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Narrador: Alessia

Después de volver con lo que, según Luke, se debe alimentar a Shleep y dárselo para que coma, todo estaba tranquilo. Sólo se escuchaba a Shleep, masticando lentamente cada hoja de eucalipto hasta formar una bola de pasta asquerosa y tragarla.

Por alguna razón, Calum aún estaba sin camisa, y no veía que se sintiera incómodo con eso. Hasta se negó cuando le propuse darle una de mi padre. Obviamente estaba algo sonrojada, él también. Era extraño, habíamos estado juntos de la manera más... fisica posible hace tan sólo una noche, y parecía haberse olvidado completamente de todo. No sacaba el tema aunque yo estaba bien con eso. Quizá el estaba realmente ebrio. De todas formas, notaba su mirada, expectante. Confundida, empezaba a hablar de Shleep. Porque, por supuesto, eso si lo recordaba.

Unas horas más tarde, después de estar hablando y pasando el rato con Cal y Fredd (quien, debo decir, nunca se fue de mi casa. Al volver, el seguía tal y como lo habíamos dejado), oímos el inconfundible sonido de una Range Rover estacionando fuera de la casa. Habían llegado.

La puerta se abrió con un crujido y se escucharon pasos dirigiéndose hacia la cocina. Unas llaves cayendo sobre el recibidor mientras un rítmico repiqueteo de tacones resonaba por toda la casa, hasta llegar justo detrás de nosotros.

-¿Ni un hola?

Escuché su voz, y hasta en Japón pudieron sentir el manojo de nervios que se había hecho de Calum.

-¿Hola?-. Saludé de mala gana.

Seguí en mis asuntos, pero mi mamá no se movía de su lugar.

-¿Se te ofrece algo?

-¿Es este joven el hijo de los Hood?

-Es mi novio-. Traté de imitar lo mejor posible la voz de Hannah.

-¿Hablas del chico sin camisa?

-¿Ves algún otro aquí, mamá?

-Pues no. Es un gusto, Hood -. Ella extendió su mano hacia Calum.

-¿Conoce a mis padres, señora Toods? -preguntó el moreno.

-Claro, sales con Hannah, no podría respirar sin saber con qué clase de gente se junta mi niña.

Mi mamá me observó con exagerada dulzura, y todo lo que sentí fue asco. Asco de tener que admitir que ella ni siquiera podía reconocernos.

-Pero... -Calum iba a hablar, no lo dejé.

-Si, ma -. Imité a Hannah -. Él es mi novio.

-Genial -rió -. ¿Te quedas a cenar, Hood?

-Yo creo que no sería conveniente.

-Oh, claro que si, Cal. Esperemos a Alessia.

Me miró, confundido. Le articulé un "ahora hablamos" en lo que mamá sonreía y se dirigía a la cocina, en la que aparentemente se encontraba papá.

-Sígueme.

Me dirigí a mi habitación.

-Wow, dos veces en la misma semana.

-¿Dos veces qué?

-Dos veces entré a la habitación de la novia de mi mejor amigo, guiado por ella. ¿Confuso, eh?

-Lo haces más complicado de lo que es, podrías haber reducido bastante la oración.

-Sabes que no soy bueno en el instituto.

-Oh, Cal. Sabes que sí... -. Dije riendo.

-No cambies de tema, Hilton. Siguiendo con lo que decía, es la misma novia con la que, por cierto, me acosté. Es bastante gracioso.

De Alessia Para Hood ❀ cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora