Koyama suspiró mientras hacía la colada.
No podía sacarse de la cabeza el rostro avergonzado de Kato, había sido fantástico... Habían pasado cinco días desde aquella vez y ya quería volver a verle, quería abrazarle, besarle, hacerle completamente suyo...
-Ugh, ¿cómo puedo pensar esas cosas? Soy un pervertido...- se avergonzó.
De pronto, sintió algo duro en el bolsillo de una chaqueta.
-¿Qué es esto?- murmuró mientras lo sacaba.
Miró el objeto detalladamente, tratando de identificarlo.
-¡Mierda! La cámara de Shige... Se me olvido devolvérsela el otro día...
**********
El teléfono de Kato comenzó a sonar, su propietario contestó rápidamente.
-¿Diga?
-¡Shige, tengo tu cámara de fotos!- exclamó la otra persona.
-¿Koyama?- esa voz solo podía ser suya- ¿Cómo sabes mi número de teléfono?- se sorprendió.
-Ahh, se lo pedí a Tegoshi...
-Ya veo...- murmuró- ¡Así que me has robado la cámara!- bromeó, dejando escapar una suave risa.
Koyama no pudo evitar sonreír como un bobo.
-Lo siento, seguro que la has estado buscando por todas partes, soy un idiota...
-No te preocupes... Hoy estoy ocupado, pero si quieres, puedes venir mañana a mi casa para devolvérmela- dijo tímidamente.
-¡C-claro!- se emocionó- ¡Entonces, hasta mañana!- exclamó antes de finalizar la llamada.
Koyama se tumbó sobre su cama, se sentía demasiado feliz, ¡por fin le vería! Pero, ¿qué debía hacer al verle? ¿Tendría que comportarse como si nada hubiera pasado? ¿Debería devorarle los labios? ¿...O debería declararse?
Lo que sentía por ese chico no era normal... ¿podría ser que estuviera enamorado? Con tan solo pensar en él su corazón se aceleraba y sentía un cosquilleo en su estómago... Lo que hizo la última vez que lo vio no fue ningún impulso... fue amor.
-Estoy... enamorado...- susurró suavemente, antes de que una amplia sonrisa se dibujara en su rostro. Abrazó a su almohada mientras reía.
Aunque su risa cesó enseguida.
-¿Y si él no me quiere?- musitó- Tal vez se sienta incómodo al verme... Tal vez me odie por lo del otro día... Aunque cuando hablé antes con él parecía normal... ¿¡Qué debo hacer!?- apretó fuertemente la almohada contra su cara.
Tras pensarlo durante un buen rato, llegó a la conclusión de que debía pedir consejo. Definitivamente, no se lo pediría a Tegoshi... Pero desde que lo conoció, Masuda siempre le había apoyado en todo y dado buenos consejos, estaba seguro de que podía contar con él.
Se decidió a llamarle...
*******
Masuda daba saltitos de alegría.
Acababa de recibir una llamada de Koyama, esa tarde habían quedado en el parque, por lo visto, quería decirle algo importante... ¿qué sería?
Lo que le emocionaba era que por fin podrían estar solos.
Se puso una ropa cómoda pero bonita, quería parecer casual. Pero aun así, se echó unas gotas de perfume.
Cuando por fin llegó al parque, su amigo le esperaba sentado en un banco no muy lejos de la entrada, sonriente como siempre, aunque parecía algo nervioso.
-¡Hola!- exclamó mientras se sentaba.
-Buenos días, Massu...- definitivamente, no se comportaba como siempre. Normalmente le abrazaba al verle, se preguntaba por qué no era así aquella vez.
-Hoy hace buen tiempo...- murmuró sin saber qué decir.
El mayor asintió levemente. Después tosió para aclararse la garganta.
-Quiero hablar contigo sobre un asunto un poco... extraño. Me gustaría saber tu opinión.
-¿Qué es?- la seriedad de su amigo le intrigaba.
Koyama inspiró profundamente, mientras jugaba con sus dedos, estirándolos levemente y soltándolos a los pocos segundos.
-Verás... me gusta una persona... pero no sé si debo decirle como me siento...
Masuda se quedó helado... ¿habría oído mal? ¿Estaría soñando? No era ninguna pesadilla... era la realidad.
-¿Q-quién es?- se atrevió a preguntar. La voz le temblaba, se sentía patético.
-Shige...- le confesó. Sus mejillas habían adquirido un tono rojizo.
¿Kato? No, no podía ser verdad... ¿cuándo?, ¿cómo?
Masuda comenzó a encontrarse mal, por su cabeza pasaban un sinfín de pensamientos. ¿Por qué le tenía que pasar esto?
-¿Crees que debería declararme?- prosiguió Koyama.
Qué irónico. Él mismo se hacía esa pregunta todos los días, pero ahora todas sus dudas habían quedado resueltas.
-Tengo miedo de que me rechace, pero yo... le quiero.
Masuda no podía más con la situación, ¿por qué esos sentimientos no podían ir dirigidos hacia él? ¿Cómo había conseguido Kato su amor?
-¡Haz lo que te dé la gana!- estalló, con la mirada perdida en el suelo.
Koyama le miró preocupado.
-Massu...- susurró- ¿Qué ocu...?
-T-tengo que irme- le interrumpió, antes de marcharse a paso apresurado.
Oyó cómo su amigo le llamaba, pero no quería girarse y mirarle a la cara, sabía que si lo hacía se rompería.
Tenía ganas de llorar, de gritar, nunca se había planteado que esto pudiera ocurrir. Pero, al fin y al cabo, era bastante posible.
Corrió hasta su casa, y cerró la puerta fuertemente tras de sí. Su respiración era agitada. Sintió como las lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas y, por más que las secaba, seguían brotando.
Necesitaba hablar con alguien e intentar que su dolor fuera menor... alguien que consiguiera levantarle aunque fuera un poco el ánimo. Conocía a una persona que podría hacer eso sin ningún problema. Cogió su teléfono y marcó su número.
-Tegoshi...- sollozó.
-¿Massu...? ¿¡E-estás llorando!?- escuchó otro sollozo más- ¿Qué ha pasado?
-Yo... Koyama...- balbuceó.
Tegoshi se hizo una ligera idea de lo que había pasado, le habían roto el corazón.
-Prepárate, hoy nos vamos a divertir.
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¡Hola! ^^
Este capítulo ha sido un poco flojo, perdón ;~;
Por si hay dudas, yo quiero mucho a Massu (?). Sé que le hago sufrir, pero... pero... esto tenía que pasar TnT
¿Qué hará Tegoshi para levantarle en ánimo? Pronto lo sabremos 7w7 (?).
Gracias como siempre por leer hasta aquí <33
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A Star Falling
FanfictionAlgunas cosas pasan en un instante, como una estrella fugaz. Algunas de esas cosas pueden cambiar tu vida. Algunas personas pueden ser tu estrella fugaz. Advertencias: -Este fanfic es de temática BL (Boys Love), si no te gusta el género, por favor...