Capítulo 32

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Erick

Todos esos años de secundaria, fueron fatales para mi, estuve en un punto de llegar a pensar en el suicidio. Pero no lo hice.

No pensaba darle el gusto a esos imbéciles de verme así, debía estudiar como burro para salir lo más rápido de aquel lugar.

Acostumbraba a fugarme de las materias que no me gustaban y no socializaba con ninguno de mi clase. Mayormente siempre me encontraba en el último pupitre de el salón. Las chicas me parecían tan superficiales. Y los chicos cada vez más retrasados.

Mis padres no tenían lo suficiente para manter a mi hermana y a mi, por eso es que desde muy temprana edad empecé a trabajar y conocer la calle por mi mismo. La calle es un lugar fuerte, en donde te caes más de un millón de veces en un barranco donde debes sonreír y levantarte como si nada hubiese sucedido. Aprendes por tú cuenta en como es la vida.

La vida no es lo que nuestros padres nos dicen, la vida es lo que conoces por ti mismo.

¿Si estado con otra chicas? La respuesta es si. Normal, nunca a sido una relación seria.

Sólo a sido algo de llegar a la cama y punto, tuve una antigua relación en donde por un segundo me sentía feliz.

Lo di todo por ella, pero lamentable no supo valorarlo. Desde ahí deje de tomar a las chicas en serio, pero cuando conocí a Tania, eso cambio.

Ella es tan hermosa, su cabello castaño escurrido en mi cama, lo tierna que lucen sus mejillas...

Acerco mi cuerpo al suyo, y la abrazo como si se fuera a desaparecer de mi vida.

Ella se remueve entre las cobijas y yo sigo tocándola, acariciándole el cabello.

-Erick...- Susurra cerca de mis labios, sus ojitos están achinaditos por recién despertar y deja escapar un bostezo mientras cubre sus labios con las mangas de mi suéter azul.

-¿Aun cansada, hermosa?- Pregunto y ella al verme sonríe un poco tímida. Empieza acurrucarse entre mis brazos.

Esta jodidamente sexy, e caliente... Mis manos se deslizan hacia su cintura y sin intención claro, mis dedos rozan su abdomen descubierto.

El suéter se le a subido tanto que, podría ver sus muslos si así lo quisiera. Ella se inquieta por las caricias y baja el suéter con vergüenza hacia abajo, tratando de taparse lo suficiente.

-Un poco- Dice, relamiendose los labios para continuar hablandome mientras empieza a sentarse junto a mi. -Esta noche a sido hermosa- Murmura con voz baja, flotando sus ojos para luego mirarme con honestidad.

-¿Ah, si?-Me hago el que no entiende y de pronto Tania se va cruzando de brazos, dándome una mirada que me hace reír.

-Pues si, hoy a sido un día divertido y... Gracias- Dice mientras se sonroja. Muerdo mi labio inferior, tengo unas jodidas ganas de besarla...

Y sin que ella me de permiso, acerco mis labios a los de ella y, esta suelta un gemido cuando coloco mi mano derecha entre sus piernas. Esta temblando... Sin embargo, acaricia mi cabello y corresponde mi beso.

-A-Ah... Ya... Detente- Susurra excitada y yo tratando de controlarme, me alejo un poco enojado. Debo ser paciente pero es tan difícil.

-De acuerdo, lo siento- Eso es lo que sale de mi boca aunque es obvio que no tengo porque disculparme si realmente no lo siento. Me recuesto en la cama y cubro mis pies hasta el abdomen.
Me volteo y le doy la espalda, tengo un poco de sueño.

-Hey...- Me llama pero la ignoro, siento como sus dedos rozan mi espalda. Me tenso al instante, es tan difícil tener a Tania en mi cama, con tan sólo mi suéter azul.

Esta desnuda en si, lleva solamente mi suéter...

Cierro mis ojos tratando de conciliar el sueño, no puedo seguir pensando en ella...

Tania

Hoy a sido una gran y sorprendente noche... Después que me alcohólice y le baile de manera sensual a Erick, el me llevo a su lugar favorito... Un bosque, en donde se encontraba el hermoso paisaje de un lago.

Al parecer, estaba preparado para todo eso, porque compro una botella de refresco Coca Cola con paquetes de galletas de Oreo.

Estuvimos besándonos y dándonos cariñito, entre risas y abrazos y se sintió tan cálido...

Su cuerpo contra el mio, en busca de darnos calor.

Y después de todo eso, ya era tarde para ir a mi casa (O al menos eso le dije) Me gusto tanto estar con el, sin preocupación sin pensar en nada... Que no fuéramos sólo el y yo.

Por eso, Erick me llevo a su departamento en donde me presto su suéter favorito. Y estaba tan cómoda con lo que me había prestado pues, no me sentiría bien si dormía con un Shork Jeans y una blusa azul transparente que daba demasiado a la imaginación.

Pero como siempre, debía interrumpir el momento. Aún no estoy lista para pasar a ese paso, en el cual ambos estábamos.

Me refiero a que, no estoy lista para tener relaciones sexuales, a pesar de la edad que tengo no me siento preparada. Y menos con el, ¿Por que? Porque sólo nos dimos un beso y...

Y eso. Sólo eso... No lo se, no me siento preparada y punto.

Sin embargo, el niño decidió enojarse y eso tampoco me gusto. Lo contemple en silencio por unos segundos hasta que yo también me quede dormida.

~*~

-Espera, entonces... Después que te besaste con Erick en el crub nocturno, estuviste a punto de tirartelo en su departamento?- Dijo mi prima después que le conté todo lo sucedido.

-Hm... Pues si- Susurré tímida, mordiendo mi labio inferior de la vergüenza. Mi prima sonrió descaradamente y dio una palmadita en mi hombro.

-Siento pena por ti. No es por nada Sofi, pero es que... Dios, Erick están bello y tú lo rechazas y... No lo se, eres rara- Murmura mientras aparta su cabello de la cara.

-Tu no entiendes... Es que...- Cuando pensaba seguir ella hablo interrumpiendome.

-¿Es que aun sigues locamente enamorada de Marcos? Entiendo, ¿Vale? Lo has amado desde el día en el campamento. Y esta bien, eres una masoquista y no seguiré diciéndote que Erick es mejor que el, porque estoy harta de que te enojes por decirte la verdad- Dicho eso, se levanto de la cama y salio de la habitación.

Ella tiene razón, ella lo tiene. Pero... No puedo forzarme a querer a alguien, no asi. Lo de Erick es nuevo para mi, lo de Marcos ya es de muchos años atrás. Simplemente no puedo...

Lo intento, por lo menos lo hago, y esa noche en donde Erick me tocaba, me mimaba de la forma más tierna lo ame, por esos segundos lo amaba.

Pero no lo suficiente para entregarme a el...

Y si, aún amo a Marcos, pero juro que no caeré otra vez a el, prometo olvidarlo...

No Tania, no hagas promesas que sabes que no cumpliras.

-Estupida conciencia- Digo mientras coloco una almohada encima de mi cabeza.






Eres mia, pequeña.~ <3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora