Let me be yours.

-[La perdida de un ser querido es muy difícil de afrontar.]-

Recuerdo haberme despertado sola en la cama, con una nota de Liam. La cual decía:

- Querida Sally:

Siento que al despertarte no me encontraras durmiendo a tu lado. Harry me llamo hace unos pocos minutos, pidiéndome que fuera al hospital. Zayn ha tenido un accidente y esta muy grave. Aún no saben si saldrá de esta. Recemos porque así sea. Perdóname, juro recompensártelo.

Al leer la carta rompí a llorar. ¿Zayn y un accidente en la misma frase? Oh no, eso no me gustaba nada. ¿Y si no salía de esta? ¿Y si se moría? Liam estaría destrozado y a mi me entraría un gran bajón. Me levante de la cama y cogí mi móvil a la vez que salia de mi cuarto. Baje las escaleras a toda prisa, dando un salto, abriendo la puerta y saliendo escopetada; dando un portazo. Me dirigía a toda prisa al hospital. Por varios segundos pensé que mi corazón de saldría de mi pecho. Cuando llegue al hospital pregunte a la recepcionista.

- Hola, ¿en que la puedo ayudar jovencita?

- Hola, vengo a ver a Zayn Malik.

- Sexta planta, habitación seis cientos trece.

- Muchísimas gracias.

Corrí hacia el ascensor y espere cinco largos pisos hasta llegar. Fui hacia la habitación que me había indicado y en efecto. Ahí estaba Harry, Liam y varias personas mas que no conocía de nada. Pude ver como le decían a Liam algo sobre mi, ya que poco después se giro y salio de la habitación; viniendo hacia mi.

- Eh, pequeña, no estas enfadada, ¿no?

- No, para nada, solo me asuste un poco al ver que no estabas a mi lado cuando desperté.- Mire hacia abajo.- ¿Cómo esta Zayn?

Liam se quedo callado por completo y empezó a llorar. Vale, Sally, esta mal, obviamente. Lo abrace con fuerza y me susurró.

- Los médicos han dicho que durante la operación tuvo un derrame cerebral y ha muerto...

Vi como de sus ojos caían lágrimas y vino a resguardarse en mí. Me entristecí y apené. Uno de sus mejores amigos había muerto y él estaba destrozado. Sabía que le costaría mucho superar esto, y es que la muerte de un ser querido es muy difícil de superar, y más de un mejor amigo/hermano. Me susurro al oído si podía pasar esa noche en mi casa, y recordé que estaría sola hasta el fin de semana. Me apetecía pasar todo lo que quedaba de semana mimando a Liam, así que no me lo pensé dos veces y le dije que sí. Entre a la habitación y él me presento a la familia de Zayn. Me acerque a Tricia y a Yaser para darles el pésame.

- Tricia, Yaser, lo siento mucho. Conocía a Zayn muy poco, pero por lo poco que sabía de él, era un chico maravilloso, y siento su repentina perdida.

- Ay, Sally, muchísimas gracias, él nos habló de ti nada más ingresar aquí. Nos dijo que eras una chica increíble, y que Liam tenía mucha suerte de tenerte.

- ¿De tenerme? ¿Perdone? ¿A qué se refiere?

- Sí, él nos dijo que estábais juntos, y que estaba muy feliz.

Entonces Liam intervino.

-Ah, no, no, Tricia, yo no estoy saliendo con ella.- Se acercó a ella y le susurro algo que no pude oír.- Zayn se equivocó.

- Liam, creo que me voy a casa, lo necesito. Luego nos vemos.

Salí de la habitación, y baje las escaleras a toda prisa, no quería seguir allí metida. Me fui del hospital, despidiéndome de la recepcionista con la mano. Encendí mi iPhone y me puse los cascos, mientras le daba al replay de la canción ‘Between you and I’ de Every Avenue. No tenía ni ganas de cantar. Del cielo empezaron a caer gotas de agua, chocando con mi piel. Sentía frío, pero a la vez calor. Alegría y tristeza. Impotencia. No tenía ni la más remota idea de que hacer en ese momento. Solo sabía que quería llorar como si no hubiese un mañana. Atajé por unos callejones y pronto llegue a la acera de en frente de mi casa. La familia de Zayn se mudaba. Se iba de Manhattan. Volvían a Bradford, y me entristecí aún más. Me senté en la acera, encendiéndome un cigarro y echándome a llorar bajo la lluvia. Alguien beso mi cabeza desde detrás y supe de quien se trataba.

- Hola, Liam.

Ni me moleste en mirarlo. No quería que me viera llorar. Entonces oí el ruido de unos mocos al sorberse. Él también lloraba,.

- Siéntate aquí conmigo, ven.

Se sentó a mi lado, rompiendo a llorar. Le di una calada al cigarro y pase la mano que tenía libre por encima de su hombro. Apretándolo contra mí. Apoyo su cabeza en mi hombro, pudiendo notar sus lágrimas caer y chocar con mi camiseta, traspasándola.

-Me tienes para lo que quieras, lo sabes…

- Muchas gracias, Sally, de verdad, gracias. No sabes lo mal que lo estoy pasando.- Se volvió a sorber los mocos.- Perdona, perdóname si te estoy molestando con mi llorera, pero…

No le deje terminar la frase y lo abrace muy fuerte. Tanto que me hice daño, pero lo disimule. Cuando nos separamos, nos quedamos observando como el camión de la mudanza lo embalaba y metía todo dentro de él. La puerta de sol, hizo que tuviéramos la sensación de estar en una película americana y sonreímos, cogiéndonos de la mano. Pero entonces vimos algo que jamás pensábamos que veríamos. Jamás me hubiese esperado eso de esa persona…