.Alone.

Capítulo N° 2

Al toque de timbre salí volando del salón de la señora Sabina. Me encamine hasta el casino para compararme algún alimento.

—¡Hey!—. Tocan mi espalda y me doy vuelta algo alterada.

—¿Que quieres Rían?—. Digo dándole la espalda y tomando un sándwich de estante de compras del casino.

—Que pesada cariño, Támara me ha dicho que te has topado con el nuevito, ¿Y que tal el pendejo?—. Dice levantando una manzana del estante de fruta.

—¿Como carajos sabia Támara que me toparía con el?—. Lo miro frunciendo el ceño.

—Dijo que cuando salio de el salón para ir baño se topo con el salón en que estabas y pues te vio con el pendejo—. Juguetea con la manzana entre sus manís dándole mote de una mano a la otra.

—Pues si mi querido Rían estaba el sentado al lado mio de lo mas normal—. Camine hacía la caja.

—Ahh, me la compras Shepyyyy de todo mi corazón—. Levanta su mano y con la manzana en ella.

—Lo siento Rían pero tengo el dinero justo para el autobús y la colación—. Alzó los hombros.

—¡¡Pobre de mi!!—. Dice entre lamentos —Pues tendré que recurrir a otra opción—. Dice con una pequeña sonrisa de lado.

—A que te refieres Rían —. Digo sacando los billetes todos arrugados de mi bolsillo.

—Ha esto mi amor—. Se mete sin pudor alguno la manzana entremedio de su bolas.

—¡Rían!—. Digo poniendo cara de asco. —Devuelve eso ahora—. Digo entre susurros.

—¡Claro que no!—. Dice aguantando la risa. —Shepp ahora te toca pagar, actúa normal—.

—Son $800 pesos—. Dice una señora robusta y algo grasosa de cara. Es tiendo el billete y se lo entregó con una gran sonrisa al cara.

—Shepp no sonrías hací, es sospechoso tonta—. Rían me pega un codazo, mientras son alejamos de la caja.

—Pero pensé que dijiste que actuar normal—. Dije reprimiendo la sonrisa.

—Si pero eso no significa que sonrías como una desquiciada—. Digo rodando los ojos.

—No me pidas mucho Rían—. Dije metiendo el sándwich en la mochila. Nos faltaban unos cuantos pasos para salir del casino cuando me toman por la muñeca al igual que al jodido de Rían.

—Que creen que hacen—. Dice la robusta de caja dice mirándonos a ambos tomados de las muñecas.

—¿Perdón?—. Me defiendo.

—Perdón ¿Que? Linda—. Dice rodando los ojos.

—¿Que pasa?—. Dice Rían con total seriedad mientras todo el alrededor nos mira expectante.

—¡TU! saca lo que has robado—. La cajera le ordena a Rían.

—¿Estas segura?—. Dice Rían burlón.

—¿Que lo hagas Rían?—. Digo yo ahora queriéndole patiar las bolas.

—Como quieran—. Se rebusca entre su entre pierna y saca la manzana. Y el el alrededor reacciona con un "Uyy" masivo y con unas cuantas risas.

—Pensabas comerte eso—. Dice la cajera con cara de repulsión.

—Claro, nada mejor que el sabor de mi cuerpo—. Dice arrojando la manzana al montón de otras que habían en el estante.

La cajera nos aprieta sin piedad las muñecas y nos lleva a donde el director echa una furia.

—Necesito dar informe sobre un robo al director—. Dice la grasienta a Maura la recepcionista del colegio.