Sex Hotline;camren

II;El trabajo prefecto

—Pero Mila ¿Cómo le piensas hacer? Quiero decir ¿Cómo vas a conseguir el dinero a tiempo?— Dijo una pequeña mujer que estaba acostada en la cama mientras jugaba con un gato.—Por cierto ¿Cuánto dinero necesitas?...Y por favor ¿Podrías dejar de caminar en círculos?,me estás empezando a poner nerviosa.

Camila,quien tenía su dedo pulgar en su boca mordiéndole, en signo de nerviosismo,caminó a su amiga,se agachó a la altura de la cama y en su oreja le susurro la cantidad,mínima, que necesitaba.

—¿Qué? ¡Camila,eso es imposible! —Gritó la pequeña mujer sentándose en la cama asustando al gato.

—Lo sé Ally— Dijo dejándose caer en la cama.—Y no se como vaya a lograrlo,he pensado en tener muchos trabajos de medio tiempo.

—Pero ¿Y cómo vas a estudiar? No tendrás tiempo suficiente si piensas tener muchos trabajos.

—¡Tienes razón! ¡Maldición! — Dijo mientras se frotaba fuertemente la cabeza con sus uñas en señal de frustración.

La más baja agarró una almohada muy afelpada en forma de gusano para empezar a pegarle a su amiga.—¡Hey! No maldigas en mi casa,Dios te puede oír.

—¡Ally,eso duele! — dijo la morena tratando de protegerse con sus brazos.—Por cierto ¿Y Dinah?

La pequeña mujer dejó de pegarle a su amiga.— No sé,dijo que ya venía...Bueno...¿Quieres leer la biblia?

[...]

—A ver si entendí, ¿Quieres que llame a un puticlub? ¿En que me va a ayudar eso Vero? No jodas. —dijo Lauren enojada.

—¡Oye,tranquila! ¿Acaso no has escuchado que un clavo saca a otro clavo? Y no es un puticlub.— Se llevó su puño a la boca en un ademán de que se iba a aclarar la garganta. — Es un servicio PREMIUM de sexo telefónico que cuenta con una promoción donde los primeros 3 minutos son gratis. Además, te ofrece servicios extra si eres cliente frecuente,es una organización muy respetada en la ciudad.

—Es lo mismo,Vero.— Dijo Lauren molesta.— Ahora me voy,tengo que dormir,nos vemos. — Esta se levantó como pudo,caminó hasta la puerta,la abrió y salió del departamento.

La castaña miró a la puerta esperando con paciencia unos segundos hasta que se oyó el "Toc Toc" de la puerta. Se paró del sillón,camino a la puerta y la abrió.

—Está es mi casa...

[...]

—Este es el cuarto misterio...

—Vale Ally,suficiente de esto,rezar no me va a traer dinero.— Decía Camila mientras se quitaba el rosario del cuello y salía se paraba del sillón. — ¿Y dónde cara...—

La más pequeña se aclaró la garganta dándole a entender a Camila su error. —Cara...cara...¿Caracoles está Dinah? .

—No lo sé,ya son más de las doce y... — Fue interrumpida por el ruido de las llaves abriendo la puerta.

—¡Hola chicas! Lo siento de verdad por llegar tarde,tenía que cubrir a María en el trabajo.— Dijo una chica alta,rubia y con bronceado espectacular,la cual se dirigió a la cocina.

Desde el lugar donde estaban Ally y Camila se podía escuchar el sonido del refrigerador abriéndose,el sonido de cosas siendo agarradas y movidas para al final escuchar el refrigerar cerrarse.

La rubia volvió con Ally y Camila acompañada de un sándwich en la mano.—Por cierto Ally,ya no tienes Coca-Cola.

—¿Qué? Dinah que te he dicho.

—¿Reza antes de dormir?

—¡NO!

—¿No contestes los whatsapp en misa?

— ¡Tampoco!

—¡Ya sé! No te lleves la comida de los desamparados de la iglesia.

—¡No Dinah! Sabes,mejor olvídalo y dame las llaves.

—Pero...

—¡Las llaves dije!— Con mala cara, la rubia sacó de su llavero la llave de la casa de su amiga y se la entregó.

—Ya regreso,la voy a esconder. — Dicho esto la más pequeña se dio la vuelta y desapareció en una habitación.

—Maldita enana.— Dijo la rubia.—Lo que no sabe es que tengo más copias,pero bueno. ¿De qué querías hablar,Mila?

[...]

Los rayos de la luna entraban por una parte de la ventana que estaba desprotegida de las cortinas,estas llegaban a la parte inferior de la cama sin molestar a las dos personas que se encontraban acostadas.

—Sabes Vero...a veces siento que necesito ayuda. Siento que me ahogo y solo quiero desaparecer. Y cuando tomo ya no siento eso. ¿Sabes a lo que me refiero?

Lauren espero una respuesta pero solo escuchó suaves ronquidos.

Se paró de la cama, tomó su laptop y se la llevó hasta su sala de estar.

Prendió el aparato y buscó en internet teléfonos de ayuda.

Corrió hacia el desayunador de su cocina en búsqueda de donde anotar y encontró un lapicero y una servilleta arrugada.

Volvió al sillón y anotó el número que salía en la pantalla de la laptop. Dejó la servilleta en la mesita del centro, cerró la laptop y se pasó las manos por la cara. Pensó si era buen momento para llamar o no.

Al final solo se levantó del sillón y volvió a la cama.

[...]

Tres figuras yacían en la sala de estar de una casa,una rubia acostada en el suelo,una morena sentada al revés de un sillón de dos plazas y una más pequeña sentada con las piernas cerradas en una postura correcta.

—Podrías ayudarnos en la Iglesia— Dijo Ally.

—No es suficiente dinero,Ally,no te ofendas pero... Necesito más.

—¿En un McDonalds?

—Aún más.

Mientras sus amigas debatían sobre qué trabajo tomaría la morena,la rubia pensaba una forma de que su amiga ganará dinero rápido,fácil,sencillo,sin ningún problema o sin ningún peligro,esas palabras claves recorrían su mente en busca del trabajo perfecto.

—¡Ya sé! — Dijo la rubia parándose de golpe asustando a sus amigas.

—¿Ya sabes que,Dinah? — Dijo la pequeña.

—Ya sé en dónde puede trabajar Camila. — Dijo con una gran sonrisa.—Conmigo.

—Pero tú trabajas en un...—Interrumpió Ally.

—Si lo sé,Camila, tú y yo seremos compañeras de trabajo. En un Sex Hotline.