You're Mine // JaeDo - DoJae - NCT

Side Story: Breaking Apart (1)

Golpeó la puerta de caoba que tantas veces había golpeado antes, siempre con el mismo patrón: dos toques seguidos de un silencio y un último movimiento que apenas rozaba la madera, pero que sabía que la persona al otro lado oiría fuerte y claro, reconociéndole de inmediato y abriéndole en menos de un segundo con una sonrisa resplandeciente. Esperó, pasando sus dedos con fuerza sobre sus adoloridos músculos de las piernas y resoplando, sudoroso; el reloj marcó las nueve de la noche cuando todavía ni siquiera se subía al subterráneo desde la universidad hacia su destino, por lo que correr fue su única opción si quería llegar a tiempo.

Solo para cuando logró recuperar el aliento, luego de largos y angustiantes minutos, fue que la puerta se abrió.

—HanSol...

Mas en el rostro de Yuta ya no existía esa sonrisa radiante que tanto amaba; ahora, solo una pequeña mueca de alegría forzada aparecía en esos labios. Entró, cerrando tras de sí. "Deja tu abrigo en la mesa, ¿por qué estás todo sudado?" le recriminó Yuta, y no pudo responder más que un burdo "préstame tu ducha un momento" al que el menor asintió. El agua le cayó limpiamente sobre el cuerpo, no hubo súbitas intromisiones y para cuando salió el japonés ya dormía plácidamente en su cama, agotado después de un probablemente fatigoso día de trabajo en el local donde atendía como cajero y al que se aseguraba de visitar en sus momentos libres entre clase y clase; hábito que sin embargo se estaba diluyendo de la misma forma en que ya no visitaba la casa del japonés como antes.

Porque aunque no quisiera, la sensación de que no era bienvenido allí era cada día más profunda.

Se recostó a su lado y no dudó ni un segundo en acercarse para estrecharle entre los brazos. Todavía le ponía nervioso hacer algo como eso en público y también otras acciones de esa índole, como los besos robados mientras caminaban en las calles más desiertas de las cercanías con dirección a alguna tienda de conveniencia para comprar cosas para la cena... pero caso aparte era cuando se encontraban completamente solos. Ahí, no importaba lo cansado que estuviera o lo mucho que necesitara estudiar para el día siguiente, cuando llegaba a la cama tenía el hábito de abrazar y besar a Yuta por toda la extensión de su cuello hasta alcanzar sus labios; acción que en muchas ocasiones llevaba a intensificar el contacto y a desvestirse entremedio de besos juguetones para amarse sin mayores ataduras.

Ahora, sin embargo, solo su ceño fruncido fue señal de que Yuta estaba despierto aún. No recibió beso de vuelta.

—Necesito dormir, HanSol...

—¿El trabajo en la tienda ha estado muy difícil? —preguntó en un susurro. Le vio asentir con un mohín y depositó sus labios suavemente sobre la nariz de Yuta, logrando que se arrugara—. La universidad ha estado hecha un lío también, sí...

—Tú no has tenido que lidiar con un montonazo de gente estúpida que lo único que hace es gritarte porque no te apuras lo suficiente —parpadeó ante su voz cortante, y se sintió empujado hacia atrás por las firmes manos del japonés—. Ya suéltame, ¡de verdad necesito dormir, maldición!

Últimamente le veía perder la paciencia hasta al más mínimo comentario, tal como antes, cuando lidiar con él día a día en el instituto era un dolor de cabeza enorme. Frunció el entrecejo, molesto. Se suponía que eran pareja, pero por mucho que pusiera de su parte no tenía ni la más mínima esperanza que todo se mejorara si seguía así de irritable.

—No estarías tan agotado si simplemente hubieses entrado a la universidad conmigo, Yuta —soltó por fin; un comentario que llevaba reprimido desde que su novio le anunció, meses atrás, que se daría un año libre para "pensarlo" mejor porque supuestamente "no tenía claro qué hacer con su vida". Odiaba dudar así, pero no le creía ni una pizca de que fuese por esas razones—. Y además no es como si el trabajo de cajero te tuviera así, ¿dónde anduviste anoche?