Relato 17

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Relato 17
"Orgullo y Amor"

Hace unas horas estamos aquí, la Fiscalía lo hace bien, quizá demasiado, Dios, ¡lo hacen perfecto!

Estoy nerviosa por lo que puede llegar a pasar; por lo que le puede pasar a Jerome, a Patrick, a Nick o a mí.

—¿Cómo es que un asesino mató a una persona con múltiples puñaladas sin siquiera ensuciar su vestimenta? —habla claro Harper, ella está en su máximo esplendor y creo que va a explotar si la mujer en su contra pronuncia una sola palabra devuelta—, está claro que eso no es posible, eso es naturalmente imposible. Y por lo que yo veo en los atuendos usados por los acusados, ¡no hay una mínima cantidad de sangre!

Harper toma asiento y los jurados toman nota, hay que decir que tenemos nuestras pruebas, pero ellos tienen más. Observo a la mujer morocha levantarse de su silla y pararse frente a los que tomarán el veredicto final.

—Señores y señoras del jurado, quizá no haya sangre en sus trajes, pero sí que la hay en el arma homicida. Arma en la que se encuentra el ADN de el acusado número uno. —Se los nombra por acusado número uno y número dos. El uno es Jerome y el dos es Patrick, parecen simples objetos. Pero así lo rige la ley.

—¡Objeción! El arma era un cuchillo de mesa, cualquier invitado pudo haberla agarrado. —Nick se levanta agresivo de su asiento y le habla al juez.

—Objeción denegada —pronunció de manera inútil el juez, Nick ya había dado su punto.

—Señores, el acusado número uno presentó repetidas veces actitudes agresivas la noche del crímen y tenemos testigos que pueden afirmarlo —rayos, testigos—. Se lo invita al señor Martínez a subir al estrado.

A continuación se para un hombre de descendencia latina y sube al lugar a donde lo "invitaron". Le hacen el típico juramento y comienzan las preguntas.

—Señor Martínez, ¿podría decirme qué es lo que usted hacía en la noche del crímen? —la mujer habla segura y convencida, creo que me está convenciendo a mí y eso me asusta.

—Yo era el encargado de la música en la fiesta de la señorita Manhattan. —Se lo nota un poco nervioso, creo que todos aquí lo estamos. Todos menos Lara Rose, la abogada encargada de meter a Jerome y Patrick a la prisión.

—¿Usted tuvo algún contacto con el acusado número dos?

—No. —Niega con la cabeza.

—¿Y con el acusado número uno? En caso de que su respuesta sea positiva, ¿podría describir ese momento?

—Sí. El fue hacia mí y me pidió que pasara una canción, todos lo hacían pero en ese momento estabamos en un ritmo rápido y el acusado me estaba pidiendo una canción de diferente ritmo, entonces negué. Negué y él me amenazó con golpearme si no lo hacía.

—¿Amenaza a un latino?, eso me huele racismo. —Golpe bajo por parte del calvo compañero de Lara en la Fiscalía.

De repente Jerome se levanta y sonrío porque sé lo que va a pasar.

—¡Oh, cierra la puta boca! —dice apuntando con el dedo al abogado.

—Señor RedMoon controle su vocabulario o lo multaré por altercados. —El juez amenaza con golpear su juguete de madera.

Veo como paso a paso el hombre calvo se acerca a Jerome, Lara lo intenta frenar y él la ignora sonriendo con maldad. No entiendo que está pasando pero si no acaba mal quemaré algo.

—Acusado número uno —se acerca al "nombrado" y apoya sus manos en la mesa que le corresponde a la Defensa—, ¿tiene algo para decir?

—Si no estuviera esposado te hubiera roto los dientes. —Tras sus palabras las personas que pudimos oírlo nos estremecemos, en especial Nick y Patrick que lo miran como si fuese el mismísimo infierno.

Vivientes Sin Vida [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora