—¡Oye, "nuevo", se te cayeron unos papeles!
Escuchó las risas explosivas de las muchachas que tenía detrás y, reuniendo lo poco de fuerzas que aún le quedaban en el cuerpo después del menudo día que estaba a punto de terminar, las ignoró de la mejor forma posible mientras recuperaba los archivos regados por el piso. No debía demostrar debilidad, ni un poquito. No podía dejar que esas risas maliciosas le afectaran.
Cuando una de las hojas volvió a resbalarse de sus manos, Kim DongYoung supo que era imposible mantener la calma aunque realmente quisiera hacerlo.
—¡Ya déjenlo en paz, chicas! ¿Es que realmente se comportarán como estudiantes de primaria?
Parpadeó. Aquella voz era inconfundible, y no era la primera vez que la oía entre las paredes de la universidad, pero aún no se acostumbraba del todo. Juntando de nuevo la pila que antes llevaba en los cansados brazos, terminó por mirar a los ojos a la persona dueña de esa voz con la que no hablaba desde aquel momento en que le vio llorar profusamente, como nunca antes. El recuerdo que seguía imperturbable en su mente, y que resultaba un punto contrastante con la persona ahora tenía delante.
SooYoung lucía mucho mejor que en aquellos días, y estaba tan arreglada al punto que llegaba a verse casi irreconocible.
—Ah, DongYoung, ha sido mucho tiempo sin vernos.
Estuvo a punto de contradecirle, porque definitivamente recordaba haberle visto con anterioridad sentada en alguna de las clases o almorzando con un amplio grupo de amigas; sin embargo, se contuvo. Sonriendo, asintió, y por el rabillo del ojo los cuchicheos del resto del consejo estudiantil de Periodismo —conformado en su mayor parte por las que parecían ser a todas luces conocidas de SooYoung— captaron su atención.
—Así que lograste entrar a esta universidad también —comentó, mirándole a los ojos.
Recordaba que la intención original de su ex novia era la de entrar a un centro de estudios de prestigio, pero el que hubiese llegado tan lejos era algo que le tomaba por sorpresa. Aún tenía en la retina las infatigables tardes enseñándole operaciones matemáticas y fórmulas químicas, en las que a base de esfuerzo intentaba explicarle cuestiones para los exámenes con tiempo y esfuerzo que, lamentablemente, no se veían reflejados en las calificaciones de SooYoung en ese entonces.
Pero aun así, estaba honestamente feliz de que lo hubiese conseguido.
—Sociología —le escuchó aclarar con una sonrisita, ante lo que casi quiso golpearse la cabeza: claro que debía estar estudiando algo relacionado con la facultad en que se encontraban, de otra forma, ¿qué explicaba que la hubiese visto anteriormente en alguna de las clases comunes?—. Y tú... descuida, me acabo de enterar que eres de los que ingresaron al consejo de Periodismo, ¡felicitaciones! —abrió los labios para agradecer, mas, su mirada fija le detuvo, y le vio sonreír con naturalidad antes de proseguir—. ¿Qué te parece si aprovechamos para celebrar eso, y que además nos hemos vuelto a ver? Supongo que no tienes nada que hacer y...
—...De hecho sí tengo un panorama.
Aprovechó aquel instante de asombro en el rostro de SooYoung para despedirse de ella y salió lo más raudamente que le fue posible considerando el peso en sus brazos. Una vez hubo dejado los archivos en su casillero, el próximo objetivo fue la escalinata que le llevó a la salida del recinto y, con eso, al aire frío de la noche que se avecinaba. Entre las conversaciones ruidosas de las personas que caminaban a paso lento en dirección contraria a la universidad, los motores de los autos y el sonido de su propia agitada respiración, de todas formas pudo escuchar a la voz al otro lado del teléfono cuando este sonó y contestó en un instante.
ESTÁS LEYENDO
You're Mine // JaeDo - DoJae - NCT
Fanfiction"Prométeme algo" "¿Qué cosa, YoonOh?" "Que nunca te irás de mi lado, hyung" "...Está bien" De pequeños los juramentos son algo inevitable. Pero la gente crece, las circunstancias cambian. Jung YoonOh y Kim DongYoung no pueden ser niños por siempre...