Wild And Unruly (Larry Stylinson AU)

Capítulo quince.

El YMCA en Sheridan era un pequeño edificio poco atractivo entre la biblioteca y la secundaria, justo en medio de la ciudad. Sus ladrillos parecían ser la de misma tonalidad de siena tostado como la Y en Long Prairie, y Louis se cuece en los recuerdos desagradables de sus días como guardavidas en secundaria cuando Harry estacionaba la F150.

"Vamos a uno de los gimnasios," Harry dijo, riéndose de la expresión de Louis y poniendo los ojos en blanco cariñosamente mientras apagaba el motor. "no a la piscina."

Louis había estado un poco decepcionado a principios de la semana cuando Harry le había informado que estaba registrado para participar en la 64ª edición del Cowtown Hoedown el sábado por la tarde, y le pregunto a Louis si quería acompañarlo. Por muy atractiva que sonara la idea de ver a Harry bailar, y por mucho que estaba disfrutando ayudar a Harry en el rancho, Louis estaba agotado, y eso significaba que no tendrían ese preciado tiempo libre para ellos solos. Su corazón se había hundido, a pesar de que quería apoyar a Harry.

Si había pensado que sería capaz de ocultar su reacción inicial, se dio cuenta que estaba completamente equivocado, porque Harry había dejado salir un resoplido simpático, jalando a Louis en un fuerte abrazo y prometiéndole que no sería tan malo o duraría demasiado. Había estado animando a Louis durante los últimos días, cariñosamente escuchando sus historias de terror del YMCA (la mayoría de las cuales involucraban pañales flotantes e incidentes de casi ahogamiento) para darle una forma de desahogar su frustración por la situación.

"Te garantizo que todo el edificio huele a cloro de todos modos," Louis gruño ahora, desabrochándose el cinturón de seguridad. Perdió una pelea contra una sonrisa cuando la risa de Harry se ilumino en respuesta, y se encontraron sobre la consola en un beso.

"¿Vas a estar bien ahí?" Harry pregunto con un brillo de diversión en sus ojos. Puso una mano sobre la parte posterior del cuello de Louis, pasando su fuerte pulgar justo detrás de la mandíbula y frotando suavemente.

Louis hizo un sonido indefenso de felicidad ante el toque cálido y asintió lentamente, sus parpados aleteando. Podría haber estado ligeramente contrariado por tener que compartir, pero aún estaba contento de estar con Harry, donde quiera que estuviese. A pesar de quejarse del YMCA durante toda la semana, él le aseguro repetidas ocasiones a Harry que el realmente quería venir, molestándolo sobre cómo sería una tragedia perderse algo que realmente era llamado "El Cowtown Hoedown."

"Voy a estar bien," suspiro con cansancio, como si fuera un soldado, antes de darle a Harry una sonrisa traviesa. "Aunque todavía creo que deberían haber camisetas gratis."

Harry soltó una carcajada y luego beso a Louis en la frente antes de bajarse de la camioneta. "Bueno, creo que deberías liderar el comité el próximo año, Sr. Grandes Ideas."

Louis sonrió, sus mejillas calientes como siempre parecían estar cuando alguien daba a entender que el estaría cerca en el futuro. Le dio a Harry una mirada más mientras empezaban a dirigirse hacia la puerta principal. "Debería..." arrastro las palabras, con los ojos todavía persistentes en el largo cuerpo de Harry de una manera exageradamente lasciva. Levanto las cejas dos veces. "Sé exactamente que poner en los carteles promocionales."

Harry se rio de alegría, pero aun así se arregló un poco bajo la mirada apreciativa de Louis, cuadrando los hombros y pasando su mano por el pañuelo de seda blanca que estaba anudada a su cuello. Louis sintió una oleada de atracción  y afecto que era tan fuerte que tuvo que apretar sus puños para no llevar a Harry de regreso a la Ford y exigirle que regresen al rancho de inmediato e ir directamente a la cama. Estaba vestido con una hermosa camisa de estilo occidental, de color verde pálido con encaje de perlas y rosas bordadas en los hombros y los puños de las mangas, y traía sus mejores pantalones negros ajustados en sus botas de vaquero que estaban finamente elaboradas que podrían costar más que el primer carro de Louis. Él siempre parecía tener un brillo extra especial cuando tenía su atuendo perfecto, y ese sin duda era el caso de esta tarde. Louis no podía dejar de mirar. No podía dejar de amarlo por eso.