mirada me asustaba, sus ojos estaban más negros de lo normal.

– ¿Crees que deba mostrarte lo que te haré antes de escoger? - Mi cuerpo se puso rígido por sus palabras, no sabía a qué se refería, con pasos lentos, pero decididos comenzó a acercarse a mí. Un viento helado recorrió cada una de mis vertebras, por instinto comencé a retroceder, mientras él avanzaba un paso yo retrocedía otro, una sonrisa ladina se formó en su rostro al ver que ya no tenía escapatoria. Mis piernas se estrellaron con la cama haciéndome caer en el suave colchón.

Acercó su mano a mi rostro el cual acarició suavemente y al igual que hace un momento no sentí miedo de su tacto ¿por qué no tengo miedo de él?

– ¿Quieres que lo haga yo o dejarás que lo hagan ellos? - Mi mente quedó en blanco por sus palabras, no sabía cómo responder ante aquello, no quería que nadie me tocara...

Con sus manos comenzó a acariciar mis labios mientras se acercaba a mí, su rostro empezó a descender podía sentir como su nariz se perdía en la curvatura de mi cuello, inspiró profundamente erizando por completo mi piel.

Continuó con su cometido esta vez subiendo hasta mi oreja.

– Responde Jungkook. - Susurró mientras mordía ligeramente mi oreja, mi garganta se secó, mis manos nuevamente comenzaron a temblar, traté de respirar profundo para calmarme.

Se volvió a separar de mí y su mirada era tan profunda que no fui capaz de sostenerla. Me removí incómodo, sentí nuevamente sus manos en mi rostro y esta vez luego de acariciarlo fueron a parar en la parte de atrás de mi cabeza, me sostuvo con firmeza para luego comenzar a acercarse, apreté mis ojos fuertemente esperando lo peor.

Me quedé así un momento, pero, nada pasó solo podía sentir su respiración chocar con la mía, al abrir mis ojos me encontré con unos penetrantes ojos negros mirándome fijamente, iba a cerrar mis ojos, pero, algo me lo impidió, sus ojos...

No podía dejar de ver esos ojos, me llamaban, algo en él me tenía hipnotizado, todo pasó tan rápido que no me di cuenta, solo reaccioné cuando sentí un par de labios sobre los míos. No sabía qué hacer, traté de moverlo, pero, el ejerció más fuerza, comenzó a mover sus labios de manera demandante, no sabía cómo responder a eso, con sus dientes comenzó a morder mi labios inferior tirando de él mientras lo succionaba.

Una mueca salió de mis labios dándole la oportunidad de ingresar su lengua, llevé mis manos a su pecho golpeándolo, pero, no se alejó, su lengua se acercó a la mía acariciándola con insistencia mientras sus dientes la mordían levemente, traté de mover mi lengua, alejarla de él, pero, no lo conseguí.

Solo logré hacer que ambas lenguas se tocasen, el calor comenzó a crecer en nuestra boca ¿por qué me estoy sintiendo así? ¿por qué no me desagrada? El miedo nuevamente me invadió, siguió atacando mis labios mientras yo le rogaba que me dejara, me comenzaba a ahogar no podía respirar, pero, él no se detenía, volví a golpear su pecho y esta vez sí se detuvo.

PLEASE SAVE ME TONIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora