De Alessia Para Hood ❀ cth

1. Alessia

Ya eran las seis de la mañana. No tengo idea de por qué, pero siempre me despertaba justo al rededor de esa hora o incluso en la misma. Era una costumbre que había obtenido desde chica. Gracias a eso no tenía problemas de tardanzas, no como Hannah, ella era un desastre. Prácticamente yo era su despertador en vida. Era la rutina, despertarme al rededor de las seis de la mañana, vestirme, arreglarme, y a eso de las siete la despertaba. No se cómo, pero ella tenía una facilidad impecable para despertarse y en una pasada de cepillo ya estar preparada y hermosa. Y aunque teníamos el mismo aspecto, yo nunca pude lograr eso.

-¡Hannah, sal del baño o vamos a llegar tarde! -le grité a mi hermana gemela esa mañana. Fue entonces cuando simplemente abrió la puerta y estaba totalmente vestida, con una camisa azul verdoso y una perfectamente planchada pollera rosa. A los minutos finalmente bajamos, luego de unos minutos en el baño, luciendo exactamente igual que yo, sólo que yo estuve desde las seis hasta ahora para lucir como ella lo logra en diez minutos. Tomó las llaves del auto y salió por la puerta haciendo resonar sus tacones. La seguí y me subí del lado del copiloto-. No entiendo cómo te preparas tanto en tan poco tiempo -comenté.

-Hay que lucir bien para uno mismo...Y para los hombres. Además hay que tener un buen tiempo de sueño para la concentración durante el día -dijo después de una pausa y me sonrió-. No lo entenderías -prendió el motor y empezó a andar por las calles rumbo al colegio.

Al llegar nos bajamos y nuestros caminos se separaron. Ella tomó el camino hacia la puerta de la izquierda de la escuela, con uno de sus "amigos". Era moreno y algo más alto que ella. Yo fui por la derecha con mi hermoso libro de Ayn Rand " La Rebelión de Atlas" en las manos.
En el camino me encontré con Ashton, compartimos las clases de Química y Literatura. El en serio me gustaba, pero sólo Melissa, mi mejor y única amiga, y Hannah lo sabían. Era un poco vergonzoso encontrarme con él, no era como si no pudiera hablarle, el problema era que hablaba demasiado, al pobre se le notaba que no estaba interesado. Hablaba de cosas que hacía o debía hacer en el día, tareas pendientes, exámenes. Generalmente cosas escolares. Esa vez no fue la excepción.

-Oh, hola Ashton.

-Hola, Ali -la verdad nunca supe por qué me decía así. No era como si fuésemos amigos ni nada por el estilo. Supongo que él simplemente era dulce con todos y todas.

-¿Estudiaste para hoy?

-La verdad no mucho... He-he tenido algunos problemas con mi papá, pero ya se solucionó. El problema... -se cortó de repente y se me quedó viendo. Meneé mi mano frente a su cara para que reaccione -Oh, perdón. Tienes una mariposa en tu pelo -dijo y extendió la mano para tomarla con toda la delicadeza del mundo. Me la enseñó -es del color de tu pelo -dijo.

-Si, es una Monarca, se identifican por el intenso anaranjado de sus alas. Es de la familia...

-Nymphalidae -me interrumpió y sonreí.

-Si, Nymphalidae. Lo estudiamos hace dos años. La verdad me interesaba mucho, aunque al resto le parecía inútil aprender a identificar mariposas por el color de sus alas -de repente me frené, noté que él me veía con confusión -Perdón.

-Siempre me gustó ese tema -dejó ir la mariposa, me sonrió y se fue. Genial, lo había espantado. De nuevo.

***

Estaba sentada en la clase de Literatura, esperando junto al resto a que llegara el profesor Vecci. Hacía garabatos con el nombre de Ashton en mi cuaderno de notas, como hacía últimamente. Él en serio me gustaba. No sabía como decírselo, es decir, quería hacerlo, pero no quería espantarlo más de lo que ya lo hacía. El chico ya hasta tartamudeaba al hablarme, seguro se ponía nervioso de tener que seguirme la charla y no saber cómo hacer para que me calle. Ni si quiera me di cuenta en qué momento comencé a morderme el labio inferior, eso también se había hecho un hábito en esos días. Era algo que solo Ashton podía provocar en mí... Bueno, y quizá también Shawn Mendes, pero eso ya era indiscutible. Mientras, el resto gritaba y lanzaba cosas en la parte más alejada de mí.