Ídolo

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•Narra Angelo•

Fue... Traumático.
Ver a un ser querido en un estado tan deprimente, perdiendo la vida. Ver cómo un ser querido entra en un ataque de desesperación. Ver cómo doctores, personas extrañas llegan a intervenir, intentando ayudar. Y ver todo eso y no hacer nada. Quedarte quieto con la vista fija sin saber qué hacer.
Tuvieron que darle calmantes a Melody para bajarle la presión. Ahora está llorando en silencio entre los brazos de mi padre. Temo que se vuelva loca.
A mí madre tuvieron que llevarla a urgencias y no ha salido de ahí. Lo único que me da esperanzas es que no han salido a decirnos que todo terminó. Mi madre es fuerte, yo lo sé... Va a lograrlo...
Mis abuelos llegaron en pijama cuando mi padre les llamó para decirles lo que había sucedido.
No me imagino que se sentirá recibir una llamada de una persona en estado de shock diciéndote: "a tu hija se le detuvo el corazón".
Mi abuela tiene un rosario en la mano y mi abuelo está de pie caminando de un lado a otro.
Como no soporto el silencio me acerqué a mi abuela, quien parece las más centrada por el momento.
—Hola—dije en voz baja.
—Hola querido. ¿Qué cosas verdad?—dijo volteando a ver a Melody.
—Vaya que si—dije intentando buscar tema de conversación.
—¿La vieron?—dijo viéndome a los ojos.
—Si... Cuando entramos fue que... Sucedió—las imágenes de lo sucedido son aterradoras.
Casi no recuerdo cómo llegué hasta Peter pero veo perfectamente su cara de pánico y cuando salió corriendo. Los doctores corriendo, muertos de desesperación porque su paciente, la famosa Adele, estaba yéndose de sus manos. Cuanta presión habrá sobre sus hombros al tener a la cantante Adele bajo su responsabilidad. Peter cargó a Melody y esquivó sus movimientos desesperados por soltarse. Una enfermera la llevó hasta una sala en la que al cerrar la puerta aún se podían escuchar los sollozos de Melody.
—¿En verdad?—dijo asombrada, regresándome a la realidad—. Dios mío lamento que vieran eso.
Mi padre volteó a vernos. Después bajó la mirada de nuevo.
Otra vez nos quedamos en silencio. Entonces recordé algo.
—Y... Antes de que sucediera mi madre empezó a hablar.
Otra vez mi padre volteó a vernos y mi abuelo también.
—¿Despertó? ¿Qué dijo?—dijo mi abuela tomando mi mano.
—Dijo algo sobre un bebé. Preguntaba qué donde estaba su bebé.
Volteé a ver a Melody para que me apoyara pero esta demasiado consternada como para escuchar.
—Bebé—mi abuela volteó a ver a mi abuelo.
—¿De qué bebé hablaba? ¿Estaría delirando?—dije ansioso por saber algo.
—Puede que sí. O tal vez...—mi abuela clavó la vista en el suelo.
—¿Tal vez...?
—Cuando naciste Angelo, tú madre tuvo que recuperarse por varios días porque fue un parto complicado. Cuando despertó obviamente todo lo que quería era verte a ti. Tal vez recordó ese momento o no lo sé...—dijo mi abuela moviendo el rosario en sus manos.
—Oh. Yo no sabía eso—me quedé procesando la información, intentando entrelazar lo que había dicho con lo que me había contado mi abuela. Entonces...—. También dijo algo más. Era un nombre de hombre.
—Nombre de...
—Dijo Alex—dijo mi hermana entre sollozos—. Alex fue lo último que dijo antes de que...
No terminó la frase.
Mi padre y mis abuelos se quedaron callados. Mi padre abrazó más fuerte a Melody.
—¿Quién es Alex?—pregunté.
—Alex... Era un amigo de tu madre—dijo mi abuela y se puso de pie.
—Un amigo... ¡Oh ya se!—dije poniéndome de pie también—. Tal vez creyó que estaba en el accidente que me contaste. ¿Alex era el amigo con el que iba?
—Si—dijo mi abuela y desvió la mirada—. Tal vez Angelo.

•Narra Simon•

¿Por qué Adele dijo eso? ¿Por qué estaba pensando en Alex? En el accidente. Me quedé pensando un buen rato.
Angelo salió al baño, mis suegros no se quedaban quietos y Melody se quedo dormida entre mis brazos por los calmantes que tuvieron que darle. La acomodé en el sillón, la cubrí con la frazada y volví a mi lugar.
Adele pensando en Alex.

*Recuerdo*
—Perdí a mi hijo...—dijo ella con voz triste.
Me paré en seco y volteé a verla. Estaba sentada en la cama. El cabello despeinado, los ojos hinchados con lágrimas, temblando.
—¿Qué...?
—Y a mi esposo—comenzó a llorar mas fuerte—. En un accidente. Fue lo peor que puedes imaginarte y no puedo quitarme la imagen de mi esposo sangrando sobre mi y... Y mi bebé...—se le cortó la voz.
—Adele tranquila tranquila—dije y me senté a su lado.
—No puedo olvidarlos. Es muy difícil para mi. Me mudé, cambié mi imagen, mi actitud—tomó aire—. Todo porque quiero olvidar pero no puedo.
—Adele así no vas a lograr nada. Créeme, yo lo se. No lo vas a poder sacar de tu cabeza en un tiempo pero poco a poco lo lograras. Tienes que intentar salir adelante. Y sola... Nunca.
Adele se limpió las lágrimas y me vio a los ojos. Sentía algo muy intenso en mi interior cuando la veía a los ojos. Y verla así, tan indefensa, tan frágil. Estaba seguro de que no muchos, o más bien, nadie la había visto así.

Then and now... And always Donde viven las historias. Descúbrelo ahora