Capítulo 3

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-Mierda...-susurró Masuda. Había olvidado por completo que tenía planes con su amigo.

Además esa tarde iba a declararse... Ahora tendría que buscar otra ocasión.

Con las manos temblorosas, contestó.

-¿¡Dónde estás, Massu!?- exclamó su amigo desde el otro lado de la línea.

-Ahora no puedo hablar, Keii... estoy en el hospital....- respondió en voz baja.

-¿¡QUÉ!? ¿¡POR QUÉ!? ¿¡TE HA PASADO ALGO!?

-Shhh, no grites, que me vas a dejar sordo... A mí no me ha pasado nada, cuando iba a tu casa un chico tuvo un accidente y le he acompañado al hospital.

-¡Dios mío, es terrible! ¡Voy para allá!

-No te preocupes, no ha sido nada grave...

-¡Pero me has dejado preocupado por el chico! Además si voy en coche no tardo nada y luego así te acerco a tu casa- definitivamente, Koyama era demasiado bueno.

-De acuerdo... Estamos en la habitación 208. Tengo que colgar, que como me pillen hablando por teléfono me meto en un lío...

-¡Vale, hasta luego!

Aunque no lo viese, Masuda pudo imaginar a Koyama sonriendo al despedirse. Eran cosas como esas las que habían hecho que se enamorara de él. Ahora ya solo tenía que esperar a que viniese. Entró de nuevo a la habitación y se encontró a Tegoshi asomado a la ventana.

-¿Qué haces? Tienes que guardar reposo en la cama...

-Me aburro de estar ahí tirado sin hacer nada, además ya me encuentro bien.

Masuda se asomó también a la ventana.

-Te tiene que doler la cabeza, te has dado un golpe enorme.

-Jaja, tal vez sí que me duela un poco...-murmuró Tegoshi, tocándose la frente- Oye Masuda, ¿con quién estabas hablando hace un rato? Es que te oí...

-Ah, estaba hablando por teléfono con un amigo. Habíamos quedado esta tarde y no me acordé de avisarle de que no iba a poder ir...- aunque no lo quisiera, sus palabras sonaron con un poco de resentimiento, esa tarde podría haber significado mucho para él y Koyama.

-¡Lo siento, ha sido mi culpa!- se disculpó Tegoshi.

-¡No tienes por qué disculparte! Ya tienes bastante con lo que te ha pasado...

Tegoshi sonrió amargamente, no era justo haberle estropeado la tarde a alguien que ni siquiera conocía.

-Eres muy bueno, Masuda...

El cielo ya casi se había oscurecido y algunas estrellas empezaban a brillar.

-Las estrellas son muy bonitas, ¿no crees, Masuda? Brillan con tanta intensidad pese a estar tan lejos...

Masuda asintió suavemente con la cabeza.

Alguien picó apresuradamente a la puerta.

-¡Buenas noches!-exclamó mientras entraba.

-¡Koyama!- una sonrisa se dibujó en el rostro de Masuda- ¡Qué rápido has llegado!

Tegoshi le miró dubitativo, ese día estaba conociendo a muchas personas nuevas.

-¿Tú eres el chico que ha tenido el accidente, no?- preguntó acercándose a Tegoshi.

-Uhm...-asintió.

-¡Pobrecito!- le agarró de las manos- ¿Te duele mucho? Massu me contó que tuviste un accidente y estaba preocupado.

Tegoshi se sorprendió de que un chico que ni siquiera le conocía se preocupase por él... además por segunda vez en un día.

-¿Cómo te llamas?- preguntó sin soltarle las manos.

-Tegoshi Yuya...

-¡Yuya-chan! ¡Puedes contar conmigo para todo lo que necesites!

-Vale...

-...Hola, Koyama, estoy aquí- le interrumpió Masuda.

-¿Eh? ¡Ah, hola Massu!- sonrió, girándose hacia su amigo.

-Vas a asustar a Tegoshi comportándote así...

-¡No digas tonterías!- dijo Koyama poniendo un puchero- Yuya-chan, dame tu número de teléfono para que podamos quedar los tres un día de estos.

Justo después de intercambiar los números, llamaron nuevamente a la puerta.

Por ella entró rápidamente un chico, parecía fatigado, como si hubiese ido corriendo hasta allí.

Los ojos de Tegoshi se iluminaron al verle.

-¡Shige!

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Bueno... pues eso ha sido el capítulo 3 ^^

Me quedó un poco corto (como todos los anteriores u.u), pero para compensaros el capítulo 6 (sí, el 6) será más largo (?) Así que esperad hasta entonces xD

Qué buen chico es Koyama, sí señor. ¡Pon un Koyama en tu vida! ^u^ (?)

¡Muchas gracias por haber leído hasta aquí! ❤

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