Vivientes Sin Vida [PAUSADA]

Relato 23

Relato 23
"Momentos enterrados"

Un frío eriza mi cuerpo, recorriéndolo por completo, de pies a cabeza.

¿Qué es esta carta? ¿A quién está dirigida?

—Esta es nuestra salida, si entregamos esta carta tendremos el caso ganado. —Nicholas habla entusiasmado, como si el haber encontrado esta carta fuese algo positivo.

—Nick, míralo como de verdad es. Esto es una puta amenaza de muerte. —Ahora es Jerome quien toma la palabra, dirigida hacia el abogado.

—¿Para quién será... —Harper hace una pausa, como si le costaste decirlo— la amenaza?

A todo esto, Patrick inspecciona la carta de manera muy detallada. Su rostro no expresa emoción alguna, y eso es lo más escalofriante de todo.

—Estaba en el asiento de Ally, por lo tanto... —Nick se ve interrumpido por Jerome.

—Ese no es el asiento de Ally —suelta abruptamente mientras se hunde en sus pensamientos—. Si el asesino dirigió esta amenaza a alguien en especial, es porque nos vio en el juicio, y en el juicio la persona que estaba sentada ahí era... yo.

—Oh, por Dios, no —digo llevándome las manos al rostro mientras siento lágrimas acumularse en mis ojos.

De repente, siento como unos cálidos brazos me enredan y me acercan a un cuerpo de manera suave y tierna. Sin saber bien quién es, apoyo mi cabeza en su pechp y siento el palpitar de su corazón. Es calmado, pero a la vez rápido, es como si quisiera mostrarse valiente para ayudar a los demás pero en realidad está sumergido en el estrés de la situación.

Jay...

—Todo va a estar bien, Al... todo va a estar bien —susurra besando mi cabeza repetidas veces.

No puedo con todo esto, antes había una pequeña posibilidad, antes había luz, Jerome podría salir libre de aquí. Pero ahora, ahora ¿de qué le sirve la libertad si está amenazado a muerte? Ahora no hay luz, ahora todo es simplemente... oscuridad.

—Esto no es tinta roja —exclama Patrick y todos lo miramos sorprendidos.

—No dirás que es...

—Sangre. —¿Sangre?, no, no puede ser sangre.

—Eso es demasiado cliché. —dice Jerome.

—Sí, ¿sabes también lo que es? Amenazante, Jerome. Es amenazante enviar una estúpida carta advirtiendo la muerte de alguien con sangre, ¡con sangre! —Nicholas se exalta comenzando a frotarse la cara con agresividad.

Por un instante, todos quedamos en silencio, mirándonos entre nosotros, pensando en cuál será el próximo paso. En silencio se vio interrumpido por el habla de una persona.

—¿Qué pasa, Pat? —Una voz dulce y aguda se posa en mis oídos, pero con un tono de preocupación.

Elevo la vista para observar a mi hermano y me encuentro con su piel más pálida y una de sus manos revolviendo su cabello de manera nerviosa, mientras con la otra observa sostiene la carta que aún examina, pero ahora lo hace con miedo.

—No podemos entregarle esto al Juez... —El poseedor del nerviosismo se detiene y nos observa con clara preocupación en su mirada.

—¿Por qué, Patrick? —El hombre que aún me abraza decide preguntar, sacando al aire la duda que todos tenemos.

—Porque esta... —señala, golpeando con su indice, el papel—, esta es mi caligrafía. Es mi letra.

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