La nota. (Cap.9)

17 1 1
                                    

En la madrugada, a eso de la media noche, decido irme, como había hecho antes. No podía evitar sentirme agradecido con Robert, por su hospitalidad, su alimento y en resumen, por todo lo que había hecho por mí, así que dejó una nota encima de sus cosas:

"Robert, quería agradecerte por comportarte de tan buena manera con un desconocido como yo. Eres un buen hombre, sino es posible que el último sobre la faz de esta tierra.
Siento mucho por irme así, otra vez, pero mi esposa me necesita. Gracias por todo, sigue manteniendo ese lugar como solo tu sabes hacerlo.
Espero estar con vida para poder volver algún día. Cuidate.
PD: tomé unas cuantas balas y la camioneta amarilla, lo siento, también tomé un walkie talkie, para poder estar en contacto."
-Kurt -

Luego de alistar todo, tomar la munición que espero no necesitar, camino hacia el auto dispuesto a irme, pero una voz detrás de mí me detiene.

-Ni creas que vas a ir solo. - dice la chica con brazos cruzados y una de sus cejas levantada.

-¿Que haces?, vete a dormir.-digo con un susurro para no despertar a nadie más.

-Claro que no, quiero ir contigo. - responde con bajo berrinche.

- Sabes lo peligroso que es, ¿por qué quieres venir? - pregunto confundido.

-No lo sé, siento que no sobrevivirás sin mí. -dice con tono de broma.

Se dibuja una sonrisa en mi rostro, ella sube al auto como si fuésemos de paseo, después de ver su extraño entusiasmo, subo yo también.
La primer parada es en el Hospital San Mateo, que está a unos catorce kilómetros del refugio.
Las carreteras siempre están desoladas, nunca hay más de dos o tres enfermos. El frío penetra hasta los huesos inclusive dentro del auto.
He manejado por casi una hora desde que salimos, mientras yo solo pienso en todos y cada uno de los detalles del rostro de Katherine esperando verlos de nuevo, la chica balbucea canciones con sus pies sobre el dash y sus manos golpeando sus piernas.
Luego de un rato, a lo lejos, vemos un gran edificio blanco, con un enorme cartel en frente, "Saint Mateo Hospital".
Mientras nos acercamos al lugar solo puedo pensar en encontrarla, ni siquiera he pensado en lo que voy a hacer después de que lo haga, talvez volver con la cabeza baja al refugio de Robert a encontrar lo más parecido a la "vida normal" de antes.

-¿Crees que esté ahí?- pregunta la chica.

Suspiro lo más profundo que puedo con la idea.

-No lo sé. ¿Que hay de ti?, ¿alguien con quien sea posible encontrarte?- pregunto.

-Supongo que no. -responde un poco triste. -Pero sería un placer conocer a la famosa Katherine. - dice mientras sonríe y me mira.

-Ustedes dos se llevarían bien seguramente. - digo sonriendo por el simple hecho de que sea posible verlas conversar.

-¿Tu crees? -dice un poco sorprendida.

-Si, de seguro, las dos están un poco locas. - bromeo con ella.

Los dos reímos, pero nuestra risa se detiene al ver que el hospital estaba tan cerca y prácticamente habíamos llegado al lugar.

LostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora