Capítulo final.

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Habían estado trabajando en la cabaña durante algo más de una semana cuándo Louis decidió que quería casarse en ella. Se paró debajo del dintel y vio a Harry iluminado por un rayo de luz que estaba brillando a través de un hoyo en el techo en descomposición. Las cejas de Harry estaban fruncidas en concentración mientras colocaba tablas de pino nuevas y resistentes sobre el subsuelo. Louis se quedó quieto, observándolo por unos momentos. Estaba cubierto por una fina capa de sudor y aserrín, su cabello en un medio bollo, y Louis pensó que nunca se había visto tan encantador.

Louis debió haberse movido, porque Harry miró hacia arriba de repente. Su rostro rompió en una sonrisa cuando vio quién era.

"Hey. ¿Encontraste esa broca para mí?"

Louis se dirigió hacia Harry a través de las herramientas dispersas y piezas de vieja, madera deformada. "Creo. ¿Es este, no?" Se inclinó en una rodilla para pasarle la pequeña pieza de metal a Harry, y sintió que su corazón se saltó un latido.

Harry lo inspeccionó, asintiendo. "Sip". Miró devuelta a Louis por un momento mientras desenroscaba la cabeza de su taladro. "¿Qué?" preguntó, sonrojándose levemente por la forma en la que Louis lo miraba. "¿Qué estás pensando?"

Louis frunció los labios, trabajando en su mandíbula mientras agachaba la barbilla, no queriendo que se le escapara nada. "Eres bonito," dijo.

Harry sonrió y tarareó felizmente. El suelo tomaría dos semanas, había dicho. Luego él y Louis empezarían el delicado proceso de quitar el revestimiento gastado, e intentando adivinar cuál de la madera que formaban las paredes había dado paso a la putrefacción y tendría que ser reemplazada. Re-tapizar, reparar los tejados y sustituir las ventanas y puertas, y luego trabajar en el porche... Les llevaría todo el verano.

Louis no podía pesar en algo más que podría estar haciendo. Incluso había hecho que Harry le comprara sus propios guantes de trabajo en Walmart. Aún estaban un poco rígidos y se veían nuevos, pero el cuero estaba empezando a oscurecerse y a formar sus propios pliegues. Louis podía sentir sus manos volverse más duras.

Se hincó y dejó que Harry le enseñara como ayudar con el suelo.

Más tarde, cuándo sus brazos estaban envueltos alrededor de la cintura de Harry en la parte trasera de un ATV, los vio. Paul, Sally y Jolene, pastando por el arroyo. Golpeó ligeramente el hombro de Harry y los apuntó. Harry se dirigió hacia ellos.

Louis se bajó primero y se dirigió directamente hacia el peludo flanco rojo de Jolene, hundiendo las manos y acariciándola alrededor hombros. "La maternidad te ha cambiado," le susurró. "Eres aún más hermosa de lo que eras como novilla".

Se volteó y vio Harry en el suelo, los dos terneros empujando sus hombros inquisitivamente. Un pequeño rayo de miedo atravesó a Louis de repente, e hizo que sus ojos se ampliaran. Operación vaca-ternera. Eso es lo que es esto. No una casa de vacaciones para animales de granja.

"No vas a venderlos, ¿verdad?" demandó.

Harry miró hacia arriba bruscamente y se mofó "¡No!" dijo. "Nunca haría eso."

Louis se relajó. "Bien," asintió. "Quiero decir, sé que esto es negocio y todo. Intentaré no encariñarme con cada becerro que aparezca..."

"Son nuestras vacas amadas," declaró Harry. Louis se rio, sus ojos arrugándose. "Se quedarán justo aquí."

Louis tomó la mano de Harry en su camino a la casa, después de que estacionaron el ATV y guardaron todas las herramientas y el equipo que habían usado. El sol estaba a punto de ponerse, y podía oler la lasaña que la señora Burden estaba haciendo. De repente se dio cuenta del peso de su celular en su bolsillo.

"Sólo un segundo," dijo, dejando a Harry pasar por la puerta de cristal corrediza a la cocina. Lo sacó, tragando saliva. "Quiero llamar a mi mamá," susurró. No había hablado con ella por un poco más de dos meses, y de repente se sintió como mucho tiempo.

Harry apretó su mano, inclinándose para besar su mejilla mientras Louis presionaba el celular en su oreja y lo escuchaba empezar a llamar. "Estaré adentro si me necesitas," dijo.

Louis asintió, dándole una pequeña sonrisa antes de voltearse para ver hacia el patio trasero. Las montañas estaban pintadas con luz dorada. Bonnie estaba husmeando por el huerto de la señora Burden, y Niall se movía por el establo.

"¿Louis?" ella sonaba tan pequeña, pero Louis podía escuchar la sorpresa y el placer en su voz.

"Hola, mamá," dijo, mordiendo su labio.

"Hola, cariño." Su voz estaba relajada en el tono reconfortante que conocía tan bien, y Louis pensó que podría distinguir el sonido de un ventilador de la estufa en el fondo, y un pitido de microondas. "¡Llamaste! Estoy tan feliz."

"Espero no estar interrumpiendo tu cena," dijo.

"Oh, no, no. Bueno, apenas nos estamos sentando para comer, pero le diré a Dan que empiece sin mí. Siempre olvida poner sus baberos hasta que es demasiado tarde..." Entonces hubo sonidos sordos, y Louis supo que estaba sujetando el teléfono en su pecho y dando direcciones. Las cosas estaban más calmadas cuándo volvió a la línea.

"¿Cómo estás?" preguntó, sentándose en algún lugar con un pequeño suspiro. "¿Vendrás a visitarnos pronto? Sabes que amaríamos recibirte cuando fuera."

"Me encantaría ir," dijo Louis. "Tal vez al final del verano, antes de que termine la escuela de derecho. Debería ir a dónde papá, también."

"Él amaría es, cariño. Estoy segura que hay un montón de vuelos directos desde Denver..."

"Lo sé," dijo Louis. "Lo sé. Tocó la tierra con la punta del pie, haciendo un semi-círculo y aclarando su garganta. "De hecho," continuó, "Ya no estoy en Denver. Renuncié a mi trabajo ahí."

"¿Oh?"

"Si, yo—"Louis contuvo el aliento. "Es... es una larga historia, pero. Conocí a un vaquero."

Le contó acerca de todo mientras el sol se ocultaba tras las montañas y el aire se volvía frío. Su cálida voz y las brillantes luces que destellaban desde el comedor hicieron que el corazón de Louis latiera más rápido, haciéndolo sentir como si estuviera envuelto en una manta acogedora. Rieron e intercambiaron historias, e hicieron planes para que Louis y Harry fueran a conocer a sus hermanos gemelos.

Estaba obscuro cuando finalmente se despidieron. Louis se detuvo por un momento, su corazón latiendo con fuerza mientras parpadeaba hacia la noche joven. Estaba tan lleno de amor. Tan lleno de amor.

Luego deslizó la puerta y entró, dónde Harry y su cena esperaban por él.

Wild And Unruly (Larry Stylinson AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora