Sin voltear atrás. (Cap.13)

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Faltan unos cientos de metros para llegar al tercer y último refugio, la chica ha ido callada todo el camino.
De lejos podemos ver la escuela, es un lugar pequeño con grandes ventanas en frente, raramente no tiene protección a los alrededores ni puntos de vigilancia, ni siquiera un contratiempo para llegar directo a la puerta.
Al llegar nos detenemos frente al lugar, camino hasta la puerta con las manos en alto, esperando instrucciones, como en los anteriores lugares.
Al parecer nadie vigilaba la puerta, lo cual se me hizo bastante raro.
Abro la puerta y entro al lugar, desde la puerta le doy una señal a la chica de que esperase afuera y entro lentamente.

-¿Hola?, busco a alguien solamente. -digo mientras escucho mi eco por todo el edificio.

El maldito lugar está vacío, al parecer el refugio de la escuela Werther no era más que un mito.
Furioso por haber perdido mi última oportunidad, salgo del lugar tirando la puerta con un exceso de fuerza que demostraba toda mi rabia y decepción.
La chica nota esto y no hace ninguna pregunta, entendiendo la lógica de la situación.
Comenzamos a caminar por el bosque y tan solo puedo pensar en como todo se había ido al demonio, había perdido el plan y con este también la fe, ahora tan solo quedaba volver con Robert y resignarme a no buscar más vanamente.
Caminamos en silencio, simplemente escuchando nuestros pasos, un poco menos enojado, pero más decepcionado, triste e impotente.
De pronto el walkie talkie comienza a sonar, nos detenemos y tratamos de entender el mensaje con la horrible y pésima señal, es Robert.
-¿Kurt?....- dice muy entrecortado.

Logro responder con un simple "si".

-Debes volver...rápido. - responde Robert.

Debido a la pésima señal, no supe el porqué, pero debía volver. Podía ser que Katherine había llegado al refugio, así como podía ser alguna emergencia, pero sin darle muchas vueltas al asunto, me puse en marcha al refugio, aunque el viaje fuese largo.
Con la intriga del mensaje, acelero el paso, entusiasmado por llegar, con mi optimismo de vuelta, pero la chica está cansada y un poco débil, esto se me hace extraño, debido a que por más cansada que estuviera, siempre estaba animada y activa, supongo que el camino ha sido duro para ella.
Ella toma un poco de agua, un poco de comida y seguimos caminando.
En el bosque siempre están presentes los enfermos, pero ya que el sonido es lo que los atrae, siempre se encuentran parados y quietos, mientras otros caminan sin rumbo alguno.
Para poder avanzar debemos eliminar silenciosamente uno que otro, pero esto se hace cada vez más difícil porque debo cuidar también de la chica.
Avanzamos muy poco espacio en un largo rato, pensé que el regreso sería la parte más fácil, ahora veo que era todo lo contrario.
Seguimos caminando, con el sol justo encima de nosotros, reconozco que estaba un poco agotado, y la chica estaba bastante débil, así que decidimos detenernos a descansar, en una parte del bosque en la cual estábamos rodeados, pero lejos de los enfermos.
La chica se recuesta en un tronco de árbol, me inclino para ofrecerle agua y noto que está muy pálida, quizá deshidratada. Apenas puede levantar su mano para empujar la botella que trataba de darle, rechazandola y pidiendo que la guarde para el camino.
Me preocupa verla así de agotada, tomo una de las latas de comida y justo antes de sacarla, la radio comienza a sonar. No se entiende ni una palabra, tan solo provoca mucho ruido, de inmediato la apago y ofrezco la lata a la chica, pero ella no me presta atención, tan solo observa asustada alrededor y levanto mi cabeza para ver lo que ella veía, muchos enfermos, caminando justo hacia nosotros a lo lejos, atraídos por el ruido provocado por el walkie talkie.
Se puede escuchar el ruido de una gran cantidad acercándose, así que rápidamente me pongo de pie.

-Ya largate. - dice la débil chica.

-Ya deja de bromear, no hay tiempo. - le digo mientras le ayudo a ponerse de pie.

Apoyo a la chica en mis hombros con su brazo por detrás de mí cabeza, pero ella al estar de pie, suelta con un berrinche su brazo de mí.

-En serio tienes que irte, no saldremos los dos de aquí con vida.- dice, de forma que entendí que no bromeaba.

Tan solo la miro tratando de entender, entonces la chica levanta su manga y muestra una gran mordida en su brazo, mientras me mira resignada.
Miro la mordida y la miro a los ojos una y otra vez, las lágrimas recorren mi rostro incrédulo.
No sé como ayudarle, no se que hacer, tan solo estoy allí quieto viendo a la chica, mientras el sonido de la manada de enfermos está cada vez más cerca.

-No...no te voy a...no puedo.- digo mientras balbuceo.

-¡Vete! - grita la chica y golpea mi pecho con sus manos.

Doy dos pasos hacia atrás admirandola, mi ojos vidriosos la miran fijamente, doy vuelta y mientras la chica es devorada a mis espaldas, yo huyo del lugar sin voltear atrás.

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