Capítulo 6

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-¡Buenas tardes!- saludó enérgicamente Koyama a los recién llegados- Veo que al final has venido, Shige.

-¡No sabes lo que me ha costado convencerle para que viniera!- exclamó Tegoshi.

-Tan solo no quería ser una molestia...- comentó Kato.

-¡No digas esas cosas! Cuantos más seamos, mejor- le sonrió Koyama-. Además esta cafetería es genial, hacen unos cafés buenísimos y también tienen tartas, vamos a entrar- le comentó, mientras le agarraba del brazo para que caminase con él.

Koyama siempre intentaba hacer que todo el mundo se sintiera integrado, pues pensaba que ninguna persona estaba de más y que todas tenían algo que las hacía especiales.

Mientras ellos se adelantaban, dejaron a Tegoshi y a Masuda unos pasos por atrás.

-Veo que ya te has recuperado- comentó Masuda, rompiendo un poco el hielo.

-¡Sí!- sonrió alegre- Por cierto, ¡¡eres muy malo, Massu!! No me has llamado ni una sola vez... ¡y ni siquiera me mandaste algún mensaje!

-Pensé que tal vez te molestaba que lo hiciera- rió incómodo el acusado.

-¿Qué dices? ¡Si me has salvado la vida!

-No seas exagerado...

-¿Sabes? Tenía ganas de verte- Tegoshi sonrió suavemente.

-¿Ah, sí?- Masuda se ruborizó levemente, pensaba que el rubio había venido sólo para ver a Koyama, no se lo esperaba...

Alcanzaron a Koyama y a Kato y los cuatro se sentaron alrededor de una mesa.

-¡Yo invito, así que pedid lo que queráis!

-¡Geniaaaal! ¡Yo quiero tarta y un batido de fresa!- exclamó Tegoshi.

Masuda se impresionó por el descaro del rubio.

-¡De acuerdo, Yuya-chan!- le sonrió Koyama- Massu, Shige, ¿vosotros qué queréis?

-Y-yo no quiero nada, gracias...-murmuró Kato.

-¿Qué~? No seas tímido~- canturreó Koyama zarandeando el brazo del chico.

-Es que Shige es muy modesto, Keii-chan- rió Tegoshi-. Pídele un café.

-¡Ok! ¿Tú también quieres café, Massu?

El pelirrojo asintió.

Al poco rato ya tenían sus consumiciones sobre la mesa. Tuvieron una larga charla sobre temas que no tenían mayor importancia. Todos intentaban no mencionar ningún tema complicado, como la relación que antes tenían Tegoshi y Kato. El rubio se animó a hacer una pregunta que llevaba tiempo rondando por su cabeza.

-Keii-chan... Massu y tú, ¿estáis saliendo?

-¿¡QUÉ!?- exclamaron los dos susodichos.

Koyama empezó a reír.

-Nosotros solo somos amigos, ¿verdad, Massu?

-Claro... ¡así que no preguntes tonterías!- le regañó Masuda.

-No te enfades, i-dio-ta- canturreó Tegoshi mientras cogía un poco de la nata de su tarta y se la ponía a Masuda en la nariz.

Masuda se limpió la crema con una servilleta, molesto y levemente sonrojado.

-Voy un momento al servicio...- comentó Kato, mientras se levantaba de la mesa.

Koyama se fijó en que el chico tenía la mirada apagada, parecía muy decaído...

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