Wild And Unruly (Larry Stylinson AU)

Capítulo veintiuno.

Louis llegó a su apartamento el sábado por la tarde, maldiciendo en alto. Dejó caer su maleta con ruedas justo al otro lado de la puerta y cojeó hasta el sofá, dejándose caer con un gruñido insatisfecho y su teléfono acunado en su mano. Le había enviado a Harry un mensaje desde el aeropuerto y otro justo cuando aterrizó, mientras su avión todavía estaba circulando por la pista de aterrizaje de Denver.

Hasta ahora, sin embargo, no había recibido respuesta.

Ya estoy en casa, escribió. Se quedó mirando las palabras por un segundo antes de eliminarlas y escribir Acabo de regresar a mi departamento. Luego golpeó enviar, suspirando mientras veía todas las burbujas de texto apiadas en su lado del hilo de conversación.

El aire en su sala de estar olía plano y sin vida. Louis pensó en levantarse y abrir la ventana de su cuarto, pero después de tensar sus músculos se rindió y se hundió aún más en el sofá. La pelea, la despedida que había terminado demasiado rápido, y todas las pequeñas molestias del viaje lo habían agotado completamente, habían drenado todo fuera de él y dejado solo un dolor hueco. Sintió que quería llorar, pero no tenía lágrimas—un impulso emocional.

Tenía que hablar con Harry. Necesitaba escuchar su voz en el teléfono, necesitaba asegurarse de que ambos estarían bien. Tímidamente, escribió el nombre de Harry en sus contactos y sostuvo el celular en su oído.

No sonó. Todo lo que obtuvo fue un mensaje de voz.

"Hola, este es Harry Styles en el rancho Lonely Rose. Probablemente estoy con las vacas en este momento, pero deja un mensaje y te llamaré pronto."

No era la voz real de Harry. Era algo levemente más alto y plano; era Harry haciendo un esfuerzo por sonar profesional; no era por Louis. No era por Louis. Antes de que lo supiera, hubo un beep, y sus respiraciones inestables estaban siendo grabadas.

Suspiró. "Harry," dijo, antes de sentir la emoción poco a poco sofocar sus palabras. Intentó tragarse el dolor. "¿Llámame?" se las arregló para decir. "Dijiste que tú..." Paró y soltó una pequeña risa furtiva así mismo por ser ridículo, tan inusualmente nervioso. "Nunca dejo buenos mensajes de voz," continuó. Podía escuchar el tono áspero en su voz por la falta de sueño, la ligera vacilación de ansiedad. "Siempre vergonzosos. Es porque soy malo hablando conmigo mismo, así que por favor llámame. Fin."

Colgó con una pequeña ráfaga de pánico. Fin, repitió en su cabeza, rodando sus ojos. ¿Qué estoy haciendo, narrando un libro?

Se recostó ahí con el celular en su estómago por un rato, mirando a la nada, a las esquinas del cuarto, el polvo que se había acumulado en las aspas del ventilador. Harry probablemente había apagado su celular y había ido a perderse en trabajo en el rancho. Louis podía verlo sobre una rodilla afuera en el pasto fangoso, su mandíbula tensa aumentando la tensión en el ensanchador de la cerca, intentando evitar que la manada de los Llewellyn invadiera. Hay tanto que hacer, Louis permitió. Siempre hay tanto que hacer...

Se quedó dormido hasta alrededor de las 10:00pm. Un trueno lo sacudió fuera de un distorsionado sueño sobre Paul y Sally, parpadeó despierto a la obscuridad y al sonido de lluvia constante. Agradecía no haber abierto la ventana después de todo. Caminó perezosamente hasta la cama, arreglándoselas para quitar su ropa en el camino, agradándole que tan libre se sentía su piel después de que las capas se fueron. Había una notificación brillando en su teléfono de Harry. Louis entrecerró los ojos en la obscuridad, cayendo en la cama. Se veía tan pequeño.

Desearía que no te hubieras ido.

Louis sintió que su corazón se agarrotaba con dolor y repentino resentimiento. ¿Así que es así como esta separación iba a funcionar? ¿Harry iba a guardarle rencor porque tenía una vida fuera del rancho? Louis dejó salir un sonido de incredulidad mientras desbloqueaba su teléfono y empezaba a escribir furiosamente.