Chilling

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Esquivó a los adversarios con ligereza y anotó el último tanto; otra victoria más para el equipo escolar. Sus compañeros se abalanzaron sobre él para abrazarle y felicitarle por anotar los puntos que les habían llevado a ganarle al instituto rival, y no pudo evitar reír cuando le llenaron de palabras de agradecimiento. Sin embargo, sus ojos se enfocaron en un punto más allá de sus compañeros, más allá de los otros jugadores que se veían decepcionados por haber perdido el camino al torneo nacional, más allá incluso de los estudiantes que se estaban volviendo afónicos de tanto gritar por apoyo.

DongYoung le miraba desde las gradas con una sonrisa de oreja a oreja, y agitó las manos con entusiasmo cuando notó que le estaba mirando.

YoonOh sabía más que nadie que los latidos rápidos de su pecho no solo se debían al esfuerzo realizado.

———

Las gotas de tibia agua borraron el sudor que el partido dejó en su piel. Ducharse en el instituto era algo a lo que ya estaba acostumbrado debido a las constantes prácticas que el baloncesto le imponía, pero aquello no significara que le gustase, en absoluto; de cierta forma era incómodo —y profundamente aterrador— pensar que al otro lado de la puerta podría estar un desconocido mirándole, espiándolo. Salía en las películas después de todo, ¿no?

Aunque esta vez necesitaba darse un baño por mucho que aquella remota posibilidad le pusiera nervioso, y además...

—¿Mañana dan los resultados de las votaciones, hyung?

...si DongYoung era el que echaba un vistazo entonces estaría todo bien. Más que bien. Sonrió mientras intentaba enfocarse en otra cosa, como en terminar de enjabonarse para poder salir pronto y disfrutar más de la tarde que les quedaba por delante.

—Sí, mañana sabremos quién será el nuevo presidente—incluso a pesar del sonido del agua repiqueteando en las baldosas pudo percibir la inseguridad de la voz de DongYoung—. Oh, pero estoy seguro de que me irá bien, sí.

Se mordió el labio inferior mientras terminaba de remover el último rastro de espuma sobre su cuerpo para acto posterior cortar el paso del agua. De su cabello cayeron gotas pero no se molestó en secárselo, no todavía.

Su hyung podía hacer muchas cosas... sin embargo, mentirle no era una de ellas.

—Doyoung... —susurró, envolviendo su parte baja en una toalla y saliendo al exterior. El de cabellos castaños estaba de espaldas a él, mirando a quién sabe dónde: lo único que tenía delante era la pared del camarín—. No estés nervioso.

—¿Nervioso? ¿Yo? —repitió, soltando una de las risas incómodas que conocía tan bien—. No, no lo estoy, Jaehyunnie.

A veces le escuchaba reír de aquella forma cuando las calificaciones llegaban y no eran tan buenas como esperaba, o cuando iban caminando y algún profesor les detenía solo para recordarles que debían estudiar más duro (dirigiéndose especialmente a DongYoung, quien no dejaba de reír y asentir obedientemente), o peor... cuando pasaban algunos estudiantes mofándose por los esfuerzos que estaba haciendo solo para convertirse en la marioneta del director.

Friccionó su cabello contra la toalla quizá con demasiada fuerza. Cuántas veces estuvo a punto de detener a alguno de esos imbéciles que trataban así a su mejor amigo; mas no lo haría porque no quería convertirse en otro Nakamoto Yuta (aunque el japonés llevara tantos meses sin meterse en peleas, la fama de rebelde estaba impresa en él todavía). Podía vislumbrarlo: la decepción en los ojos de DongYoung si comenzaba a meterse en revueltas de ese estilo. Era el único freno que le impedía defenderle.

You're Mine // JaeDo - DoJae - NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora