—Te está mirando de nuevo, hyung.
Ni siquiera fue necesario levantar la cabeza para comprobar que lo que YoonOh decía era cierto, por lo que solo procuró hundir sus palillos nuevamente en los blandos fideos servidos por la encargada de la cafetería, y llevárselos a la boca antes de que el menor le recriminara por su falta de respuesta.
SooYoung no dejaba de fulminarle con ojos llorosos en cada oportunidad que sus miradas se topaban por mera casualidad; apenas dos semanas y ya se estaba hartando. Sabía que sería difícil volverla a ver en el instituto después de haber terminado la relación justo en el día que cumplían cinco meses, y que sus encuentros serían algo inevitable más cuando compartían hasta salón de clases, pero...
De alguna forma, se sentía como si estuviese siendo vigilado por ella.
—No puedo creer todavía que ese imbécil de DongYoung haya cortado con la chica más hermosa del instituto, ¿qué tiene en la cabeza?
—Aire. Es el presidente más idiota que hemos tenido.
Notó, por el ángulo que tenía en esos momentos, cómo los nudillos de YoonOh se ponían blancos rápidamente al agarrar sus palillos con fuerza. Suspiró. Ya se estaba acostumbrando a ese tipo de comentarios a sus espaldas entre susurros; dichos al mismo tiempo con tanta intensidad que sería imposible no escucharlos.
Pero su amigo, por alguna razón, parecía no estar tomándolos muy bien. ¿Cuál era el sentido, si después de todo YoonOh no era el objetivo de ese tipo de frases maliciosas? ¿Por qué se enojaba tanto entonces?
—YoonOh... —susurró, pero no escucho palabra alguna como respuesta y terminó por resoplar, sin saber qué hacer.
Por eso estaba tan harto. Harto de todo ese jueguito de miradas fulminantes y palabras hirientes porque no quería ver al de marcados hoyuelos así, no cuando ni a él ese tipo de cosas le estaban afectando tanto.
Definitivamente no quería verle así por nada del mundo.
—Hyung... perdón, pero no me gusta que te traten así —le vio jugar con la comida con ayuda de los palillos, como si hubiese leído sus pensamientos. Notó cómo los fideos se trozaban por la excesiva presión ejercida, convirtiéndose progresivamente en una masa indefinida y poco apetitosa—. Creen que porque es linda y popular tienen derecho para condenar a cualquiera que le haga daño, ja, ¿por qué no se meten en sus asuntos? ¿Es que no entienden que una relación es de a dos y no tiene por qué involucrarse nadie en ella? ¡Si supieran lo difícil que es...!
—Tranquilo, Jaehyunnie.
Tan solo con susurrar aquello y posar sus dedos en la tensa mano derecha del menor fue capaz de detenerle... pero esa frase a medio decir quedó rondando en su cabeza.
—¿Lo difícil que es qué?
—Eh... yo-
—¡¿Qué?! ¡¿Y ese sin gracia de DongYoung le rompió el corazón a la preciosa SooYoung?! ¡¿Cómo pudo hacer algo como eso?!
El grito a sus espaldas, casi histérico, hizo que la indecisión y el nerviosismo de su mejor amigo se transformaran en un instante; antes de que fuese capaz de detenerle le vio levantarse del asiento estrepitosamente, mandando la silla hacia atrás.
—Si tanto les interesa ella, ¿no deberían estar felices? ¡Tienen pase libre! Aprovéchenlo entonces y dejen de joder de una buena vez, imbéciles.
Los palillos se le cayeron de la mano derecha y vio cómo YoonOh volvía a poner tranquilamente la silla en su lugar para posteriormente sentarse en ella, con la mirada gacha y un pequeño sonrojo en los pómulos que se hizo más notorio a cada segundo que pasaba. El cuchicheo de los chicos que le molestaban se volvió insoportablemente alto, y supo que probablemente todos les estaban mirando en ese mismo instante. YoonOh tenía una facilidad para atraer la atención del resto ya fuese en los partidos de baloncesto, por su popularidad con las chicas o... por cosas no tan positivas, como ese tipo de actitudes impulsivas que no se hubiese imaginado años atrás.
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You're Mine // JaeDo - DoJae - NCT
Fanfiction"Prométeme algo" "¿Qué cosa, YoonOh?" "Que nunca te irás de mi lado, hyung" "...Está bien" De pequeños los juramentos son algo inevitable. Pero la gente crece, las circunstancias cambian. Jung YoonOh y Kim DongYoung no pueden ser niños por siempre...