Dioses

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Habia Dioses ahogados, Dioses de la Tormenta, Dioses nuevos y viejos, Dioses de la luz, Dioses de 7 aspectos distintos, dioses en los arboles y dioses sangrantes. Ella solo creia en uno, el de la muerte. Ninguno de los dioses salvó a su padre cuando le cortaron la cabeza, ni a su madre ni hermano cuando los masacraron. No podia confiar en Dioses que solo se dedicaran a ser alabados y cuando se les necesitara no aparecieran.

"Talvez era un pecado no creer en nada, pero no seria el primer pecado que cometiera"

En el viaje, que cada vez era menos largo, Arya pensaba en su infancia en todo lo que como lady tenia que aprender; los dioses eran una parte fundamental para niñas que se criaban para casarse con Lord's o principes, mantener una imagen conservadora era para lo que las princesas nacieron.

-"Que bueno que Sansa era la unica Lady en casa"- pensó la niña mientras esbozaba una pequeña sonrisa

Aquel pensamiento le hizo recordar que Sansa era realmente buena en todas esas cosas que debian aprender, o talvez ella era realmente mala que comparandolas hacian que Sansa pareciera la mejor Lady de Westeros. Sansa era insoportable como hermana pero era una Stark, ella necesitaba de Sansa y Sansa necesitaba de ella, como dijo su padre: El invierno se acerca, y en el inviernos nosotros nos protegemos mutuamente.

-¿Crees en Dioses?- Pregunto la Stark bruscamente.

-¿Qué? No...que haya o no haya Dioses no es mi puto problema, ellos jamas se preocupan por nosotros, no importa rezar o alabar ellos jamas...-

-Apareseran cuando los necesitemos- interrumpio Arya

-"Aja"- concluyo el perro.

El perro conocia la historia de la niña Stark pero no era algo que lo sorprendiera o entristeciera. Muchos eran los que tenian pasados tristes pero los que convertian aquel dolor en justicia eran los que valian la pena. En Arya podia ver un poco de aquello pero solo ella sabria que es lo que haria a partir de su dolor.

-Muy pronto nos detendremos en una aldea... Pense que tu creerias en Dioses y esas cosas, tu hermana lo hacia, rezar una y otra vez.- Soltó el perro con sarcasmo.

-A Sansa le enseñaron todo eso, lo entiendo, ella piensa que asi se arreglaran las cosas- respondio Arya.

-¿Y a ti, que te enseñaron?- con curiosidad pregunto el perro.

-Yo no soy Sansa, yo no creo que resando se arreglen las cosas, solo matando obtendre mi justicia- dijo Arya con la cara endurecida que ultimamente iba adoptando.

"Ya lo veremos" pensó el perro, pero no dijo mas.

En la noche llegaron a la aldea donde, segun el perro, era mas facil conseguir todo lo que necesitaran aun sin dinero. Aquella noche Arya entendio que solo seguiria al Dios que necesitaba y era solo 1, el de la muerte.

Arya Stark, la hija del lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora