Relato 12

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Relato 12
"Inocencia"

Observo la plática que Jerome y Nick entonan sin darle la importancia necesaria. Estoy perdida en miles de pensamientos y teorías.

Jesús, Jerome me había llamado Selina.

Entiendo su historia con esa mujer y comprendo que aún sienta algo por ella. Pero no puedo entender por qué no se abre a nuevas oportunidades.

¿Tan mal partido soy?

Quiero decir, no tuvimos nada aún. Pero noto algo en su mirada, distinguo un brillo especial en el negro de sus ojos que me encandila cuando me mira.

Estoy segura de que hay algo en él que siente una atracción por mí, pero él mismo no se da el lujo de ser feliz sin Selina...

Escucho que uno de los hombres me habla y rapidamente acomodo mi ropa buscando alguna excusa por mi ausencia.

—Ally, ¿estás bien? —pregunta Jerome rozando mi mano con la suya.

—Sí, sí. Sólo estaba pensando, Jay —digo en forma de respuesta observando la habitación gris en la que estamos.

Nos dejaron usar la habitación de interrogatorios para preparar la defensa del caso.

—Esto no va a ser fácil. —Suspiro, Nick y Jerome me miran.

—No esperamos que lo sea —contesta seguro el abogado-. Es más, esperamos el caso más difícil y popular del año, quizá de la década.

—No puede ser tan malo —responde Jerome preocupado.

—Lo es. He revisado el caso y tus anotaciones y hay algo que no has notado.

—¿Lo qué? -pregunto aún más preocupada que Jerome.

—Son demasiadas concidiencias —Jerome cierra los ojos para esperar lo que sigue—. No hay forma de que esto no haya sido premeditado. Te están inculpando, Jerome.

Jerome continúa con los párpados cerrados a fuerza, posiblemente por no llorar. Él esperaba esas palabras. Yo, sin embargo llevo las palmas de mis manos a mi boca con sorpresa mientras noto como me vuelvo cada segundo más fantasmal.

—No hay posibilidad. ¿Quién haría algo así? —Dirijo mis palabras hacia el trajeado abogado.

—No lo sé. ¿Tienes algún enemigo en esta ciudad? —le pregunta a Jerome, éste abre sus ojos empañados.

—No lo sé, supongo que sí. El mismo Lonsdale me odiaba, pero no creo que se haya suicidado para meterme en prisión. —Jerome lleva sus puños al aire y los baja con rapidez golpeando la mesa metálica, eso me asustó un poco.

—Quizá no lo haya querido él.

—¿Estás diciendo que alguien obligó al capitán a morir e incriminar a Jerome? —Me desespero, esto no puede estar pasando.

—Quizá —vocifera Nick manteniendo la calma, todo lo contrario a Jerome y a mí.

—¿Soy el único sospechoso? —Observo como los nudillos de Jerome se tornan de un color leche debido a la presión que ejerce en ellos.

—Tú no eres sospechoso, Jerome. En estos momentos eres la cara que sale en los periódicos, eres noticia nacional. Eres posiblemente el hombre más odiado actualmente en New Jersey y al menos otro veinte estados —hace una pausa para tomar aire—. Tú eres culpable hasta que se demuestre lo contrario.

Eso dolió. Duele el pensar que Jerome tendrá una vida de cárcel injustamente. Aunque a él lo noto más molesto que dolido.

—Relájate, Jay... todo va a salir bien. Ya lo verás. —Le sonrío mientras froto su hombro con mi palma. Él sonríe de manera falsa.

Vivientes Sin Vida [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora