CAPÍTULO 38

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– Jungkook la comida está lista...- Las cosas habían estado un poco tensas por parte de Jungkook, su rostro se encontraba aún más decaído, ya no sonreía y cuando lo hacía sus ojos no brillaban como lo hacían antes. No debí llevarlo a ver a ese chico, debí haberlo ignorado, no hubiese importado cuanto se hubiera enojado lo importante es que estaría bien.

– No tengo hambre Jimin. - Mi ceño se frunció al oír aquello, negué con mi cabeza mientras me acercaba a él. Abracé su cuerpo, Jungkook envolvió de inmediato sus manos en mi espalda.

– ¿Hasta cuándo seguirás así? - Pregunte.

Jungkook movió su cabeza en forma de negativa, se acercó más a mi cuerpo mientras sentía sus labios en mi cuello. Sonreí al sentir como dejaba pequeños besos.

– Mh, alguien despertó animado...- Me burlé mientras besaba sus cabellos, con mis manos acaricié su espalda de manera lenta, ya comenzaba a calmarse "purrr" reí bajito al sentir aquello.

– ¿Acabas de ronronear? – Pregunté sintiendo una sensación de tranquilidad.

– Cállate, me siento bien así...- Confesó en un susurró. Sonreí mientras volvía a besar sus cabellos.

– No quiero verte mal Jungkook, sé que te duele lo que dijo tu amigo, pero estoy contigo. Nunca más volverás a estar solo, yo no te dejaré, yo jamás te entregaría a nadie...- Murmuré con sinceridad, pequeñas gotas y desgarradores sollozos impactaron mi cuello.

– L-lo sé, t-te amo tanto Jimin, eres todo lo que tengo...- Cerré mis ojos por un momento disfrutando de sus palabras, mecí su cuerpo con cuidado.

– Yo también Jungkook, estamos juntos en esto...- Separé nuestros cuerpos, consiguiendo por fin ver aquella hermosa sonrisa que tanto me gustaba, aquella en donde sus ojos brillaban, tomé su mano entrelazando nuestros dedos.

– Estoy contigo ¿de acuerdo? - Asintió con su cabeza, se acercó a mi abrazándome fuertemente.

– Gracias, gracias por no dejarme...-

– No seas tonto, eres mío Jungkook. Jamás te dejaría, ahora ven que debes comer, sabes que odio cuando no lo haces. - Tiré de su mano guiándolo a la cocina, ya tenía todo listo. Solté su mano dirigiéndome a la mesa, me senté en una de las sillas esperando que Jungkook hiciese lo mismo.

Se sentó en frente de mí, sonreí al ver como comenzaba a comer, comimos en silencio esta vez el ambiente no se sentía pesado, Jungkook se veía más relajado, me asombré al ver que se comía todo.

Al terminar de comer se levantó, retiro los platos sucios comenzó a lavarlos, me levante de mi asiento posicionándome detrás de él abrazándolo por la cintura.

– Mi bebé se comió todo, mh, creo que mereces un premio...- Susurré cerca de su oreja con suavidad mordisquee su lóbulo mientras una de mis manos recorría su muslo.

– J-Jimin ¿q-qué haces? - Su voz se oía nerviosa, sonreí mientras subía mis manos hasta llegar a su miembro, comencé a rozarlo de manera lenta.

– ¿Qué crees que hago, Jungkook? Estoy dándote tu premio por comer toda tu comida. - Lamí su cuello lentamente, un suspiro se escapó de sus labios mientras ladeaba su cabeza dándome mayor acceso.

Con mis dientes mordí levemente la delicada piel de su cuello, introduje mi mano dentro de su ropa interior, bombeando lentamente.

– ¿Alguna vez te he dicho cuan caliente me pone que uses mis camisas? – Pregunté mordiendo la delicada piel de su cuello. Sonreí de lado al escuchar aquel pequeño gemido que salió de sus labios. Me pegué más cerca de su cuerpo dejando que sintiera mi erección.

PLEASE SAVE ME TONIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora