Relato 19

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Relato 19
"Mi felicidad"

—Una confesión te salvará de muchos años en la cárcel, Señor RedMoon. —No sé qué hay en su tono, pero solo escucharlo me irrita. La placa brilla en su pecho, el Detective Bates me incita a confesar un crimen que no cometí.

—Escuche, intento fallido de Horatio Caine no sé cuantas veces tengo que decirle que no maté a ninguna persona. —Me burlo en su cara mostrando obviedad en mis palabras.

—Muy gracioso, Jerome —posiciona sus manos sobre la mesa, en frente a mí—. Tenemos tu ADN en el arma, tenemos testigos contra ti y creo que sabes cuales fueron las últimas palabras de la víctima. Haznos el favor de apurar éstas cosas y ahorrarles el trabajos a los jurados de tomar una decisión obvia.

—Está bien, confesaré —tomo el bolígrafo junto a la libreta y comienzo a escribir mientras el hombre frente a mí me enseña su muy constrastante sonrisa—. Toma.

El Detective lee la hoja con sumo cuidado y al terminar me mira con los ojos inundados en rabia.

—¡Hijo de puta! —grita golpeando la mesa con ambas manos.

Uh, no queremos que la gente en ésta comisaría piense que el gran Detective Bates no puede lidiar con un sospechoso y tiene que usar la violencia, ¿o sí? —Mi sonrisa se asoma con toda la maldad del mundo, él solo se consume en sus llamas internas sin decir palabras.

Si no entienden, en el papel escribí "Ahora es cuando dices una frase épica y sin sentido para luego ponerte los lentes con estilo. YEEAAAAAH", remedando, obviamente, a la introducción de CSI Miami.

—¿Enserio? ¿¡enserio!? —grita y golpea la mesa de nuevo—. ¿A este nivel de madurez has llegado?

—Tranquilo, Horatio, ¿estás en esos días del mes? Porque podrías hacer que te despidan si sigues gritando. —Sonrío porque él odia que lo haga.

—Voy a matarte, juro por Dios que voy a matarte. —Vacía sus pulmones en un eterno suspiro.

—¿Un negro creyente? Estás lleno de sorpresas, para nada cliché. —Ante ese último comentario, el uniformado se acerca más a mí y sostiene mi cuello con agresividad, pero sin apretar.

—Te podría matar en este mismo instante y nadie lo sabría, ¿estás seguro de que quieres seguir fastidiándome? —Su agarre se apreta un poco y el ingreso de oxígeno a mi cuerpo lo confirma al deteriorarse poco a poco.

—Sí... por que un cadaver en el medio de una comisaría no se ve nada sospechoso. —Le sonrío una vez más con poco aliento.

—Te voy a hundir, Jerome, escucha mis palabras por que las recordarás cuando un negro creyente esté en tu celda haciendo cosas de las que no estarás muy orgulloso para contarles a tus inexistentes futuros nietos. —Esta vez él sonríe y suelta mi cuello alejándose de mí a paso lento.

—No eres el primero en decir eso, ni serás el primero en cumplirlo. —Lo veo retirarse por la puerta pero ante mis palabras oigo su paso volver a la habitación.

—Y estás en una comisaría a punto de caer de por vida a una prisión, yo que tú pensaría en el hecho de que quizá te estés hundiendo, RedMoon. —Sonríe con maldad para luego retirarse de la sala con aire a victoria.

Le faltó el "YEAAAAHH" y hubiera sido un buen capítulo de CSI Miami.

Paso unos minutos en silencio para pensar en toda la mierda que está ocurriendo a mi alrededor. Harper sabe quien soy, un hombre ha sido asesinado y ése hombre dijo mi nombre al morir, Nick es la causa de que el matrimonio de Patrick y mi hermana se vea crítico, Ally y yo estamos en una situación riesgosa y es muy posible que mi vida se resuma a vivir en una cárcel, y lo peor de todo es que vi a Selina después de quince años y no pude siquiera hablarle.

Vivientes Sin Vida [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora