Una sonrisa

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•Narra Angelo•

Tal vez parezca que no me importa, tal vez parezca que no tengo sentimientos o que no estoy preocupado por mi madre pero claro que lo estoy, solo que no sé como expresarme y por eso me voy. No aguanto estar en ese ambiente silencioso y lleno de tristeza y preocupación. Casi puedes tocar la tensión en el ambiente. Estos días he salido a fumar, a despejarme, a comer comida decente que no sea de la cafetería del hospital. Y todas esas salidas acompañado por Peter. Tengo que decir que me desespera no poder estar solo pero bueno, ahora entiendo que es indispensable. Veo paparazzis por todos lados recorriendo las calles del hospital, buscando alguna fuente de información.

Esta noche salí para ver a Melody en su presentación. Llegué tarde y sin Peter. Le pedí que se quedara con mi padre y aceptó, de todos modos David estaría en la presentación de mi hermana.
Cuando llegué, una chica, que había visto varias veces en las clases de Melody, se estaba presentando en el escenario. Vi a Laura, Louisa y Lily sentadas en la primeras filas y a David merodeando por el lugar. Me vio y lo saludé con la mano.
—Que sorpresa—dijo parándose a mi lado.
—No quería estar en la sala de espera. Con mis abuelos ahí y mi padre en su mundo, sin Melody... No tenía a quien molestar—dije viendo a la chica dando piruetas exageradas. Me reí en silencio cuando casi se caía.
David sonrió pero no dijo nada. No me disculpé con él ni con Peter por la vez que los culpe de lo que había pasado con mi madre pero, o ya están acostumbrados a mis comentarios o simplemente lo dejaron pasar. Tal vez después me lo echen en cara pero que más da.
Estaba a punto de salirme a fumar cuando escuché el nombre de mi hermana. Salió al escenario minutos después con una cara que muy pocas veces le he visto en un escenario. Cansada, triste y nerviosa. Vio a Lily y a ellas, no me vio a mi.
Estaba mucho menos arreglada que las otras chicas que vi. No sé si era a propósito o su estado de ánimo no se lo permitió. Estaba descalza, traía unas licras negras y una camisa que... Una camisa de mi madre. El cabello suelto y despeinado. Entonces comenzó la canción y entendí todo.
La voz de mi madre, no la había escuchado en días y al oírla un escalofrío me recorrió la espalda. Solo hasta ese momento me di cuenta de cuanto la extrañaba.
Melody bailó fenomenal y no lo digo solo porque es mi hermana. En verdad, su sentimientos los transmitió a su baile y pude ver a varias personas llorando o conteniendo las lágrimas.
Recibió una ovación de pie y mi hermana después de agradecer salió corriendo del escenario.
Después de ella aún bailaron otras tres chicas pero ninguna le llegó ni a los talones a mi hermana. Es impresionante su forma de bailar.
Cuando todas salieron a agradecer mi hermana no salió con ellas. David volteó a todos lados esperando verla con Lily o buscándonos pero no estaba por ningún lado. Entonces recibió un mensaje.
"Estoy bien. Iré al hospital caminando. Necesito despejarme.
M xx"
David volteó a verme como esperando que lo comprendiera, que comprendiera el peligro del asunto, y claro que comprendí. ¿Cómo mierda se iba a ir mi hermana de diecisiete años sola al hospital que esta tan lejos, a estas horas?
Salimos rápidamente del lugar, no había nadie afuera, sin señales de mi hermana.
—No puede estar tan lejos...—dijo David ya en su papel de guardaespaldas.
Me puse a pensar como loco. Si yo fuera Melody...
—Debió salir por atrás—dije al ver a un hombre fingiendo que veía el piso después de cruzar miradas conmigo. Traía una cámara en el cuello. Un jodido paparazzi.
—Tienes razón—dijo poniéndose a mi lado notando al paparazzi—. Vamos a darle la vuelta al edificio.
Nos dirigimos hacia la parte de atrás por un callejón oscuro y maloliente. No era un lugar por el que las personas deberían ir caminando a esta hora, pero a mi hermanita se le había dado la gana de hacerlo.
Escuchamos una especie de gritó que se apagó casi de inmediato. Estuve casi seguro de que era Melody. Apresuramos el paso sin hacer ruido y entonces la vimos, con dificultad a través de esa oscuridad espesa. Mi hermana entre dos hombres. Vi como la tocaban y uno le tenía la boca cubierta. Me enfurecí. La furia que sentí hacia esos malditos nunca la había sentido.
—Angelo espera...
—¿Espera?, esperar ni loco—dije y salí disparado hacia el tipo que la tenía del cuello y la boca.
Lo golpeé con todas mis fuerzas en la nuca (consejo de Peter) y lo tomé de los hombros antes de que cayera. Lo alejé de mi hermana y le di una patada cuando escuché como Melody gritaba mi nombre. Volteé a verla cegado aún por la furia y me di cuenta de que el otro hombre estaba a punto de darme un golpe en la cara. Lo esquivé y vi cómo David lo amenazaba con la pistola. Volteé a ver al hombre al que había pateado, su mirada consternada me confirmó de que ya había visto a David. Ambos corrieron, dejando a mi hermana aterrada junto a esa pared. No dejaba de llorar y temblar. Gracias a dios que llegamos a tiempo.
Cuando mi furia se bajó un poco la abracé y me di cuenta de que estaba mucho más alterada de lo que se ve. No era para menos.

Then and now... And always Donde viven las historias. Descúbrelo ahora