Fanática de la elegancia, la cruda sinceridad, la buena vida y redes sociales. Así es la vida de Ariana Macbeth.
O no, tacha eso, no puedo obviar lo más importante y la que la llevó a este punto: multimillonaria. Esa es la vida de la rubia más famo...
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Siento un intenso dolor de cabeza antes de siquiera abrir mis ojos, por lo que me remuevo tratando de taparme lo más que puedo. Joder, me siento con la peor resaca del mundo. No quiero ni moverme, siento que cualquier movimiento fuerte hará explotar mi cabeza.
Una punzada en mi cabeza me hace soltar un quejido, por lo que aprieto mis ojos y me empujo más hacia la cama. Que puto asco es beber tanto, ni siquiera recuer...
Un momento.
Yo no bebí anoche.
Frunzo mi ceño al mismo tiempo que escucho movimiento a mi alrededor por lo que abro mis ojos asustada, recordando de inmediato lo de ayer.
El golpe en mi nuca.
El arma.
"¿Él?, ¿qué te hace pensar que es un "él"?"
Me levanto de golpe sintiendo mi corazón latiendo tan fuertemente que me hace doler el pecho, recordando sus palabras y todo lo que vino después. Estoy dispuesta a abrir mis ojos para ver qué está realmente pasando a mi alrededor pero el dolor de cabeza se intensifica y tengo que sostener mi cabeza con ambas manos, sintiendo que explotará en algún momento.
Y aunque estoy abrumada por todo el dolor y la sensación de inseguridad, me las arreglo para abrir mis ojos y escanear todo el lugar, tratando de hallar el origen del ruido.
De inmediato siento alivio al darme cuenta de que Brooks es quien está allí parada, moviendo unas cosas del suelo.
Me dejo caer de nuevo y dejo salir un quejido. Maldición, duele mucho.
— ¡Despertaste! —pongo un dedo en mis labios, haciéndole señales de que no siga hablando.
—No hables tan alto, siento que mi cabeza podría explotar. —su leve risa llega a mis oídos, y aunque quisiera reír con ella, la sensación de miedo sigue en mí.
—Waoh, con esa frase me hiciste recordar cada que vez que iba a tu habitación a molestarte luego de una noche completamente alocada. —no puedo evitar reír un poco mientras que ella deja caer su peso a mi lado.
Paso mis manos por mi cabello mientras me voy levantando, y teniendo la misma sensación insegura de antes, sigo viendo a mi alrededor.
De inmediato me doy cuenta de que no conozco el sitio, así que abro mucho mis ojos y cuando creo que voy a gritar, Brooks me habla.
—Estamos bien, tranquila. —frunzo mi ceño y sigo viendo las paredes de la habitación.
No, definitivamente esta no es mi habitación. Ni la de Brooks.
Mucho menos la de la casa de mis padres.
— ¿Dónde se supone que estamos? —trato de mantener la calma aun cuando quiero entrar en pánico.