Capítulo 8

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El teléfono comunicó durante unos segundos, que a Masuda le parecieron eternos. Le temblaban las manos, no sabía cuál sería la reacción de su amigo. Al fin, oyó su voz.

-¡Massu! ¿Dónde...?

-¡LO SIENTO!- exclamó, interrumpiéndole. Antes que nada, tenía que disculparse.

Koyama tardó unos segundos en decir algo, sorprendido por el grito que acababa de dar su amigo.

-¿Qué ha pasado?- preguntó.

-Es una larga historia... - Masuda no podía explicarle lo ocurrido, así que intentó desviar el tema- Siento haberme ido...

-¡Eres malo, me has abandonado!- replicó Koyama con un tierno tono de voz. Después dejó escapar una suave risa- No te preocupes, no estoy enfadado.

Masuda sintió un gran alivio al oír eso y sus labios se curvaron en una sonrisa.

-Además- continuó Koyama-, entiendo que necesitaseis intimidad.

-¿Qué...?- masculló Masuda mientras analizaba lo que acababa de oír.

-Yuya-chan y tú- contestó en un tono divertido.

-¿¡Que te estás imaginando!? ¡Entre Tegoshi y yo no hay nada! ¡NADA!- Masuda hacia movimientos con los brazos, como si el que estaba al otro lado del teléfono pudiese verlo.

-¿Y esa reacción? Qué sospechoso...- Koyama soltó una sonora carcajada.

Masuda notó como sus mejillas se encendían.

-"Serás idiota, tú eres el único para mí..."- le hubiera gustado decirle eso, pero no pudo, le faltaba valor y el miedo al rechazo estaba muy presente.

-¿Y qué hay de ti? ¿Qué hiciste con Kato?- contraatacó, aunque en realidad quería saber si había pasado algo entre ellos...

-Nada en especial, tan solo acabamos de tomar el café y fuimos cada uno a nuestra casa. No hablamos mucho, ya sabes que es un chico de pocas palabras, pero parece agradable. Me gustaría conocerle más, tal vez podemos llegar a ser buenos amigos, ¿no crees?

-Sí...- a Masuda no le hacía mucha gracia que hablara así de Kato, no podía evitar sentir celos. Pero no se preocupaba demasiado, Kato no parecía tener mucho interés en él-. Oye, Keii, ¿qué te parece si un día salimos los dos solos y...?

-¡Uah! ¡Se me está quemando la cena!- exclamó el mayor, sin dejarle terminar de hablar y, seguramente, sin haberle escuchado- ¡Tengo que colgar, otro día hablamos, Massu!

-¡O-oye! Espera un momen... to- Masuda se quedó hablando con el aire- ¿Por qué tienes que ser tan inoportuno?- suspiró, pasándose las manos por el rostro.

Desde hacía unos días, parecía que el mundo estaba en su contra, nada le salía bien...

Tras una cena ligera- no tenía mucha hambre- se dispuso a dormir, estaba agotado y notaba su cuerpo muy pesado. Miró por última vez su smartphone y vio que tenía un mensaje, era de Tegoshi.

 Miró por última vez su smartphone y vio que tenía un mensaje, era de Tegoshi

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-¿A qué viene ese corazoncito?- rió Masuda- Qué chico tan peculiar...

Posósu smartphone sobre la mesita que se encontraba junto a su cama y se arropó conlas sábanas. Esa noche durmió con una suave sonrisa en los labios...

Pero se despertó con el ceño fruncido. A alguien se le ocurrió llamarle a las seis y media de la madrugada. Se enfadó aún más al ver quién era el que realizaba la llamada.

-¿¡Qué quieres!?

-¡Qué mal humor, te van a salir arrugas!- se burló el chico del otro lado de la línea, Tegoshi.

Masuda soltó un largo suspiro.

-¿Se puede saber por qué me llamas a estas horas?

-Es que me desperté, pero no conseguía dormir de nuevo... Y como me aburría, te llamé- rió.

-¿Te parece normal? Aún es muy temprano, además estoy de vacaciones...- Masuda sentía los párpados muy pesados.

-¡Yo también! Así que tenemos mucho tiempo libre para vernos~- canturreó-. Por cierto, ¿ya has pensado en una declaración?

-¿Cómo quieres que la piense si estaba durmiendo?- murmuró apretando los dientes.

-No sé, tal vez se te ocurrió mientras dormías- rió enérgicamente el rubio.

-Mira, puede que tú no estés cansado, pero yo sí lo estoy, voy a colgar.

-¡Nooo, Massu~! Yo sólo quiero ayudar... ¡Pídele una cita!

-Ayer lo intenté, pero me colgó porque se le estaba quemando la cena...-sollozó el pelirrojo.

-¡Buajajaja! ¡Qué mala suerte tienes!- se mofó Tegoshi.

-Adiós- dijo Masuda, antes de colgar el teléfono.

-"Parece que hoy tampoco va a ser mi día..."- pensó, ahora le iba a ser imposible dormirse de nuevo, y todo por culpa de Tegoshi.

Aunque no le merecía la pena enfadarse... Al fin y al cabo, ahora que contaba con apoyo, tenía más esperanzas de poder declararse.

Oyó cómo su teléfono volvía a sonar, de nuevo, el rubio le estaba llamando.

-¿Y ahora qué?- gruñó Masuda.

-¡Oye, no vuelvas a colgarme!- le regañó-. Solo quería preguntarte si te apetece venir a mi casa a desayunar...

Masuda estuvo a punto de negarse, pero pensó que no estaba mal desayunar en compañía de vez en cuando.

-¿...Dónde vives?


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¡Hola! ^^

Vaya, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualicé. Pero tuve un bloqueo al final del capítulo nueve, pero hoy lo terminé, así que subí este \(^w^)/

Aunque... este capítulo ha sido prácticamente una llamada telefónica TnT (?). En serio, cada vez me supero más con mis incoherencias ;o;

Además puse esa imagen para rellenar :'v (y también porque me hacía ilusión).

Intentaré subir el noveno enseguida, pero el día 15 empiezo a clase y tendré menos tiempo T^T (sí, empiezo a clase el día del aniversario de NEWS :v)

Por cierto, no me gusta decir esto, pero no creo que este fanfic sea demasiado largo u.u *la patean*

Como siempre, gracias por leer hasta aquí ^^ ❤ *huye*

A Star FallingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora